Un Diablo Encantador

CAPITULO 6

DARYL

Luego de ver los caminos de comercio y asegurarse de que no haya nada fuera de lugar, unas horas después salimos de allí despidiéndonos de nuestros hombres. 

Mitchel, Silas y yo vamos en mí camioneta, ya es de noche y hace frío. Mientras conduzco hablo con ellos sobre planes de transporte, entonces un niño se me cruza en la calle, freno de golpe justo a tiempo. Bajo del auto y voy hacia él.

 

– ¡Ey niño! –le grito–. ¿Que pasa? ¿Estás bien? 

 

– ¡Ayuda! –corre hacia nosotros–. Atacan...

 

– ¿Atacan? ¿A quien? –pregunta Mitchel–. ¿Que pasa? 

 

– ¡Atacan... Mí hermana! –dice agitado–. Hombres...

 

– ¿¡Donde, niño!? –le pregunto. 

 

El pequeño me señala un callejón a lo lejos así que corro con mí pistola en mano. Llego donde ellos y veo a chica en el suelo, sobre ella están todos. Suelto un disparo al aire. 

 

– ¡QUITENLEN LAS MANOS DE ENCIMA! –grito furioso. 

 

Todos me miran aterrados y salen corriendo, yo corro con la chica y le quitó el cabello del rostro... ¡ES ELLA!. Natasha. La levanto en mis brazos y me mira mareada.

 

– ¡ENCARGUENSEN DE ELLOS! –les gritó a mis hombres–. Llevenlos al galpón, iré luego..

 

– Daryl... –me dice murmurando–. Eres tu...

 

Se desmaya en mis brazos, tocó sus heladas mejillas. Camino de vuelta hacia las camionetas. El niño corre hacia nosotros.

 

– ¡Mamá! –dice llegando–. ¿Está bien?

 

– Si, no te preocupes, campeón –le digo–. Solo está cansada. 

 

Le pido a Joe que conduzca hasta la mansión mientras yo voy atrás con el niño y Natasha. Cuando llegamos, Amador y Verónica se abalanzan sobre nosotros, mientras que Silas y mí hermano se quedan con el niño llamado Aarón. 

Ya que Verónica estudio enfermería fuimos hasta mí habitación, donde la revisa. Estar aquí de nuevo con ella, en esta habitación me traen recuerdos que alteran mí sistema. 

 

– Solo se dio un golpe en la cabeza –dice Verónica–. Despertara pronto.

 

– Genial. –le digo y miro a Natasha–. Que bueno. 

 

Paso mí mano por su cabello lentamente.

 

– ¿La conoces? –me pregunta–. Porque parece que lo haces. 

 

– Es una larga historia –le respondo y me levanto–. Quédate con ella, si el niño quiere subir déjalo. Vamos, Mitchel.

 

Miro una última vez a Natasha y salgo de la habitación junto a Mitchel. Bajo las escaleras, veo a Silas y Amador junto al niño.

 

– ¿Cómo está mí hermana? –me pregunta el niño–. ¿Se pondrá bien? 

 

– Si, se pondrá bien, campeón –acaricio su cabello–. Puedes ir con ella si quieres. 

 

– Gracias, señor –dice y sube las escaleras.

 

– Mitchel, Silas –les digo–. Vamos, tenemos cosas que hacer. 

 

Empezamos a dirigirnos hacia la puerta cuando la voz de Amador me detiene. 

 

– ¡Hermano! –me llama–. ¿Donde vas?. Déjame ir contigo. 

 

– ¡NO! –le digo firmemente–. No puedes venir conmigo.

 

– Por favor... Ya no nos alejemos más –me dice. 

 

– No puedes venir, Amador –me giro hacia él–. No te va a gustar lo que vas a ver. Créeme quédate aquí. 

 

Salgo sin mediar más palabras. Nos subimos a nuestros autos, miro por el retrovisor como mí hermano nos mira mientras nos vamos, suspiro pesadamente. 

Llegamos al galpón que tengo en medio del bosque, Mitchel, Silas y los demás hombres se quedan afuera mientras yo entro al galpón, donde los tres jóvenes están amarrados en unas sillas. 

 

– Cometieron un terrible error –les digo con las manos en los bolsillos.

 

– ¿Eres su prometido? –me pregunta.

 

– Así es... Lo soy –suspiro pesadamente–. Nadie se mete con las personas que amo. 

 

Me acerco hasta la mesa donde hay diferentes herramientas, tomo una navaja y me giro hacia ellos.

 

– No tengan miedo. No van a morir voy. –les digo sonriendo–. Pero van a aprender a respetar a las mujeres. 

 

• MINUTOS DESPUÉS •

 

Salgo del galpón con mí saco en mí brazo. Mitchel y Silas me miran mientras me limpio las manos.

 

– Dejen a cada uno en su casa –les digo a mis hombres. 

 

– Si, señor –dice uno de ellos. 

 

– ¿Que tal todo? –pregunta Silas–. ¿Aprenderán a respetar? 

 

– Quiero creer que entendieron todo –les digo–. Volvamos a la mansión. 

 

 



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En el texto hay: trato, _romance__, _mafia_

Editado: 06.10.2021

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