Un nuevo día comenzó, me levanto y comienzo a arreglarme, me miro al espejo y me digo "tú puedes Nathaly, eres valiente, eres fuerte, eres la mejor" , jjj pues sí ese es mi aliento cada mañana para enfrentar un nuevo día. Bueno hoy me tardé un poco más arreglándome, hasta me maquillé que no es normal en mí perooo la ocasión lo amerita, « hoy es el primer día de clases» y tengo que estar presentable. Bajo las escaleras corriendo y le doy un beso a mi papá, hoy él es quien prepara el desayuno, mi mamá ayuda a mis hermanos más pequeños a terminar de arreglarse, ellos son Samantha y Tobías. Samantha es más responsable ( a pesar de sólo tener 9 años) y Toby, como decir, es muy perezoso, levantarlo de la cama ya es demasiado difícil, imagínense tener que arreglarlo, es una tortura. Me siento a desayunar y de pronto:
- ¡Nathaly! Nathaly! ( baja las escaleras gritando Sofía, ah cierto se me olvidaba, Sofía es la adolescente de la casa). Viste lo que publicaron en el blog de la escuela - me dice muy emocionada-
- No, que dice? - le respondí-
- Al parecer hay un chico nuevo , su familia se acaba de mudar a la ciudad. Y adivina queee.
- Mmm que ?
- Es de tú año, quién sabe y hasta está en tú salón.
- Todavía no veo eso cómo por qué debería importarme.
- Ayyy tú cómo siempre.
- Bueno si ya terminaron de chismear, terminen de desayunar que nos va a coger tarde - dice mi mamá con una sonrisa en la cara-
•••
Llegué a la escuela y al subir las escaleras busco desesperadamente a mis amigas, es que sin ellas esa escuela la siento vacía. Ah ahí están!. Buenas buenas cómo están? -les digo sabiendo ya lo que me iban a contestar-
- Cómo quieres que estemos? A la única que le emociona volver a la escuela es a tí, ayyyy yo quiero mis vacaciones de vuelta - exclamó Amanda fingiendo llorar-
- Escuchaste el chisme del momento - me dijo Sonia- al parecer hay un chico nuevo y dicen que es súper guapo.
- Ah sí, mi hermana me estuvo comentando eso esta mañana. Uff no entiendo que les emociona tanto de la noticia. Estuve leyendo en el blog y parece que es un engreído chico millonario , que les hace pensar que se fijaría en una de ustedes jjajaj
- Ufff tú siempre tan negativa, niña sé feliz, deja volar tú imaginación jja
Seguimos riendo mientras subíamos las escaleras. Al entrar al salón todas estaban revueltas. Pero qué es lo que pasa aquí? (pregunté).
- Al parecer el chico nuevo va a estar en nuestro salón, lo ví conversando esta mañana con el profesor.
<suena el timbre>
A ver todos sentados ( nos dice el profesor) . Pero no puedo dejar de mirar al chico al lado de él, y pienso, seguro es el chico nuevo, ya veo esta vez sí que no exageraban cuando decían que era lindo.
- Ok chicos aunque seguramente ya lo saben, pero bueno, este es el nuevo estudiante. Por favor preséntate.
- Buenos días , mi nombre es Sebastián , me mudé recientemente a la ciudad, espero poder conocerlos mejor a todos.
- Muchas gracias Sebastián puedes sentarte .
- A ver abran el libro en la página 5, si sí claro que vamos a dar clases.
Mientras el profesor seguía dando su clase, yo no podía dejar de mirar a aquel muchacho, tan atractivo, pero que tenía algo que me inquietaba, parecía algo distante a pesar de tratar de aparentar simpatía. Mientras lo miraba , admiraba un poco su belleza jjj, tenía los ojos marrones, su pelo oscuro, era lo bastante alto cómo para que sus piernas no se acomodaran bien en el pupitre, era blanco, muy blanco. Yo seguía mirando , y de momento...
- Oye si sigues mirándolo así le abrirás un hueco - me susurró Sonia-
- Sólo estaba observando que está bien vestido, es ropa de marca , te diste cuenta?
- Pues claro, tiene bastante dinero. Pero no te creo jajaja .
Por fin terminó aquella clase y mientras salíamos del salón siento a alguien que me susurra al oído
- Para la próxima pídeme una foto, así ves mejor la foto y me dejas de mirar a mí, harás que me ponga nervioso - sí era Sebastián que entre risas se burlaba de mí-
- Sí que eres creído niño, para la próxima te pido fotos de tú ropa, o mejor de una colección, sólo mira tu atuendo, me gusta la moda (le respondí sin dejar que mi voz temblara)
- Sí ajá, lo que tú digas princesa ... Mientras tanto se alejaba de mí entre risas.