Adaptación concluida, proceso de adopción completado, un emotivo adiós y un viaje hacia un nuevo inicio.
PRIMERA PARTE...
La familia Clark, acompañada de la nueva pareja poliamorosa, había pasado unos días encantadores en la costa.
Durante este tiempo, realizaron un breve viaje a Piriápolis y Punta del Este, donde pudieron deleitarse con las maravillas del mar, disfrutar de la exquisita gastronomía local y explorar diversas atracciones turísticas que ofrecían estos destinos.
Tras esta placentera experiencia, decidieron regresar al orfanato el jueves por la tarde.
Sabían que el viernes les esperaba un largo y exigente día de actividades, pero a pesar de que sus vacaciones habían sido cortas, los momentos vividos juntos se convirtieron en hermosos recuerdos familiares que atesorarán para siempre.
Al llegar al orfanato, Fernando recibió a los niños con una amplia sonrisa y los abrazó cálidamente.
Los pequeños, llenos de alegría, comenzaron a relatarle sus aventuras y travesuras.
En ese momento, Jorge, al escuchar el bullicio que se generaba en el área, salió rápidamente de la dirección.
Se acercó con entusiasmo para saludar a todos los presentes y aprovechar para informar a Luisa sobre lo que había sucedido en el orfanato durante su ausencia.
Mientras tanto, los Clark y sus hijos se dirigieron a su habitación, donde se sorprendieron al encontrar que habían instalado dos camas adicionales y una cuna, destinada a Zack. Erick y Emma, al ver los nuevos arreglos, expresaron su agradecimiento tanto a Jorge como a Fernando por haber hecho esto posible, mostrando así su satisfacción por los cambios en su habitación.
Mientras la familia se organiza para clasificar la ropa en el armario y se preparan para tomar sus pijamas con el fin de ducharse, cenar y acostarse temprano, Luisa, Jorge, Andrés y Francisco se reúnen en la dirección para comentar lo que ha sucedido en el orfanato.
La llegada inesperada de una inspección por parte del juzgado general ha generado una atmósfera de preocupación, ya que la situación es tanto importante como urgente.
Por ello, deciden pedir a Fernando que no permita el ingreso de nadie a la dirección durante este tiempo.
Luisa, con un tono de curiosidad y preocupación, se dirigió a Jorge y le preguntó: Jorge, ¿podrías contarnos con detalle qué fue lo que ocurrió y qué te comentó el inspector?
Jorge se dirigió a Luisa con un tono preocupado: Luisa, lamento informarte que las noticias no son muy alentadoras. El inspector no quedó nada satisfecho con tu falta de presencia. Intenté explicarle que estabas ocupada con una evaluación familiar debido a un proceso de adopción de diez menores, pero eso no pareció agradarle en absoluto. De hecho, me dijo textualmente que esa no era tu responsabilidad y que para eso estaban los psicólogos. En fin, solo mencionó que pronto te convocarán para una reunión. Además, durante su visita, recorrió todas las instalaciones, tomando fotografías y anotando varias cosas en una libreta. Cuando concluyó el recorrido, me comentó que era necesario ampliar el espacio y crear una área específica que permitiera la entrada de adolescentes de hasta 18 años, tanto para quienes estuvieran en tránsito como para los que fueran permanentes. Añadió que las obras tendrían que estar finalizadas, como máximo, en un plazo de tres meses. También mencionó que se designaría a una persona para ocupar el cargo de vice director, quien te apoyaría en la implementación del nuevo sistema en el orfanato. Me expresó que, a pesar de sentirse decepcionado por tu ausencia, ya que le habían informado que eres la mejor directora de todos los orfanatos y que eres muy responsable en tu labor, estaba dispuesto a seguir adelante con el proyecto. Recibimos elogios por la manera en que organizamos todo y por el buen estado en que se encuentran los internos. Aproveché la oportunidad para preguntarle si podrían proporcionarnos fondos para llevar a cabo las obras necesarias. Sin embargo, su respuesta fue que no podían ofrecernos ni un solo centavo, ya que actualmente estaban enfocados en la reforma de otros orfanatos. Además, mencionó que siendo conscientes de que aquí, en nuestra institución, siempre contamos con apoyo financiero tanto del estado como de diversas empresas, consideraban que deberíamos utilizar esas donaciones para financiar las obras. Intenté explicarle que el dinero que recibimos del estado y las empresas está destinado exclusivamente a cubrir gastos de alimentación y útiles escolares para los niños, por lo que no podríamos destinar esos fondos a proyectos de construcción. Sin embargo, simplemente me contestó que era nuestra responsabilidad encontrar la manera de conseguir el dinero necesario para ampliar el orfanato.
Luisa: Es muy probable que me convoquen para imponerme una sanción, pero la verdad es que estoy tranquila en ese sentido. Sin embargo, lo que realmente me sorprende y me preocupa es que lleguen sin previo aviso, especialmente considerando que se trata de una visita del juzgado general. ¿Acaso no te comentó Jorge sobre la razón detrás de este significativo cambio en relación al orfanato? No tengo idea de cómo vamos a afrontar esta situación. La cantidad de dinero que nos están exigiendo para las obras es abrumadora, y no sé de dónde vamos a obtener tantos recursos.