Un grito en el caos

cap8:

Làil recostada sobre el suelo, molesta por el problema que Celia ha provocado. La forma que adquiere el plano de la realidad, no es simplemente una estructura diferenciadora, aquí la forma al ser estática constituye la cárcel de los demonios. La realidad solo se mueve mientras sea presenciado por una conciencia individual. Pero la torre ha mezclado el plano de la realidad junto al plano de la afectividad y  el de la conciencia.

— aahg! Ceeliaaa!! – eleva su voz mientras intenta pensar—  Ahora te encargaras de controlar a esos malditos sacos de sombras!

— ¿Ya puedo abandonar este lugar? – pregunta Celia.

— Has lo que quieras. – Lail suspira.

Por otro lado, la oscuridad contenida en las paredes etericas de la realidad comienza a filtrarse, hecho que alarmo a los ángeles. Lucifer al percibirlo no podía creer lo que estaba sucediendo, y aún no había recibido ninguna orden.  Sin tener más alternativa, nuevamente decide ir en busca de Ismael, ya no importaba si aquellas asquerosas naturalezas se encuentran asechándolo. Un ángel desciende justo en aquel momento, es un principado. ¿Qué es lo que querrá con Lucifer?

Ya en el santuario de Azrael, el joven Ismael ha vuelto a quedar inconsciente. La distorsión de la realidad, un plano en colapso fue demasiado para el inexperto Joven Dios, si quiere apuñalar a Dios apuñala su realidad. Sobre una piedra en forma de lapida Ismael se encontraba reposando y a su costado estaban, Ciel, Maia y Alcyone observando si ocurre alguna mejoría.

  A Ciel la envuelve un sentimiento de tristeza y sin decir nada se aleja en la oscuridad, Maia se percata de aquello y la sigue. Ciel observa a las almas en pena que merodean en cada rincón del santuario e intenta darles un poco de luz y como si fuera un faro de esperanza aquellas almas comienzan a seguirla. Las almas parecen contentarse al verla ¿Que ven estas almas en ella? Ella sigue caminada en aquel túnel de almas. Maia observa sin creer aquello que ve, las almas solo se comportan así ante la presencia del Maestro. 

 El serafín llega a un jardín de tumbas, y observa con melancolía un pequeño estanque mientras aquellas almas actúan como si intentasen animarla. Ella observa su reflejo sobre el estanque <<Si pude arreglar mi exterior ¿Por qué mi interior sigue igual?>> Ciel no dejaba de preguntarse.

                Maia, supo que desde el principio que Ciel era un ángel extraño, que su interior algo no andaba bien, hasta le causo rechazo conocerla. Ella intenta acercarse, pero unos muros de almas impiden su paso.

                Ciel extiende su mano sobre el estanque y juega con su reflejo, un pequeño espiritu se posa en su mano reflejada, ella siente la tristeza de aquel espíritu, y le da un poco de luz. El espíritu del estanque revolotea de un lado a otro, se niega a sentirse reconfortado por la luz.

- Que excéntrico eres. -Ciel se reconforta al ver que no es la única- ¿Entonces qué es lo que quieres?

El pequeño espíritu desaparece del reflejo y aparece frente a ella tomando la forma de un pequeño niño, y apunta una tumba a lo lejos. Los demás espíritus que seguían a Ciel empezaron a formar un aura oscura sobre ella, generando una energía que la pequeña ángel nunca ha sentido antes. No era luz, empieza a inquietarse.

Maia se ve desconcertada, extiende sus alas alejando a los espíritus y va tras Ciel. La masa oscura no se la deja fácil, para cuando alcanza a Ciel. El espirito se encontraba de la mano con la serafín, el niño sonreía mientras su éter era desintegrado. La esencia de aquel, ya no existe en aquel lugar.

Maia observa. Ciel completamente paralizada ante lo que acaba de presenciar, su mirada repleta de incredulidad se había desconectado de la realidad cayendo inmersa en su pensamiento. <<¿Yo hice esto? ¿Yo lo mate?>> Aquella espesa aura, luz y oscuridad formando una sola energía que envuelve a Ciel, se ha dejado dominar por su sentimiento. Todos los espíritus que se acercaban a ella terminaban al poco tiempo siendo extinguidos.

Maia materializa sus armas; un pequeño ataúd y una lanza. No podía quedarse sin hacer nada, con el ataúd aprisiona temporalmente a las almas mientras que su lanza es lanzada sobre Ciel, pero lanza ni llega a tocarla, esta es desintegrada.

Alcyone llega a la escena y sin pensarlo dos veces libera sus alas.

— ¿Maia que hiciste? —Alcyone sin entender que sucedía

— ¡Deja de criticar! –Maia se enoja consigo misma al no saber cómo ayudar a Ciel.

El tormento de esta alma con Ciel han llegado a su fin. Alcyone ni Maia podían acercarse a ella. Maia ya no podía ver esto, no podían dejarla en esa situación, necesitan hacer que vuelva en sí. El ángel pelirrojo sujetando con fuerza los agarres de su ataúd, se alza contra aquella energía, pero justo al llegar esta choca contra algo que se interpuso en su camino.

El Maestro Azrael ha llegado. Observa a Maia más agresiva y empática de lo que usual, en verdad quería salvar a aquella joven. Azrael sonríe para Maia tranquilizándola, tras ello él libera con suavidad sus alas. Maia se ve debilitada por la energía de alas de su maestro, dificultando mantenerse en pie hasta que esta se desmaya.

 Él coloca una de sus manos sobre Ciel emanando una extraña energía que da fin a todo lo que toca, primero se extingue la luz y luego la oscuridad poco a poco abandona el aura del ángel. Azrael la envuelve con sus alas hasta que la joven serafín cae dormida sobre sus brazos.

Los espíritus de alrededor han sido ahuyentados. Ciel y Maia están inconscientes, Alcyone aun luchando por mantenerse despierto, sus alas titilan, pero ninguna luz sobrevive a las alas del maestro, sucumbe y cae inconsciente.

----------------

El encuentro de Lucifer con el principado resulta evidentemente un fastidio.

— ¿Que hace alguien de primera jerarquía aquí abajo? – lo observa con desconfianza.

— ¿Tu alrededor no te dice algo? – Aparece un libro frente a este ángel –Llego el momento de utilizarte.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.