Un hijo para el Rey

Capitulo 5. Planes en mente

Jaxon

Soleil está embarazada.

Es demasiado pronto, no tenía esos planes en mente cuando empecé a cortejarla. Sabía que si quería estar más tiempo con ella no debía embarazarla.

Mierda, es una puta mierda haberme equivocado. No la puedo dejar sola, es mi hijo, no estaba en mis planes del presente pero ese fue el plan inicial ¿no? enamorarla, embarazarla y tener a mi hijo conmigo, mis planes no estaban con ella.

—¿Qué pasa? Has vuelto demasiado pensativo y eso no me gusta —murmura Blanche.

—Son cosas de trabajo.

—Vi como te veía Soleil.

—¿Por qué la mencionas? —gruñó.

—Porque he pensado que esa insípida humana te está cautivando, Jaxon.

—Sabes que no puedo tener una luna que sea humana, la manada se vendría abajo. Nunca ha habido una humana entre nosotros.

—Eso es lo que tu dices, pero lo que piensas es diferente —me abraza por la espalda.

Me gustaba demasiado su olor, sus besos, sentir sus manos sobre mí pero después de estar con Sol, ya no me provoca nada.

—Pienso lo mismo que habíamos hablado.

—¿Tener un hijo con ella y luego dejarla? Traer al bebé a la manada y criarlo juntos? Ese era el plan del inicio ¿todavía lo tienes en mente?

Ese era el plan, pero ahora no lo sé. ¿Puedo hacerle eso a Soleil? Es hermosa, tierna, comprensiva, es inocente, no tiene una pizca de maldad. Es tan dulce como la miel.

Pero no puedo traerle aquí, nadie sabe que es mi luna, nadie sabe que es mi otra mitad porque de saberlo no sé qué pasaría conmigo y con ella. El consejo me cortaría la cabeza si supieran lo que quiero hacer.

—Ese es el plan y sigue en marcha.

—Confío en ti, Jaxon. Por todo lo que hemos pasado juntos, decido creer en ti. Cruzaré los dedos para que las cosas no cambien mientras pasa el tiempo.

—¿Qué podría cambiar?

—Jaxon —mi mano derecha me habla, agradezco porque Blanche me estaba metiendo ideas a la cabeza.

—¿Qué pasa? Fabricio.

—Hay un problema en la manada, necesito que me acompañe.

—Ahora vuelvo —digo a Blanche.

—Te estaré esperando.

—Es mejor que no lo hagas, no tengo idea a qué hora volveré .

—No sabes o es porque piensas pasar la noche con ella—exclama con un perceptible enojo en su voz. —No olvides el tratado que tenemos.

—Créeme que lo tengo muy presente.

Salgo con mi beta de la casa y lo sigo a donde me lleva, Fabricio no quiere nada.

Llegó a salvarme de las garras de esa mujer que solo buscaba enredarme más.

—¿Qué pasa?

—Tu lobo me contó a mí lo que quieres hacer. ¿Es en serio? No puedo creerlo.

—Sí, fue el plan desde el inicio.

—Es tu luna, Jaxon. Blanche no lo es. Recuerda.

—Pero a quien amo es a Blanche —ahora que lo digo, no estoy tan seguro de eso. Estoy empezando a dudar y no quiero entrar en absurdas inquietudes. —Con Blanche no puedo tener hijos de sangre pura porque no es mi mate, la única que me puede dar un alfa es Soleil.

—Le vas a arruinar la vida a Soleil. ¿Ella sabe lo que eres?

—Claro que no, idiota. Es una chica de ciudad, no cree ni en las brujas y va a creer en licántropos. Para ella es todo anécdotas, historias, no lo sé, cualquier cosa menos real.

—Tienes que decirle la verdad.

—Si Blanche te pregunta por mi, dile que me quede arreglando asuntos de la manada en la casa del consejo—Pasaré la noche con Soleil.

Nuestro hijo necesita el calor de papá y mamá, apuesto a que será un lobo hermoso.

-Somos muy rápidos para pegar hijos.

Llego a casa donde se queda Soleil, desde aquí puedo sentir su aroma. El olor de su cabello castaño, puedo sentir su sonrisa, el palpitar de su corazón que late frenético. Desde que empecé con esto me dije a mi mismo que bajo ninguna circunstancia me puedo dejar embaucar, inicie todo esto por una sola razón y así es como debe de seguir. Mientras tanto disfrutaré todo lo que pueda para estar con ella, la forma en que la enamore fue muy fácil, empecé con detalles pequeños, flores, chocolates, me sorprendió lo fácil que cayó ante mis encantos. Soy tremendo hijo de puta.

Pero esa no es la parte difícil, lo más complicado será cuando mi hijo nazca. Aún faltan unos meses para eso, mientras tendré que esperar y ser fuerte todo lo que pueda. No es tan fácil como parece pero es a lo que me metí. No me costó mucho esfuerzo pero es solo el principio.

—¿Soleil?

Entro a la casa, sin embargo no la encuentro. La casa está bien, solo no está su celular y su bolso. ¿Dónde carajos fue?

Salgo a buscarla, agudizó mis oídos y mi olfato para encontrarla. Rápidamente doy con ella, está a unos pasos de mí, en el bosque. No sabe lo peligroso que es meterse al bosque.

—¿Soleil? —la llamo mientras más me acerco.

Al verla me doy cuenta que no esta sola, la bruja Josephine esta con ella. Tienen una clase de picnic o algo así.

—¿Qué están haciendo aquí?

Ni la bruja me soporta ni yo a ella.

—Jaxon ¿Qué haces aquí?

—Te estaba buscando.

—Josephine y yo tenemos un picnic. ¿Te quieres unir?

—No, avísame cuando estés en casa ¿bien? Y no tardes mucho aquí, es peligroso.

Asiente con la cabeza.

Me alejo de ahí pero sin dejar de darle importancia, entro de nuevo a la casa y decido esperarla. Mientras ella llega preparó algo de comer, necesito que este muy bien alimentada porque mi cachorro no puede nacer débil.

Al rato ella aparece, frunce el ceño al verme cocinar.

—¿Por qué cocinas? —hace una pregunta completamente confundida.

—Debes alimentarte bien, nena.

Se sonroja.

—Jaxon ¿cuándo me vas a presentar a tu familia? Vivimos en el mismo pueblo. ¿Por qué me quieres tener oculta?

—¿Por qué quieres hablar de eso ahora? Vine para estar contigo y nuestro hijo —exclamo quitándome el delantal.

—Es muy raro que en tantos meses no quieras presentarme. ¿Te avergüenzas de mí?




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.