➻ CAPÍTULO 6 ➻

La protegida.

Era muy raro todo lo que rodeaba a esa mujer, porque se habían tomado tantas molestias con ella, que era lo que querían esconder.

León no lo pensó más y subió a su auto, condujo de vuelta a su castillo, estaba decidido a saber quién era esa mujer, tendría respuestas de una u otra forma.

Blake hacía todo lo posible para poder abrir aquellos archivos, pero no daba con nada, algunas carpetas estaban vacías o le conducía a otra, pero ninguna contaba con información relevante.

—Pude pasar la seguridad de esta —le informó el hacker qué había contratado.

—Has todo lo posible para abrirla y no dejes que ese archivo se corrompa como los otros.

—No se corrompieron, ese virus troyano lo elimino, pero solo era un señuelo.

Blake no sabía que hacer ya, la única solución que veía viable era que León le preguntara directamente a su padre, pero hacía años que ellos no mantenían comunicación, desde que él viejo rey obligó a León a tomar el control, además no se habían vuelto hablar.

Pero con justa razón él rey le había dejado el poder del trono a su hijo sin él quererlo aún y sin  haberlo instruido. 

—Señor alguien está tratando de entrar a los archivos de la protegida —comunicó un hombre corpulento al hombre que yacía sentado frente a un ventanal.

—¿Es de la manada? —preguntó el hombre de cabello largo y canoso.

—Sí señor.

—Ya saben que hacer —ordenó.

—Estamos en eso señor.

—Quiero la información del que busca desenterrar el pasado —el otro hombre no respondió, solo giró sobre sus talones y salió de aquella habitación oscura.

Los ojos incandescentes de color rojo denotaron en la habitación.

—Cuidala, no dejes que ellos lleguen a ella, si es posible borra toda su información —aquel hombre recordó aquellas palabras. —prométeme qué cuidaras de ella.

—Cuidare de ella —le prometió al hombre que se encontraba en el suelo.

—No le digas que morí por protegerla.

—No lo haré. 

—Cuida de mi hija.

—Lo haré. 

—Prometí protegerla a toda costa y eso haré, nadie debe saber quien eres.

—Ya casi lo logro —celebró el hacker qué ayudaba a Blake. —¡Oh no! —exclamó. —Los archivos se volvieron a encriptar —avisó el hombre a Blake.

Blake observó como la pantalla del ordenador se llenó de números y de repente quedó negra.

—No, no —dijo el hombre presionando las teclas, pero la pantalla no respondía.

De pronto salieron unas letras en la pantalla.

Deja el pasado enterrado, no quieres desatar una guerra… 

La pantalla se volvió a apagar, Blake y el hombre se miraron, sin entender.

—Deja el pasado enterrado, no quieres desatar una guerra, que significa esto.

—No sé —respondió el hombre.

—Ni una sola palabra de esto —amenazó Blake al hombre.

El hombre solo asintió, Blake salió de aquel cuarto. Debía informar a León sobre los problemas que habían tenido al tratar de abrir aquellos archivos.

Al llegar al castillo, León bajó del Jeep.

—Dime que me tienes algo —le dijo al ver a Blake.

—Estuvimos a segundos de desencriptar el archivo, pero no se pudo, es más le fundió el disco duro al computador que estábamos usando —le informo Blake. —Además de eso recibimos una advertencia.

—¿Qué clase de advertencia? —Blake le mostró su teléfono móvil.

Él le había tomado una fotografía a la pantalla cuando mostró aquel mensaje.

—No sé, pero alguien se está tomando muchas molestias para que no sepamos nada de esa mujer, que es lo que quieren esconder de ella.

—No lo sé León pero sospecho que detrás de Shera Declan, hay algo muy turbio o tal vez me equivoque.

—También lo creo, pero quien la protege tanto.

—Crees que alguien la protege.

—Por supuesto que es la protegida de alguien, y esa persona es quien mandó este mensaje —León miró a Blake pensativo. —Si damos con esa persona obtendremos información de Shera, por ahora es mejor mantenerla bajo vigilancia…