Ella se había esforzado durante días en elegir el vestido perfecto para la gala benéfica de esa noche. Había seleccionado cuidadosamente cada detalle de su atuendo, desde los zapatos hasta los accesorios, y estaba emocionada por la oportunidad de asistir a uno de los eventos más importantes del año.
Cuando llegó a la gala, se dio cuenta de que la mayoría de los invitados eran personas importantes y de alto nivel social. No se sintió intimidada, pero se preguntó si encajaría allí. Se adentró en la multitud, sintiéndose un poco perdida, cuando de repente chocó con alguien.
-Lo siento mucho- dijo ella mientras intentaba recomponerse.
El hombre al que había chocado la miró con una expresión fría y distante.
-Ten cuidado la próxima vez- dijo él, con voz cortante.
Ella se quedó sin palabras ante su actitud, y se dio cuenta de que había caído mal al hombre desde el primer momento. No sabía qué había hecho mal, pero decidió alejarse y continuar con su noche.
Durante el resto de la gala, se esforzó por disfrutar de la música, la comida y la compañía de los demás invitados. A pesar de ello, no podía evitar notar la presencia del hombre que había conocido antes. Parecía estar en todas partes, y ella se sentía incómoda cada vez que se cruzaban.
Finalmente, cuando la noche estaba llegando a su fin, el hombre se acercó a ella y le habló con una actitud mucho más amigable.
-Lo siento por mi comportamiento antes-, dijo él. -Fue un largo día y no estaba en mi mejor momento-.
Ella aceptó sus disculpas, pero todavía se sentía un poco nerviosa por su presencia. Sin embargo, después de unos minutos de conversación, se dio cuenta de que el hombre no era tan malo como parecía. De hecho, era bastante interesante y tenía un sentido del humor muy agudo.
A medida que hablaban, se dieron cuenta de que tenían mucho en común, y se sorprendieron de que hubieran tenido una mala primera impresión el uno del otro.
El hombre y la mujer se encontraron de nuevo en la pista de baile, después de haber estado sentados en mesas separadas durante gran parte de la noche. Él la invitó a bailar, y ella aceptó, sintiéndose un poco tímida.
Comenzaron a bailar, y se dieron cuenta de que eran muy compatibles en la pista de baile. La música era suave y romántica, y se dejaron llevar por el ritmo.
-Entonces, ¿qué te trae aquí esta noche?- Preguntó él, mientras seguían moviéndose.
-Era una invitación a través de mi trabajo- respondió ella. -Soy la modelo encargada de la próxima campaña-.
-Oh, eso suena interesante-, dijo él
-Y a ti ¿qué te trae aquí esta noche?- pregunto ella
-Mi equipo y yo fuimos seleccionados para ser la próxima cara de la revista- contesto el antes de darle una vuelta
-Así que eres deportista- dice ella
-Si, aunque no nos hemos presentado bien- dice el- Mucho gusto Nathan Vanderbilt, capitán y delantero de los White Lions-
-Bueno señor capitán, mi nombre es Audrey D'angelo-
A medida que avanzaba la noche, continuaron hablando sobre una variedad de temas, desde la política hasta los viajes. Descubrieron que tenían muchos intereses en común y que disfrutaban de las mismas cosas.
Finalmente, la música se detuvo y se dieron cuenta de que habían estado hablando durante horas. Él la acompañó de vuelta a su mesa y le pidió su número de teléfono.
-Definitivamente quiero continuar esta conversación en otro momento- dijo él, sonriendo.
Ella sonrió de vuelta, sintiéndose emocionada por la posibilidad de una nueva amistad. Después de esa noche, comenzarían a hablar regularmente y se darían cuenta de que habían encontrado a alguien muy especial en la gala benéfica.
Lo único que en lo que no se habían percatado es que en el momento Nate se había escrito mal un número del teléfono.