CAPÍTULO 9

CAPÍTULO 9

Cada hora que pasa, siento que más extraño a Harry. Él tuvo que recoger sus cosas del otro continente, por lo que volvería en dos semanas en volver… y ya lo extraño cuando apenas una hora aproximadamente se despidió de mí.

Por lo que mis días me lo pasaba en atender a mi pueblo, visitar algunas cosas de mis amigas y en aprender a manejar mi poder a las altas horas de la madrugada. Hoy es viernes, por lo que salgo de mi habitación hacia la guarida de mi padre, ese sitio donde me ayuda a mantener mis poderes en calma.

Al entrar huelo el olor a sucio, él siempre se dedicaba a limpiarlo por lo que, con mi poder, limpio un poco. Cierro la puerta con seguro, me adelanto un poco más al centro y comienzo mi entrenamiento.

Con mi mente, creo a una persona ficticia al frente mío. Este sonríe como si fuera el villano de algo que planea ser, pone la posición de pelea y empieza la pelea. Primero me agacho hacia él con aire, haciendo una pequeña bola a mi alrededor.

Luego prendo fuego a un papel y lo hago desvanecer. Agarro un cuchillo a la altura en donde queda mi muñeca, cuando empiezo a cortármelo, siento la presencia de Daniel. Sangre cae al suelo mientras tiro el cuchillo, con mi poder trato de que la herida sea poco dolorosa y menos notable para los demás.

Escucho ruidos de pronto, ruidos horribles. Voy hacia la ventana para saber de qué se trata y veo unos hombres vestidos completamente de negro cogen a varias personas para llevárselas. Salgo de la ventana cuando uno de ellos me observa, retrocedo, pero choco con un cuerpo, doy la vuelta: Es Daniel.

—¿Qué haces aquí? —digo extrañada, —¿Sabes que no puedes entrar sin tocar?

—Lo siento

—¿Qué?

No dice nada, se acerca más a mi con velocidad. Me quedo quieta, mi mente no puede procesar muy rápido lo que ha hecho: Besarme. Una fuerza fina me hace querer besarlo, me empuja más a él. Me estoy olvidando de todo, sólo me dejo fluir con él en este beso.

Agarro su cuello mientras él me carga hacia sus caderas, enrollo mis piernas mientras el beso se vuelve un poco más intenso, cada vez hace calor en esta habitación. Daniel me lleva hacia una pared en donde me besa con rapidez hasta que tocan la puerta. Me separo de él y lo observo, tiene el labio hinchado y el cabello despeinado.

Daniel me baja al suelo y se va hacia el baño, por orden mía. Me peino un poco y lamo mi labio, abro la puerta y veo a una sirvienta con una sonrisa falsa.

—Hola señora, ¿sabe la noticia? —dice ella tímida.

—¿Qué noticia?

—Han matado a unas personas a la fueras del lugar

—¡¿Cómo?!

—Así que es necesario ser limpiado las habitaciones por luto…

—¡No! —digo, mi mente está confusa, —Mi habitación no lo hagas, arregla con las personas, luego voy a ir con ellos.

—Entendido mi líder, que descanse —dice sonriendo.

Cierro la puerta y veo que Daniel sale del baño con el mismo estado… oh bueno, recién me doy cuenta de su amiguito.

—¿Por qué me besaste? —digo de pronto, mi mente sólo quiere tenerlo cerca. Demasiado cerca de mi e incluso dentro de mí. 

—Quería hacerlo, ¿acaso tú no querías?

—No…

—No mientas, —dice acercándome a mí, —Si te beso ahora, ¿podrás dejarte como antes?

—Yo…

—Porque en serio, quiero que lo hagas. Me encantó ese beso.

Me besa de nuevo y ahora soy yo quien procedo a besarlo con brusquedad, nuestros labios se sincronizan. Agarro su cabello y lo pego más a mí, Algo dentro de mi, lo acepta.

Mis poderes lo aceptan, por lo que también soy controlada a seguir, mi corazón late cada vez que el beso sigue. Daniel me lleva a la cama, que muchas he dormido con Harry, este se quita lo primero que tiene y luego me desviste a mi, cuando acabamos por quitarnos el intenso calor de la ropa mientras los besos nos paran.

Siento que algo de mi se deja llevar a él fácilmente, nuestros cuerpos desnudos es sólo lo que queda de calor, hasta que lo escucho.

—¿Me permites hacerlo?

Asiento y él rie, emocionado.

—Esto es lo que llevo queriendo desde que te casaste con ese idiota

Nuestros besos continúan en una larga noche de pasión.