Un lugar en el mundo ( Trilogía Destino #1) (2013)

CAPÍTULO 11

En ese momento se le ocurrió huir ¿Dónde? A su cabeza sólo se le ocurrió un sitio, era arriesgado, pero tenía que hacerlo, volvería de donde salió, de la calle, vivían en una gran cuidad no tendrían por qué encontrarla, pero le pareció mal desaparecer sin decir nada, aunque hubiera cometido un error tan grave, no podía irse sin más, al menos no sin una explicación, pero se encontraba tan avergonzada que sería incapaz de decírselo a la cara, escribiría una nota, la última y después desaparecería del mapa, no sabía si por un tiempo o para siempre, eso ya lo decidiría. Así que cogió papel y lápiz y se dispuso a escribirle algunas líneas, le abriría su corazón una vez más.

«Álex, te quiero escribir estas  líneas porque se me hacía feo irme sin más, antes tenía pensado marcharme pronto, pero lo que ha ocurrido hoy entre nosotros me ha abierto los ojos. Sí, al principio fue difícil para mí reconocerlo, pero por fin me di cuenta, estoy enamorada de ti, pero no puedo quedarme bajo tu mismo techo, viéndote cada día y saber que nunca podré estar contigo, puse mis ojos demasiado alto y me caí con todo el equipo. Yo sé que tú por mí sientes cariño pero también lástima, y como te dije sería demasiado doloroso para mí, así que corto de raíz y me voy para siempre. Sería una estúpida si te dijera que lo que pasó entre nosotros no me gustó, pero no puede volver a repetirse, por mi bien más que nada, no quiero que mi herida se haga más profunda. Quiero pedirte un último favor, no me busques, porque cuanto más me busques, menos me vas a encontrar. Y por último habla con Dani, es tu mejor amigo y lleváis demasiado tiempo sin hablar y no es justo para ninguno de los dos.

Cuídate, sé feliz y ojalá encuentres a esa persona que llene tu vida y te haga sentir dichoso. Un fuerte abrazo, Lucía»

—¿Te puedes creer que hace seis meses que me escribió esta carta y que cada día la lea y no le encuentre explicación?

Álex y Dani estaban sentados en la cafetería del hospital, hacía seis meses que no sabían nada de ella, Álex le contó a Dani todo lo que pasó y también le dijo lo que sentía por ella, ahora Dani entendió porque ella lo había rechazado hace meses.

—Lo sé, créeme. Álex hay algo que tú no sabes, Lucía también a mí me dejó una nota cuando se fue—se metió la mano en el bolsillo, sacó su cartera y de ella un trozo de papel doblado—Me dijo que nunca te dijera que lo había hecho pero no puedo seguir viendo en lo que te has convertido desde que ella se marchó. No eres tú, ni siquiera cuando Nerea murió estabas así.

—Porque cuando ocurrió aquello sabía que Nerea no iba a regresar nunca, pero en cambio Lucía no sé si está bien si necesita algo o si está herida, esa es la diferencia.

Álex cogió la carta y empezó a leer:

«Hola Dani, te escribo esta carta porque no me va a dar tiempo a despedirme de ti. Quiero que sepas que si te rechacé fue porque yo ya estaba enamorada de otra persona y a pesar de saber que lo mío con él es algo imposible, no quería aceptarte como si fueras el segundo plato porque simplemente mereces algo mejor que todo eso. Como habrás podido adivinar la persona de la que estoy enamorada es tu querido amigo el que es casi tu hermano, no quiero ni escribir su nombre porque me duele hacerlo, sólo quiero que te asegures de que busque a alguien que sí lo merezca, que lo quiera y lo ame con la misma intensidad con la que yo lo hago y para ti deseo lo mismo, porque sois las dos personas más importantes de mi vida. Ambos me salvasteis de morir, me ayudasteis a ser mejor persona, y me disteis mucho cariño y eso jamás lo olvidaré, Te pido un último favor, no le vayas a decir que te envié una carta también, ojalá guardes silencio. Cuida de él de mi parte no dejes que le hagan daño, estoy segura que él hará lo mismo por ti.

Espero que algún día nos volvamos a encontrar, con cariño. Lucía»

 

—¿Por qué no me hablaste de esto antes? Merecía saber que a ti también te escribió, encima te dice que no dejes que nadie me haga daño cuando ella es la primera que me lo ha hecho y no sabes cuánto.—sonó su móvil—Tengo que irme y que sepas que estoy enfadado por esto.

Dani se fue a recoger a sus sobrinos del colegio y luego pasarían a recoger al pequeño Dani a la guardería, ya que finalmente Lucía no se quedó con ellos. Dani sentía mucha rabia, ella se hubiera enamorado de su amigo y no de él, las cosas hubieran sido más fáciles para Lucía, pero no podía enfadarse con ninguno de los dos pues entre ellos sí que había amor aunque ella hubiera huido y él nunca se lo dijo.

Ya había recogido a los niños del colegio, y ahora se dirigían a la guardería a recoger al pequeño Dani, dentro de unos días iba a cumplir su primer año, ya andaba solo y conseguía balbucear algunas palabras, Dani, Ariadna y Aitor se bajaron del coche, los niños se adelantaron a mirar el escaparate de una juguetería que estaba cerca de la guardería, no había peligro, era una calle peatonal, los niños se quedaron embobados viendo todos los juguetes que había allí, cuando se giraron y levantaron la cabeza no se podían creer lo que estaban viendo.

—¡Lucía!—gritaron los niños al unísono.

—Ariadna, Aitor, como habéis crecido— los niños se abrazaron a ella— ¿Qué hacéis por aquí solos?

Aitor salió corriendo en busca de su tío.

—No estamos solos, venimos a recoger a Dani a la guardería que está por aquí cerca…—ellas se quedaron hablando.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.