Un mal dÍa En El Club De Campo

UN DÍA EN EL CLUB DE CAMPO

odría haber sido un día como cualquier otro si no hubiera sido porque a nuestro astro rey se ha obstinado en que hoy quiere aparecer por el oeste, algo bastante difícil de digerir por Apolo, que cada vez se le hace más cuesta arriba tener que cargar con él y sus inseguridades.

Drina, Thot y Neirelle se dedican a labores más interesantes, se preparan para el tan esperado festival de artes oscuras, un evento anual donde se reúnen personajes bastante peculiares.

-Está siendo un día agotador, parece que no avanzamos nada– dice Drina esperando que alguien le diga que tome un respiro.

-Ya queda menos, llevamos la mitad del campo arado. –dice Thot con gran entusiasmo al ver con orgullo el resultado del trabajo realizado hasta ahora.
Neirelle mientras se dedica a esparcir las semillas de Amapolas amarillas por el pantanoso campo de Greenspek; esperando que estás crezcan sanas , fuertes, y con alguna habilidad especial que pueda diferenciarlas del resto de flores.

Por el horizonte y con aspecto amenazante parece apreciarse la silueta de Doña Fatigosa, siempre está dando órdenes absurdas e incoherentes, como si el resto fuéramos estúpidos y no supiéramos hacer nada bien.

-Buenos días. – dice Doña Fatigosa con gran impertinencia mientras mira a Neirelle de arriba abajo intentando provocarla.

-Buenos días Doña Fatigosa. ¿Qué hace usted por aquí? Pregunta Drina intentando disimular su nerviosismo.

Thot y Neirelle se miran de reojo; cuando viene Doña Fatigosa cualquier malentendido es posible, suele ser de carácter desconfiado.
Vengo a inspeccionar el trabajo que estáis haciendo en Greenspek, no me parece del todo correcto que perdáis el tiempo arando y sembrando estas absurdas flores, el festival ha de ser un éxito – dice Doña Fatigosa mientras le quita de un manotazo la bolsa de semillas a Neirelle.

Everclean; la escoba mágica de la bruja Neirell se sobresaltó por un momento; aparentaba estar descansando plácidamente sobre el árbol del conocimiento; éste es bastante robusto e incrédulo, incluso puede ser amable si uno es capaz de darle una buena conversación.

Everclean, Everclean, deja de holgazanear y llévame a casa! – Grita Neirelle mientras observa como su escoba se va acercando para después tomar asiento y marcharse a toda velocidad a la gran ciudad de Storwen.

Todos conocían su carácter irascible, pero no les preocupó demasiado, sabían que en breve dejaría de estar molesta y volvería con entusiasmo para seguir trabajando en el festival.

- Sólo estaba haciendo bien su trabajo, acaso no te importa? – replica Drina furiosa y algo desmotivada por la actitud malévola de Doña Fatigosa.
Soy la organizadora oficial del evento, y aunque he conseguido el puesto sin mérito alguno, tengo derecho a meterme con cualquiera. – afirma Doña Fatigosa bastante segura de sí misma, sin saber que en realidad estaba haciendo el más grande de los ridículos.

-Cierto, otra enchufada más, como si no tuviéramos ya suficientes, si sigues así seguro que consigues un puesto aún más importante, quizás algún cargo en el parlamento. –dice Drina agotada de seguir con aquella conversación tan absurda.

Thot asiente con la cabeza, sabe que si acaba metiendo las narices en la conversación saldrá mal parado.

Drina suspiró y se encogió de hombros, sabía que lo correcto era no dejarse llevar por la exasperación del momento, el tiempo, según dicen, pone a las personas en su sitio; aunque ella no estaba muy segura de que aquello fuera del todo cierto, no había evidencias que lo aseguraran.
 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.