Eloísa Moon, de veintiún años, no es una loba cualquiera, es la heredera al gran trono supremo de Blue Ice, una de las sepas de lobos realeza, descendientes de la gran luna que hasta su apellido gritaba realeza por todos lados, pero también era una loba triste, una que no había conseguido un mate hasta el momento por lo que no lograba perdurar la estirpe.
—Padre, viajaré por algunas aldeas y reinos, uno para conocer sus culturas, afianzar alianzas y otra porque quiero encontrar el amor.
—Lo entiendo mi princesa, solo ten mucho cuidado, no quiero que ningún lobo rufián, se aproveche de tu buen corazón. Sé lo que los ancianos han dicho, pero ya encontraremos una solución.
Como hacer para detener el tempo, los ancianos, el gran consejo del reino, había acordado si para los veinticinco años humanos, que en realidad eran quinientos años lobunos, ella no encontraba su mate, su otra mitad, aquel con quien pudiera procrear y llenar ese valle de pequeños lobos dispuestos a defender al pueblo con garras y colmillos.
—Tranquilo papito, me entrenaste bien, cuida a mis hermanos, ellos aún son cachorros.
Recibió un beso de su padre, sin embargo, a lo lejos solo podía observar a su madre, la luna de su padre, que en realidad es la segunda luna, puesto que la madre de Eloísa murió al nacer ella, que gracias a eso su padre no murió, porque su madre le había lanzado en su último aliento uno de los hechizos que solo quien posee sangre pura puede hacer. Sin embargo, esa mujer que la miraba con desprecio, Alana Moon, solo deseaba tenerla lo más lejos posible, justo como tanto anhelaba, llevaba meses con eso en mente, tratando de materializar cada detalle, una madre es capaz de hacer lo que sea por sus cachorros, porque sin su quería hijastra sus hijos tenían el lugar que poseer lobos y no lobas deberían tener.
SEMANAS DESPUÉS
—Padre, estoy tan emocionada, de verdad que no pensé que esto sucedería.
—¿Estás, segura? De lo que estás diciendo.
—Claro padre, lo sentí, te lo paso para que hables con él.
—Buenas tardes, señor Moon, mi nombre es Edward London de Red Blood soy hijo del Beta de mi manada y ahora Mate de su hija, no se preocupe, la haré muy feliz, además muy pronto estaremos en su manada, así darle mis respetos, pero hay algo que no es como decírselo.
—Habla muchacho, que tampoco soy un anciano como para no entender.
—Somos jóvenes enamorados y cuando uno se enamora comete locuras.
—¿De qué hablas? ¿Qué le has hecho a mi princesa?
—Nos casamos, señor, con la luna como testigo.
MESES DESPUÉS
—Lo siento cariño.
—Nadie entiende, nadie, este dolor me está quemando, mi princesa, mi niña ella.
—Llora mi amor, llora, también la amaba tanto, pobre nuestra princesa, morir tan joven en un accidente sin explicación.
—Quiero respuestas, quiero saber qué paso, una loba no muere mucho menos una de sangre real, no puedo morir, así como así.
…
—Todo está saliendo tal cual lo planeado, eres un ser muy vil, pero inteligente.
—Lo somos, recuerda que todo esto no lo planee yo solo.
—Tienes razón, ahora sigue con teatro del pobre amnésico, por el consejo no te preocupes que los tengo cogidos del cuello y harán lo que yo quiera, así sea poner al viudo de mi pobre y estúpida hija como parte de este.
EN ALGÚN LADO AL OTRO LADO DEL MUNDO
—Esa muchacha es extraña, no responde a la medicina tradicional, ni a los estímulos de la medicina moderna.
—Es una pena, tan joven, tan hermosa y en coma, pero nada está mal en su cuerpo, solo se niega a despertar, pero ¿Por qué?
NOVELA QUE SERA ACTUALIZADA UNA VEZ A LA SEMANA
Muchas gracias por acompañarme en algo nuevo para mi, si me equivoque tomenlo como error de principiante supongo
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Editado: 06.04.2023