Un Misterio (para)normal

CAPÍTULO 21

Alguien ha entrado en casa de Logan.

Todo esto desordenado. No hay nada en su sitio. Aquel que ha entrado, ha sido muy minucioso en su búsqueda o de verdad estaba desesperado por encontrar algo. Pero ¿El qué? ¿Qué esconde Logan para que hayan dejado su apartamento así?

Voy andando entre los muebles y los objetos de decoración que antes formaban parte de la pared. No quiero pisar algo y que se rompa más de lo que está. A pesar de ser una casa pequeña, es bastante acogedora. Omitiendo que todo está roto y en el suelo, Logan la tiene muy bien decorada. Nada más entrar podemos ver el comedor-salón, ahora todo destrozado. El sofá está a mi derecha, justo al lado de la ventana y la tele en frente, formando parte de una serie de estanterías que se encuentran ahora vacías. Los cuadros de fotos hechas por Logan y de su familia están en el suelo. Me siento mal por el. Me da mucha rabia que hayan hecho esto. Han puesto su vida pata arriba.

Miro a Logan, intentando descifrar su rostro. Esta serie, queriendo no mostrar emociones, sé que por dentro le duele ver todo su hogar así. Un lugar al que ha dedicado cariño y dinero para convertirlo en su hogar.

La cocina está a la izquierda del comedor, solo separada por un pequeño muro a la altura de las rodillas. Es estrecha y solo cabe lo esencial. Todas las cazuelas, platos, vasos, cubiertos, comida…todo está por el suelo. Aun no entiendo que podrías estar buscando con tanto fervor para tener que vaciar el frigorífico.

No quiero avanzar, siento que estoy invadiendo un espacio personal de Logan. Es su casa, y no puedo pasearme como si nada. Veo la necesidad de decir unas palabras, me duele el corazón al ver al chico de ojos azules de ese modo.

— Logan ¿Estás bien?

Me siento estúpida ¿Cómo va a estar bien? Solo a mí se me ocurriría hacer esa pregunta en este momento. Regañándome mentalmente lo vuelvo a intentar.

— No te preocupes por nada, te ayudaremos a recogerlo todo ¿Verdad chicos? —estos, algo ausentes asienten. Me agacho a recoger un marco de fotos, está roto como el resto— Solo necesitan un poco de pegamento y arreglado.

Le sonrío. De verdad quiero hacerle sentir bien. No sé porque siento que es parte por culpa mía. Me mira. Su rostro no muestra emociones. Tiene los labios apretados y los ojos brillantes. Está evitando llorar, lo sé. Pero lo evita. Lo evita y sonríe por mi, para que yo pueda ver que le hago feliz. Y eso es suficiente.

— ¿Quieres ver qué más han hecho?

— Mejor no. — su voz esta ronca. Tal vez por la pena, o por el cabreo. Vamos a por el asunto que nos ha traído hasta aquí. Seguidme.

Vamos detrás de él por el pasillo que conecta el comedor con las habitaciones. Solo hay tres puertas, y según nos va explicando son dos habitaciones y el baño. La primera habitación es la suya, y la del fondo es la de los invitados. Cuando pienso que va a llevarnos a su habitación para buscar los documentos de la investigación que llevo a cabo por la muerte de su hermano, me equivoco y pasa de largo. Se dirige a la habitación del fondo, la de los invitados. Si ha tenido que esconder algo para que no lo encuentren, ha tenido una gran idea al dejarlo en el lugar que menos esperan.

Cuando entramos, el lugar apenas está revuelto. Según se puede ver, solo el colchón ha acabado en el suelo, junto a las sabanas. La habitación es pequeña, y tiene lo necesario para pasar la noche. Una cama, una mesilla y un armario. Se nota que no han investigado a fondo en esta zona, pues al ver que estaba vacía, no se han preocupado. Yo también dudo. Miro por todos los lados, pensando qué lugar sería bueno para esconder algo tan importante. Si fuera yo, lo habría guardado en mi habitación, cerca de mí. Y como consecuencia —pienso después— lo habría perdido. Los ladrones siempre tienden a ir a los lugares claves de la casa, porque saben que los secretos es mejor dejarles a nuestra vera. Pero como dice el dicho, si quieres esconder algo, es mejor dejarlo a la vista. Y en eso Logan, ha acertado.

— El armario, ábrele. — me avisa

Y aunque sé que lo puede hacer él, no rechisto. Me acerco y le abro. Es de madera y solo tiene dos puertas. Cuando descubro su interior, le encuentro vacío. Suspiro de frustración. Pensaba que me iba a encontrar otra cosa, y no sé porque, me siento engañada. Miro por cada esquina, y no veo nada fuera de lugar. El armario no es muy grande y está vacío. Con mi rostro inundado de dudas, me giro hacía el dueño de la casa. ¿Acaso me he perdido algo? Al verme, sonríe con ganas, incluso parece que se va a poner a reír. Por un lado me gusta que ría, pero no lo veo el momento adecuado.

— Tranquila. Está ahí. Dale un golpe fuerte al tablón más oscuro del fondo del armario. El que destaca sobre los demás.

Me agachó un poco para ver mejor, la luz es escasa y a penas diferencio los colores de la madera. Reviso una y otra vez el fondo del armario sin ver nada. No sé a lo que se refiere y me pongo nerviosa. Logan, viendo que no soy capaz de lograrlo se acerca a mí. Se me pone la piel de gallina al notarlo tan cerca de mí, su brisa, me acaricia y me pone nerviosa. Mi corazón empieza a latir como loco, incluso temo que sea capaz de oírlo. Posa sus manos en mi barbilla y por un momento me asusto, no lo esperaba. Entiendo que quiere guiar mi cabeza para saber dónde mirar, así que le dejo. Inclina mi cabeza hacia adelante y la gira despacio hacia la derecha. Muy despacio, como si el tiempo fuera a cámara lenta.

— Mira a trasluz las imperfecciones del armario. Hay una tabla levemente más oscura que el resto. ¿La ves? — susurra cerca de mi oído.

Me gustaría separarme de él y decirle que no veo nada, que lo haga él. Pero cuando me muevo otro poco, lo puedo ver. Hay una pequeña marca más oscura en el fondo derecho del armario.

— Sí, lo vi. Gracias. —siento la boca seca, y mi voz sale ronca.

Decido esperar a que se aleje. Mi corazón desea tenerle más tiempo a su lado. Con su logro cumplido, Logan vuelve a la posición inicial y me deja que haga todo el trabajo. Casi me meto en el armario para llegar a dicha zona. No hay mucho espacio y cuesta trabajar, pero sí soy capaz de darle un fuerte golpe al armario. Espero unos minutos sin que nada pase, y cuando creo que lo tengo que repetir, observo que dicha tabla se ha levantado de su sitio.



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En el texto hay: misterio, fantasmas, amor

Editado: 02.03.2021

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