El origen de mi mayor miedo y el comienzo de otro

Eso fue lo único que escuche, en fin, comenzamos a caminar por el pasillo de las habitaciones, donde está la de nosotros, y en el fondo, casi en las últimas habitaciones, en la parte de la izquierda dimos vuelta a otro pasillo con diferentes salas de estudio, y al fondo en la última sala, y la más grande de todas, estaba la galería, con miedo y escalofríos, abrí la puerta y deje pasar a Daniel, este último cerró la puerta, volteé pero tape mi ojos con mis manos y cerré los ojos, sabía que confiaba en Daniel, pero no tanto para estas cosas, aunque él sabía en lo más profundo de su ser, el miedo que tenía, Daniel con sus suaves manos agarro las mías y las quito de mis ojos, al abrir mis ojos me quede atónita, todas las artes eran preciosas, no me causaban miedo, si no PAZ

Daniel: Mira, ¿vez?, no es de asustarse, no hay nada que te pueda asustar *dijo con su angelical voz*

Cora: Es hermoso *dije mirando a todas partes*

Daniel: ¿Iniciamos? *pregunto mientras avanzaba*

Cora: Claro *dije feliz, aunque con un poco de desconfianza*

Comenzamos a ver las artes, eran preciosas, cada una tenía su propia paleta de colores, diferente paisaje y todo, lo que más me gusta de estas artes, es el hecho de que no tienen contexto, por lo tanto, tú puedes ponérselo depende de cómo pienses y tus perspectivas, también porque no definen el tiempo en el que se hicieron y tampoco hay personas, es algo que sin duda es lo que más me gusta

Al poco tiempo, comencé a pasarla bien, ya que Daniel no sabía los significados de algunas pinturas, y yo le daba pistas, era muy divertido hacerlo, entre pintura y pintura, muchas dudas surgían por parte de Daniel, era algo que me encantaba de él, porque siempre hace todo lo posible para hacerme sentir mejor y agarrar confianza casi inmediatamente

Entre la diversión, no nos dimos cuenta de que habíamos llegado a la última pintura, la observamos unos minutos, y después dimos nuestras conclusiones sobre la pintura y ambos nos volteamos para vernos cara a cara

Daniel: Espérame Cora, déjame ir al baño, está aquí al lado de mi *dijo mientras lo señalaba*

Cora: Claro Dani, aquí te espero *dije mientras lo veía irse*

Volteé a ver la pintura y la analicé mejor, mientras pensaba en lo bien que me lo había pasado con el niño que me gusta

Podríamos decir que al principio sentí demasiada desconfianza, ya que la última vez que fui a una galería de arte con mis padres de una manera obligatoria, casi sufro de un infarto, y eso pudo haber acabado muy mal, ya que pude haber muerto o causado un problema del corazón, es que cuando digo que me dan miedo las artes coloniales en verdad no estoy mintiendo, como verán, desde que estaba pequeña me causaba mucho miedo este tipo de arte por el simple hecho de las personas que aparecían en la pintura, no me gustaban sus caras sin expresión o con una expresión horripilante

Por eso, en ese momento me di cuenta de que las únicas artes que debo de mirar son las abstractas, ya que a pesar de que mis padres me llevaron con varios psicólogos, ellos dijeron lo mismo: "Ya no podrá ver artes coloniales, solamente abstractas", a pesar de esa advertencia, mis padres siguieron con lo mismo, no fue hasta ese día en el que me dio un infarto y caí hospitalizada

Deje a un lado lo que estaba pensando y de repente vi que alguien se ponía a lado mío, mire de reojo y era un chico de cabello pelirrojo con una sudadera de color verde y zapatos negros con el mismo color en los pantalones, decidí no ponerle atención y mire a la pintura nuevamente, sentí que él se volteaba a verme y luego el chico comenzó a hablar

Kian: Hola *dijo de manera dulce*

Cora: Hola *dije formalmente*

Kian: ¿Cuál es tu nombre? *pregunto feliz*

Cora: Me llamo Cora, ¿y tú? *dije formal*

Kian: Mi nombre es Kian *dijo risueño*

Cora: Un gusto *dije feliz*

Kian: ¿Te gustan las artes? *pregunto mientras señalaba toda la sala*

Cora: Si, son las únicas que me gustan *dije amablemente*

Kian: A mi igual *dijo feliz*

No sé por qué desde que lo vi, sentía un mal presentimiento, sinceramente ese sentimiento lo he sentido desde siempre, pero decidí ignorar ese sentimiento, el parece buen chico

Kian: ¿Me darías un abrazo?, es que he tenido un mal día *

Cora: Supongo que si *dije con un poco de desconfianza*

Le di el abrazo y el me lo correspondió, duramos unos segundos así, cuando decidí separarme de él, pero Kian no me dejaba, pensé que era un juego por parte de él, pero después me desesperé

Cora: Suéltame *dije lo más calmada posible*

Kian: No, no te soltare *dijo con voz malvada*

De repente trate de separarme de él, pero era imposible, era más grande que yo y de golpe, me acorralo para una pared que estaba sola, y me pego en esta, el comenzó a tocarme y empezó a subirme la blusa

Cora: AYUDA *grite asustada*

Kian: Cállate perra *dijo enojado mientras me tapaba la boca*

Daniel: PERRA TU MADRE PENDEJO *grito mientras le golpeaba la cara con el puño cerrado*

Con el golpe que le dio Daniel a Kian, este último quedo varios centímetros apartado de mí, comenzaron una pelea donde Daniel era el único que no se vía golpeado

Kian: ¿Que te pasa? *dijo enojado*

Daniel: Como te atreves a tocar a mi novia *dijo aún más enojado*

¿¿Novia??

Varios segundos de preocupación pasaron y después no supe en qué momento Daniel agarró mi mano derecha y me llevo afuera de la sala, fuimos a nuestra habitación y me sentó en el sillón, después se sentó a lado mío