Cuando teníamos trece años, nuestras familias se fueron de viaje juntas y visitamos muchos lugares, todo era increíble.
Uno de esos días nos fuimos de día de campo a un parque que estaba muy cerca de un jardín botánico, como era de esperarse ella estaba muy emocionada, después de comer jugamos un rato en un gran agujero de tierra que se encontraba cerca y luego fuimos a recorrer todo el jardín botánico, cuando íbamos de regreso ella me propuso una carrera y como yo era alguien bastante competitivo acepte.
Comenzamos la carrera y yo decidí darle algo de ventaja ya que yo era mucho más rápido que ella, en cuanto se dio cuenta ella se volteo y me grito que me lo tomara enserio mientras seguía corriendo hacia atrás, yo le grite que no hiciera eso porque iba a caerse y corrí hacia ella, como forma de juego y burla ella continuo haciéndolo y después de un rato volví a gritarle que parara ya que estaba acercándose al agujero de tierra, ella me escucho y dio media vuelta, pero al hacerlo muy rápido resbalo en la orilla y cayó en el agujero nuestros padres y yo nos asustamos pero al parecer no le había sucedido nada, ella se levanto y siguió jugando como si nada.
Continuamos con el viaje y todo parecía ir de maravilla, cuando este termino volvimos a casa, estaba comenzando el invierno y ella comenzó a caerse constantemente. Ella era bastante torpe así que me pareció normal. seguimos con la rutina de la flor y todo seguía siendo como si no pasara nada.
Continuamos siendo tan cercanos como siempre, hasta que me di cuenta de que lo que yo sentía por ella ya no era amistad, si no que se había convertido en algo mas, ella, me gustaba.
Comencé a sentirme nervioso cada vez que hablaba con ella y no podía dejar de pensarla, me rea muy difícil concentrarme si ella estaba cerca, pero me daba miedo decírselo y que las cosas se volvieran incomodas entre nosotros.
Cada vez se me hacia mas difícil y un día me decidí a decirle y afrontar cualquier reacción que pudiera tener, así que se lo diría ese mismo día cuando fuéramos de regreso a casa.
Todo estaba yendo a la perfección pues estábamos teniendo una charla sin que yo tartamudeara, pero justo cuando yo estaba a punto de declararme, ella volvió a caerse, le pregunte si estaba bien y ella comenzó a llorar,
yo le dije que no llorara e intente ayudarla a levantarse, pero nunca me habría esperado lo que ocurrió.