Andrés aunque parezca un niño travieso cualquiera, nunca ha sido como los demás. Él cree que puede hacer magia y con sólo 10 años consigue sacar a todo el mundo de quicio con sus ideas alocadas.
Su padre, Ramón, nunca ha estado de acuerdo con que su hijo vaya por ahí creyendo en tonterías como la magia.
Hasta su maestra, Alicia, está cansada de castigarle casi todos los días por las tonterías que le mete en la cabeza a sus compañeros.
Editado: 27.04.2020