Un mundo sin color

Capítulo 0 : Pasado

Capítulo 0 : Pasado

Camino con su rostro altivo mirando a los estudiantes pasearse por los pasillos del colegio como todos los días, muchos estaban preocupados por los exámenes mientras que otros sólo pensaban en que platillo escogerían en su almuerzo cosas tan simples que ella ni siquiera le encontraba sentido, tampoco al hecho de que no lograba tener amigos, muchos la veían como un bicho raro solo por brindar una sonrisa y salido a todo el que se topara en su camino, la verdad no le preocupaba pues contaba con su mejor amiga la cual tuvo que irse por unos años debido a los viajes de sus padres pero siempre encontraban un momento para platicar de su día.

Muchas chicas estaban preocupadas se podía ver en sus rostros desde lejos y todo tenía un motivo la fiesta de los “mayores” por lo que había escuchado era una fiesta fuera de serie donde se tomaba alcohol hasta perder la conciencia, duraba toda la noche, madrugada y por sobretodo se hacían juegos muy exuberantes según su percepción.

—No se pueden perder la mejor fiesta del siglo —exclamó una chica rubia entregando unos pequeños volantes por los cuales muchos se peleaban lo sorprendente fue que uno llegó a sus manos y pudo ver la descripción de este donde daban la fecha, hora y lugar del evento, sin duda se tomaban muy a pecho las famosas fiestas. No le tomó mucha importancia pues tampoco desea ir a una fiesta alocada en pleno inicio de año por lo que arrugó la nota tirándola en el contenedor de basura.

Mientras tanto lejos de sus ojos se escuchaba como un grupo de chicos reían de sus planes para la fiesta y quizás el placer de jugar alguna jugarreta para los novatos cuando uno de ellos observó a la chica pasar por los pasillos según sus ojos era linda de una belleza natural con mejillas rojas y ojos 

brillantes, la niña de ligas rosas era linda, pero lo que realmente le interesaba era cumplir la idea que se atravesó en su mente.

—Quién es esa chica —cuestionó deteniendo las risas de los demás.

—Es Emilia —contestó su mejor amigo atrayendo la mirada de los otros extrañados —es mi vecina desde hace años.

—Perfecto, dime como es —inquirió el chico con interés

—Bueno es buena persona un tanto ingenua piensa que todos son buenas personas y es algo inocentes, mucho diría yo —contestó según lo que podía ver de ella, no era su amigo solo eran vecinos y nunca habían cruzado palabras salvo cuando sacaba a su perro al patio nada más un “buenos días” o un “hola”.

—Porque tanto interés de repente en esa chiquita —inquirió otro de sus amigos.

—Porque ya he elegido a mi próxima víctima para este año —proclamó señalando a la joven.

Sus amigos rieron con satisfacción pues las bromas organizadas por el chico eran memorables. Lo que no sabía el ni calculaba era que terminaría involucrando más que sólo una broma en ese plan.

Emilia era inocente e ingenua confiaba en todos tenía grandes deseos de conocer y disfrutar de una buena amistad además deseaba conocer a un chico especial que la hiciera desfallecer con suspiros, en su momento creyó que era imposible y quizás no era lo suficientemente linda para atraer a nadie ni romántico ni amistoso, pero eso cambió cuando llegó ella.

—Buenos días, puedo centrarme aquí —levanto su vista de su libreta al escuchar la voz delicada. Miró con duda a la chica se veía muy hermosa no podía querer sentarse junto con ella y no con los populares seguro era alguna broma por lo que miró a todos lados para luego tocar su pecho sin creerlo.

—Me hablas a mi —indagó mirándola entre sus largas pestañas.

—Claro linda a quien más —indicó sentándose sin esperar respuesta —. Soy Eris Alfaro y tu como te llamas.

Miro nuevamente a todos lados esa chica guapa le estaba hablando a ella enserio.

—Mi nombre es Emilia Luján un gusto Eris —musito con una sonrisa de labios cerrados.

—No pareces como los demás desde que llegué aquí no dejan de atosigarme con fiestas, ropa y unos cuantos estúpidos calientes como perros, por Dios parecen putos —hablo dejándola sorprendida por la cantidad de palabras que soltaba al aire —hay linda te asuste perdón es que suelo hablar sin parar.

—No hay problema Eris —carraspeo roja como un tomate.

—No hablas mucho —indicó tomando su vaso de yogur —me caes bien muñeca.

Sonrió asintiendo tal vez las cosas no serían tan mal y lograría hacerse de amigos; desde ese día no hubo ni un día que no estuviera con Eris hablaban, reían y aunque la chica era algo alocada le caía muy bien, su año escolar iba de maravilla. Pero  todo cambió cuando Ángel se acercó a ella de forma amigable al principio pensó que se trataba de una broma y se lo hizo saber le era imposible creer que un chico como el tan popular y con millones de chicas a su alrededor decidiera sentarse con ella en el almuerzo pero el le hizo saber que esas chicas eran muy vanidosas y no lo querían  por lo que era, en cambio ella era noble y sin caretas eso la hizo sentir bien y así continuaron conociéndose, cosa que a su amiga Erín no le gustó.

—No te das cuenta te está usando nena date cuenta —dijo con rostro afligido.

—El no me usa… m-me quiere por favor porque no te comportas como una amiga y te alegras por mi —exclamó mirándola mal.




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