Capítulo 1
Tres meses antes
Odiaba estudiar, mejor dicho, este año odiaba estudiar.
Nunca fui una chica la cual se le diera genial el colegio, pero me las apañaba y así lograba pasar sin ningún inconveniente.
Pero este año fue todo de mal a peor. Principalmente fue el hecho que volvieran las clases virtuales (Con la cual no me llevaba muy bien), además de estar mal sentimentalmente. No ver a mi familia seguido era jodido, a pesar de no llevarnos color de rosas era extraño no verlos luego de 11 años vivir casi todos juntos.
Y por último, en julio, exactamente 29 de Julio fue cuando mi abuelo falleció.
Ya este año no estaba pudiendo mantenerme fuerte, pero hacía lo que podía.
Mi madre trabajaba todos los días y habían veces los cuales hacia 12 horas. Por lo que yo estaba encargada de limpiar la casa, hacer la comida, lavar la ropa y todas las tareas del hogar.
En Julio fue que nos reintegramos a clase en subgrupos, yo me encontraba en el “B”. Ya iba desganada a las dos primeras semanas de clase, ya que en clases virtuales no había seguido el ritmo del curso por lo que le fui sincera a los profesores diciéndoles que estaba perdida ante toda la información de repaso que estaban dando.
Al pasar una semana más ya iba mucho más avanzada que antes, ya que no me costaba tanto comprender los temas.
— Chicos, la semana entrante ya ingresaran ambos subgrupos a clase, así que tendrán el horario completo —Avisaba la adscripta luego de pasar el control de asistencia por si había un caso positivo saber quiénes estaban ese día.
De nosotras (En el subgrupo B somos solo chicas) solo salieron suspiros frustradas al tener que estar todo el horario en la institución. Ya el imaginarme soportar al profesor de “Matemáticas II” me hacía querer tirarme frente a un auto en marcha.
Ese profesor me había hecho sentir realmente mal, sentía impotencia por ser tan educada y no haberle contestado mal, se hubiera merecido un buen insulto. Ese día había sido 3 días después de que mi abuelo falleciera, 2 días después de velarlo y verlo por última vez… muerto…
Bajé mi mirada a mi banco, no quería recordar aquello me hacía sentirme mal. Volví a subir mi mirada a la ventana, en la cual se mostraba el patio del instituto.
Mi asiento se encontraba al fondo a la derecha, en el rincón de la clase al cual daba una ventana de tamaño ¿medio? Amaba aquel lugar, ya que 2 años atrás yo me sentaba en ese mismo asiento con mi antiguo grupito de idiotas de clase.
Al mirar la gente que pasaba me fije en un chico, el cual era bastante lindo pero como nunca eran de nuestra clase ni me fije en él. Volví mi vista a mi celular y seguí pasando las fotos de instagram.
Sentí que abrieron la puerta y al mirar me di cuenta que era el chico lindo, en su mano derecha llevaba agarrado un casco negro con gris, vestía con una campera rojo oscuro y pantalones negros.
— Buenas —Saludó con su voz gruesa, la voz que a más de una chica le gustaría escuchar por las mañanas.
Deje de mirarlo por si se daba cuenta de mi mirada, volví a mirar mi móvil y por el rabillo del ojo me di cuenta que se sentó en el banco siguiente al mío, a lo cual estábamos a menos de 1 metro de distancia.
“No te ilusiones, nunca te funciona nada”
Mi mente siempre me traía a la realidad, y sinceramente lo necesitaba. No quería ilusionarme y que me volvieran a usar.
En mayo del año pasado había decidido dejar de ser una estúpida la cual estaba detrás de un chico, mi enamoramiento llevo a 5 años sin ver a ningún chico que no sea él. Pase 5 años de mi vida esperando que esa persona se decidiera a estar conmigo, pero luego de dejar de hablarle me di cuenta que solo me quería para estar un rato y cuando él quisiera.
Suspiré al recordar la idiotez que tenía esos años, desde aquel chico no volví a interesarme en nadie más, me había concentrado todos estos meses en mí y en quererme.
Me había puesto muy linda a mi parecer, pero solo era a los ojos de mis seres queridos y los míos. Pero no me interesaba era feliz con pocas personas diciéndome “Hermosa”
Al transcurrir el día me di cuenta que el chico lindo que entro a mi salón era “Matteo Domínguez” uno de los más aplicados de Segundo de Bachillerato de Derecho.