Un nuevo mundo

Curiosidad?

Estoy temblando pero tengo que hacerlo, empiezo a quitar lentamente todos los muebles que bloquean la puerta. Esa puerta mi única salida mi única opción.

Termino de quitar las cosas pero aún no paro de temblar, debe ser por el miedo a lo desconocido. Una vez más regresan los pensamientos a mi mente, esa sonrisa de mi madre que me daba tanta  tranquilidad. Me pongo varias capas de ropa, en una mochila vieja guardo lo que me queda de comida y agua. A pasado un mes desde que escuche los disparos afuera, se acabaron mis provisiones de comida y agua incluso racionando, me costó un mes aceptar la muerte de mi madre ¡Me costó un maldito mes tomar valor pasa salir! debo salir.

Abro los ojos viendo enfrente mío la perilla de la puerta trato de despejar la mente mientras miro fijamente la perilla por unos cuantos minutos, es como si el tiempo se detuviera, como si al abrir la  puerta todo volvería a la normalidad para despertar de está pesadilla.
Empiezo a escuchar pájaros a la lejanía yo solo siento como mis dedos acarician  el congelante frío de la perilla enegrecida y polvosa. La tomo con fuerza y giro abriendo la puerta mientras mantengo los ojos cerrados. Cómo era de esperarse el canto de los pájaros va desapareciendo lentamente hasta convertirse en un chirrido constante y eterno.
Abro los ojos temeroso, veo lo que esperaba mi casa está destruida muchas de las paredes están negras o desaparecieron, doy mis primeros pasos en el suelo negro y polvoso. Me invade un olor putrefacto casi vomito y regreso corriendo al sótano para recuperar el aliento y no vomitar por el asco. Busco ropa o trapos viejos para taparme la nariz, me pongo por último mi mochila y unos lentes estoy listo pero tarde demasiado no cerré la puerta y el olor empieza a entrar ¡Es hora de salir al mundo!

El tronido de la madera de las escaleras invaden la casa, subo y cierro la puerta tras de mi. Me dirijo al pasillo el olor es más fuerte pero se desvanece gracias a un ligera brisa, veo un cuerpo casi desecho es un esqueleto con enormes larvas del tamaño de mi mano comiendo la poco y putrida carne del cadáver. Son almenos cincuenta larvas gigante que se arrastran lentamente hacia mi que puto asco tengo la cara completamente tapada y aún traspasa el olor por las telas es asqueroso. Esto es lo que escuchaba en las noches en el último mes, era esto larvas comiendo el cadáver putrido comiendo hasta reventar.
Me alejo lentamente dando pasos hacia atrás pero pido algo blando, miro mi pie es una larva gritando y partida a la mitad de ella salen larvas aún más pequeñas. No dejo de escuchar los chillidos de esa cosa asquerosa, devuelvo la mirada a las larvas sé acercan rápidamente arrastrándose por el suelo, yo solo retrocedo con miedo. De entre las larvas veo lo que parece un rifle, que hago lo tomo, regreso al sótano o las mato a todas. Decido correr hacia el rifle escucho los crujidos y las viscosas viceras decías larvas, tengo el rifle a mi alcanze lo tomo del cañón y corro hacia la salida de la casa. Paso por la entrada de varias habitaciones veo unos cuantos esqueletos, en la sala hay enormes larvas del tamaño de un perro con piel tan gruesa como la de un alacrán pero oscuras como si fueran su caparazón o escamas. Se levantan como una oruga de entre lo que parece su cabeza se abre y salen dos tentáculos que parecen antenas, su abdomen se abre y salen más  gusanos pequeños como los de hace un momento y avanza la madre de esas larvas gritando, empieza a avanzar ese ejercito de porquerías.

Me paralizó viendo como de entre algunos agujeros del salen y salen más larvas cada vez más grandes. Se me eriza la piel del miedo y por el asco, tengo en las manos temblorosas el rifle, jalo el gatillo del rifle por los temblores de la mano, el sonido del arma hace que regrese al mundo real y tiro el rifle. Me lastime el brazo y la mano por el culatazo trato de levantarla del suelo, junto al arma hay una larva pequeña la puso y levanto el rifle, las larvas sé levantan gritando con fuerza decido correr y salgo de la casa hacia la calle. En medio de la calle miro el cielo nublado, las casas destruidas con un fuerte viento golpeando mi cara. Las larvas empiezan a salir de la casa debo largarme ahora mismo.



#6545 en Thriller
#2552 en Suspenso
#15696 en Otros
#1948 en Aventura

En el texto hay: apocalipsis, supervivencia, suspenso

Editado: 02.09.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.