Capitulo145

Las langostas en la canasta treparon, haciendo sonidos de "thud thud thud" mientras se movían, y parecía que estaban a punto de volcarla.

  Bai Qingqing rápidamente volvió a empujar esas langostas.

  Parker se quedó sin habla.

  Cortis se quedó sin habla.

  Al encontrarse con sus miradas asombradas, Bai Qingqing se rió secamente. "Hur hur hur ..."

  Bai Qingqing ahora recordó que Eve usaba con frecuencia una canasta de ratán para llevar a sus cachorros de leopardo a jugar en las montañas, pero en ese entonces no pensó demasiado en esto. Le sorprendió que este pequeño detalle implicara las costumbres en el mundo del hombre bestia.

  "Deja de pincharlo ..." Parker podía sentir la vibración en la canasta. Le temblaron un poco las manos y, cuando agachó la cabeza y vio las langostas en el transportador que se usaba para los cachorros, se le puso la piel de gallina por todo el cuerpo.

  Parker estaba a punto de vaciar las langostas de la canasta, cuando Bai Qingqing la sujetó apresuradamente y dijo: “Pongamos las langostas allí por un tiempo. Una vez que hayamos recogido suficientes langostas, las serviremos en casa. Está bien."

  "Pero ..." Parker miró a su alrededor. Era un raro día soleado y todos los hombres bestia habían salido, pero por el momento no se habían percatado de ellos.

  "Seremos ridiculizados por otros", dijo Parker preocupado.

  Bai Qingqing hizo un puchero.

  Cortis pasó su mano por el flequillo de Bai Qingqing que se había ensuciado por el viento y dijo con indulgencia: “Si deseas usarlo, solo úsalo. No es necesario que te preocupes por cómo te mirarán los demás ".

  Antes de que el ansioso Parker pudiera hablar, escuchó a Bai Qingqing decir en voz baja: "Olvídalo, los chismes son algo terrible".

  No era que Bai Qingqing estuviera haciendo una concesión. Las langostas eran criaturas vivientes, después de todo. Este fue probablemente el equivalente a que las personas en la era moderna pusieran a sus perros en cochecitos de bebé. Pero, de nuevo, los perros eran los mejores amigos de los humanos, por lo que quizás era común que los amantes de los perros hicieran esto. Sin embargo, si coloca un montón de langostas en el cochecito de un bebé ...

  Fue un pensamiento bastante aterrador.

  Parker inmediatamente corrió hacia atrás y trajo una palangana de piedra. “Muy bien, iré a pescar langostas ahora. Qingqing, no te muevas. Tenga cuidado con sus pellizcos ".

  “Está bien, me han pellizcado tantas veces que ahora tengo experiencia”, dijo alegremente Bai Qingqing, inclinándose y buscando langostas.

  Las langostas no estaban en el menú de los hombres bestia, ya que tenían poca carne y conchas duras, por lo que comer langostinos de río era preferible a comer langostas. Por lo tanto, el acto de Bai Qingqing y su familia de atrapar las langostas atrajo la atención de los hombres bestia muy rápidamente.

  Como había un hombre bestia serpiente de cuatro rayas entre ellos, los otros hombres bestia solo se atrevieron a mirar desde lejos y no se atrevieron a acercarse. A estas alturas, Cortis era famoso por ser protector con su hembra.

  Un hombre bestia oso se quedó mirando durante un buen rato y finalmente no pudo resistirse a acercarse.

  "Bai Qingqing, ¿por qué estás pescando langostas?" Tony preguntó, rascándose la cabeza mullida.

  Al escuchar su voz, Bai Qingqing enderezó su cuerpo. Cuando vio que era Tony, lo saludó con una sonrisa. Ah, eres tú, Tony. Los voy a pescar para comer ".

  Tony no registró nada de lo que dijo la mujer. Quedó atónito en el momento en que miró el rostro de la mujer. Su mano fue colocada detrás de su cabeza y su cuerpo estaba completamente congelado.

  Tan, tan, tan, tan hermosa ...

  Aparte de estas palabras, Tony no pudo oír nada más. Se sentía como si se hubiera hundido en nubes esponjosas, su cuerpo se sentía tan ligero que podría volar en cualquier momento.

  Pero de repente, el cuerpo de Tony se estremeció. Sintió una mano helada y rígida aterrizar sobre él, lo que le hizo cambiar la mirada. Se encontró mirando a un par de asesinos ojos rojo sangre.

  Cortis, de pie detrás de Bai Qingqing, miraba sin piedad al hombre bestia oso que miraba soñadoramente a su hembra.

  Cortis solo había movido un poco la cola y Tony pareció recuperar instantáneamente la capacidad de moverse ahora. Se dio la vuelta y empezó a correr, como una rata perseguida por un gato, llorando de miedo cuando se dio la vuelta. "Oh-"

  ¿Te imaginas cómo suena un oso llorando de miedo? Es como la delicada voz de una jovencita a la que se le bajó el tono. Sonaba como si esa voz hubiera sido forzada a sonar como la voz profunda y masculina de un hombre.

  Hacía que los oídos sintieran ganas de vomitar.