Capitulo 356

Sin embargo, Bai Qingqing, cuyo corazón se le había subido a la garganta, no estaba de humor para admirar eso.

¿Podría ser que el líquido se le había derretido de la cara?

"¿Qué pasa?" Bai Qingqing trató de encoger la barbilla mientras preguntaba, fingiendo calma.

Alva simplemente la miró fijamente y no respondió a su pregunta. Extendió la otra mano y cubrió la marca de nacimiento púrpura en la cara izquierda de Bai Qingqing.

La frecuencia cardíaca de Bai Qingqing aumentó. Ella giró la cabeza e intentó esquivarla, pero él volvió a rodearle la cabeza con las manos.

"De repente me di cuenta de que tus rasgos faciales no son tan malos".

Alva dijo con asombro, un extraño brillo en sus ojos. "Si esas marcas de nacimiento no estuvieran allí, probablemente serías muy bonita".

Era solo que estas dos marcas de nacimiento eran demasiado llamativas, lo que dificultaba que los demás notaran sus rasgos faciales. Incluso mirar esto cuidadosamente fue un poco deslumbrante para Alva.

Bai Qingqing exhaló un gran suspiro de alivio y su cuerpo también se relajó. Cuando se inclinó, el borde de su camiseta se abrió de golpe.

Alva, que estaba dispuesto a retirar la mano, se quedó paralizada de repente. Abrió los ojos en estado de shock.

Cuando Bai Qingqing bajó la cabeza siguiendo la mirada de Alva, pensó para sí misma "¡F * ck!". Se apresuró a sujetar la camiseta y se retiró hacia atrás.

Sólo entonces Alva salió de su conmoción. Cuando levantó la cabeza, su rostro parecía un poco sonrojado.

"¿Todas las hembras de otra especie tienen un trozo extra de carne como tú?" Había desdén en su voz como de costumbre; era solo que ahora, sonaba muy deliberado.

La cara de Bai Qingqing también se puso roja. Se tocó la barriga hinchada y dijo con total naturalidad: "Tal vez sea porque soy una especie de mamífero, diferente de ustedes, hombres bestia ovíparos1".

Sin embargo, dado que todos tenían pechos, eso significaba que las hembras pavo real también tenían la capacidad de dar a luz a hombres bestia mamíferos.

Espera un minuto…

Bai Qingqing se congeló mientras hablaba.

¿Se hizo más grande durante este período debido a su embarazo?

¡Ah ah ah ah!

Bai Qingqing sintió como si hubiera sido alcanzada por un rayo, y su rostro se puso aún más rojo ahora. Ese color era casi tan intenso como esas dos marcas de nacimiento moradas en su rostro. Extendió las manos y se tapó la boca que se había abierto involuntariamente.

"Veo."

Bai Qingqing escuchó a Alva decir esto afuera de la puerta. Entonces, la bola gris gritó dos veces, antes de que no hubiera más conmoción. Volvió la cabeza y vio que ahora no había nadie fuera de la puerta.

Bai Qingqing extendió la piel del animal en el suelo y se acostó sobre ella, incapaz de pensar con claridad durante mucho tiempo.

"¡Oye! ¡Tu carne! "

La voz repentina sorprendió a Bai Qingqing. Se sentó y vio que Alva había regresado, y esta vez la bola gris se había convertido en un trozo de carne.

"Gracias." Bai Qingqing no se mantuvo en la ceremonia esta vez. Las mujeres embarazadas tenían hambre especialmente rápido. Al ver la comida, volvió a tener hambre.

Incluso mantuvo alejado el pedernal que trajo Muir; ahora había una fuente de fuego.

Bai Qingqing cargó su equipaje y salió, preparándose para asar la carne.

"¿Vas a asar carne ahora?" preguntó Alva.

"Mm."

Siguió de cerca a Bai Qingqing. “A Bella le gusta la carne que asaste. Enseñame."

Bai Qingqing, que tenía un poco de miedo de ser seguido por hombres, se relajó al escuchar que Alva estaba haciendo esto por Bella. Ella respondió: “Está bien. De hecho, es muy simple ".

Los dos iniciaron un incendio junto al río. Había sal en polvo y ajo en el equipaje de Bai Qingqing.

Usando estos dos condimentos, Bai Qingqing marinó la carne por un tiempo, antes de ponerla a asar al fuego.