Capitulo 374

Muir llevó a Bai Qingqing de regreso a la casa de madera. Cuando estaba a punto de irse, ella dijo: “Ahora no hay hombres bestia águila por aquí. No pierdas de vista el suelo y comprueba si Curtis ya está aquí.

Muir dijo en su tono habitual: "Está bien, estaré atento cuando busque comida".

Cuando se fue, Bai Qingqing se alejó de la entrada y se masajeó el pecho.

Está tan hinchado. ¿Realmente estoy amamantando?

Bai Qingqing sintió que su pecho se humedecía un poco. Aturdida, se quitó la ropa y encontró un líquido blanco en su piel.

Bai Qingqing se quedó sin palabras.

Se sonrojó levemente y se lavó suavemente, temiendo exprimir más leche si usaba demasiada fuerza.

En menos de dos horas, Bai Qingqing se dio cuenta de que se había preocupado demasiado. Después de haber aceptado esta realidad, no pudo evitar apretar su pecho por curiosidad. Ese incidente fue simplemente una coincidencia, ya que no salió nada extraño sin importar cuánto apretó su pecho.

"Heehee ..."

Bai Qingqing se rió entre dientes mientras se aferraba a su dolorido pecho. Entonces, de repente sintió que la casa de madera temblaba ligeramente.

Las vibraciones fueron muy constantes. No parecían los pasos de un hombre bestia, o el viento que hacía que las ramas de los árboles se balancearan con el viento.

Bai Qingqing miró hacia afuera con curiosidad. No había ni una sola alma en las ramas.

Eso es raro. ¿Por qué tiembla la casa?

Bai Qingqing pensó vagamente en la respuesta y la expresión de su rostro cambió de repente. Salió de la casa y miró las raíces de los árboles.

Las raíces del árbol no se habían sacudido.

¿Fue un terremoto?

Todos los hombres bestia pavo real lo sintieron y rápidamente salieron volando de sus nidos, trayendo consigo a sus parejas y pajaritos.

Los pajaritos gorjearon con tristeza. De repente se volvió anormalmente ruidoso afuera, como si se hubiera caído en un nido de gallina.

El rostro de Bai Qingqing palideció y su mente se llenó de imágenes del rey mono apareciendo. Su corazón se aceleró y su cuerpo se sacudió violentamente.

¿Era realmente una persona que traía el desastre con ella dondequiera que fuera?

Los hombres bestia aquí eran todos pájaros, por lo que era poco probable que hubiera innumerables muertes como ella imaginaba. Ella fue quien les provocó esto.

No pudo evitar preocuparse si otros desastres naturales les ocurrirían en el futuro.

¿Qué debería hacer ella? ¿Huir a un lugar donde nadie pudiera encontrarla?

Los ojos de Bai Qingqing se abrieron cuando grandes lágrimas rodaron por sus mejillas. ¿Morir era lo correcto, después de todo?

Quiero ir a casa. Extraño mucho a mamá y papá. Incluso su hermano, con quien nunca estuvo de acuerdo, parecía más amable en su mente.

Bai Qingqing no se dio cuenta de que un pavo real todavía estaba encaramado en lo alto de un árbol y la miraba fijamente.

El suelo tembló. Bai Qingqing está solo. ¿Debería bajar para protegerla?

Pero todas las hermosas plumas de su cuerpo se habían ido. Si Bai Qingqing lo viera así, definitivamente le desagradaría aún más.

Alva se enfrentó a un dilema.

"Chillido-"

Se escuchó claramente un chillido desde arriba cuando un águila negra voló hacia un árbol grande.

"¡Muir!" Bai Qingqing lo miró con la esperanza de una persona ahogándose que acababa de encontrar una pajita a la que agarrarse.

Muir descansó junto a Bai Qingqing mientras se transformaba en su forma humana y la abrazó con fuerza.

"No te preocupes. Estoy aquí."

Bai Qingqing se arrojó al estrecho abrazo de Muir, sus quejas salieron a la superficie. Ella le devolvió el abrazo con fuerza mientras hundía la cara en su pecho y lloraba.

Ella no eligió venir a este mundo. ¿Por qué terminó convirtiéndose en una maldición? Si tuviera una opción, no ... ni siquiera vendría aquí en primer lugar.