Capitulo 631

De pie debajo del árbol, Bai Qingqing levantó la cabeza para mirar el agujero del árbol. Había querido subir, pero no quería molestar al Curtis dormido.

¿Rugido? ¿Rugido? [Mami, ¿quieres subir?]

Third le rugió a su mamá con sus patas alrededor del tronco del árbol.

Por alguna extraña razón, Bai Qingqing realmente entendió lo que significaban esos rugidos. Ella respondió con una sonrisa: "¿Puedes llevar a mamá hasta allí?"

¡Rugido! Third asintió vigorosamente. Inmediatamente la golpeó con la cabeza, queriendo cargarla en su espalda.

Si este fuera el suelo, Bai Qingqing todavía se atrevería a dejar que él la llevara. Pero como estaban en el árbol… olvídalo. Por el bien de An'an, no se atrevió a tomarse las cosas a la ligera.

Los machos de esta edad eran los más aficionados a mostrar sus capacidades. No dispuestos a ser derrotados, Eldest y Second también se apretujaron hacia Bai Qingqing.

¡Rugido! ¡Rugido!

Bai Qingqing de repente sintió un dolor de cabeza.

La cola de una serpiente roja bajó repentinamente del agujero del árbol y apareció ante su pecho.

"¡Curtis!"

La encantada Bai Qingqing envolvió rápidamente sus brazos alrededor de la cola de la serpiente. La cola de la serpiente bajó un poco más, antes de enrollarse debajo de las axilas de Bai Qingqing y levantarla.

¡Rugido!

Los tres cachorros de leopardo se quedaron estupefactos.

Molesto, Third aulló la cola de la serpiente, luego envolvió sus extremidades alrededor de la corteza del árbol y comenzó a trepar hacia arriba. El mayor y el segundo siguieron su ejemplo.

Haciendo acopio de todas sus fuerzas, se precipitaron hacia el agujero del árbol delante de su madre, luego la esperaron con orgullo con la barbilla levantada.

Una vez que Bai Qingqing entró en el agujero del árbol, vio a sus tres cachorros mirándola con sus grandes ojos, su renuencia a admitir la derrota escrita en sus rostros.

Sin saber si reír o llorar, dijo: "Los bebés se portan bien. Mami dejará que ustedes tres me carguen después de que dé a luz a su hermana menor".

Rugido ~

Los cachorros frotaron sus cabecitas peludas contra su madre, y solo entonces se calmaron.

Curtis acurrucó a Bai Qingqing hacia él y le alisó el cabello desordenado. "Está mal de nuevo".

Mientras hablaba, Curtis le acercó la bolsa y sacó un peine. "Te ayudaré a peinarte".

Cuando se dio la vuelta, Bai Qingqing agarró un mechón de su cabello y lo hizo girar entre sus dedos. “Estoy pensando en cortarme el pelo por la mitad. Es muy molesto tener que peinarse todos los días. Realmente te envidio por tener un cabello tan liso y liso ".

"Déjame ayudar." Curtis sacó el cabello de la mano de Bai Qingqing y comenzó a peinarlo con atención.

“Si no fuera por ustedes, me habría cortado el pelo durante mucho tiempo. Pero ahora realmente no puedo soportarlo más ". Mientras hablaba, buscó la escala que yacía en el montón de hierba. Sin embargo, antes de que pudiera levantar la mano, Curtis se la arrebató.

“Tu cabello se ve muy bien. No puedo soportar que me lo cortes ".

Aunque su voz sonaba suave, cuando entraron en los oídos de Bai Qingqing, su corazón no pudo evitar palpitar.

Como a Curtis le gustó, entonces… olvídate de cortarlo.

Con las mejillas encendidas, bajó la cabeza y dijo: "Entonces te escucharé".

Después de que él le peinó el cabello, Bai Qingqing lo ató en dos trenzas, temiendo que se ensuciaran. Sacó dos tiras de piel de animal que habían dejado a un lado y ató un nudo de mariposa al final de las dos trenzas.

Cuando terminó de arreglar su peinado, Bai Qingqing sintió que se veía increíblemente infantil. Sin embargo, con su cabello todo trenzado, se sentía realmente cómodo.

Sin embargo, por la forma en que los ojos de Curtis estaban iluminados, estaba claro que estaba asombrado por lo hermosa que se veía con este peinado.

Se levantó y llegó a Bai Qingqing con un movimiento de la cola de su serpiente. “Desde que llegó ese médico, no nos hemos apareado desde entonces. Es hora de compensar eso ".