Capitulo-794

Varios grandes pájaros negros que parecían cuervos volaron hacia el bebé, que miraba aturdido a esas criaturas.

“¡Ay! ¡Espantar!" Bai Qingqing gritó mientras corría. A pesar de su gran tamaño, extendió la mano para golpear a los grandes pájaros negros que volaban hacia su bebé.

Con alas que medían más de un metro de largo cuando se extendían, los grandes pájaros negros no parecían mucho más pequeños que Bai Qingqing. No estaba claro quién tendría la ventaja si se metían en una pelea. Los pájaros se lanzaron instantáneamente en una posición de ataque.

Pero antes de que pudieran tocar a Bai Qingqing, la cola de una serpiente enorme los envió volando. Golpeados contra las rocas, la sangre brotó profusamente de sus cabezas rotas y, después de luchar un poco, murieron.

Curtis rápidamente agarró la mano de Bai Qingqing y vio la cicatriz visible en su palma rosada, la herida de haber sido cortada previamente por la hoja.

"¿Estás cansado de vivir?" La rabia en la voz de Curtis era inconfundible. Solo cuando vio que Bai Qingqing estaba completamente ileso, su rabia se disipó un poco.

“Ni siquiera he seguido con el asunto de que te lesionaste previamente. ¿Realmente te consideras un hombre?

Bai Qingqing bajó la cabeza y jugueteó con los dedos índices. ¿Cómo podía considerar tantas cosas cuando vio a An'an en peligro?

Pero ante la mención de esa lesión, la tímida Bai Qingqing bajó la cabeza dócilmente mientras Curtis la sermoneaba.

Al ver a Snow de esta manera, independientemente de lo enojado que estuviera Curtis, no podía soportar enfurecerse con ella. Luego miró los cadáveres de los pájaros negros, sintiéndose extraño.

“Tuve la culpa de no protegerte bien. No esperaba que hubiera águilas necrófagas aquí”, dijo Curtis.

Las águilas necrófagas se especializaban en comer presas a medio comer o jóvenes hombres bestia sin la capacidad de valerse por sí mismos. Este lugar estaba cubierto de rocas y casi no se veían animales. ¿Cómo podrían aparecer águilas necrófagas en un lugar así?

Bai Qingqing dejó escapar un suspiro de alivio. “Afortunadamente, estamos todos bien. Esos pájaros son enormes. Vamos a traerlos de vuelta para comer más tarde”.

“No sabe bien”, dijo Curtis.

Bai Qingqing no le creyó. Mirando a los pájaros gordos, se levantó y le dijo mientras caminaba: "Cuida de An'an".

Bai Qingqing caminó hacia el cadáver del pájaro y se agachó, luego golpeó al pájaro negro con una vara.

Para su sorpresa, el pájaro aún no estaba completamente muerto. De repente batió sus alas, lanzando un hedor agrio y podrido en su dirección. Era un olor intenso que ahogaba los sentidos.

Bai Qingqing inmediatamente se cubrió la nariz, se levantó y retrocedió.

Curtis la miró con una mirada divertida. "¿Me crees ahora?"

Bai Qingqing asintió con una expresión amarga.

Su visión se volvió hacia Parker en la fisura de la tierra.

En el espacio completamente oscuro, un par de ojos verdes brillantes se movían mientras miraban aquí y allá.

Debajo, algunas rocas emitían una tenue luz luminosa. Aunque invisible para el ojo humano, fue suficiente para que los leopardos vieran todo lo que había allí.

Una corriente de aire flotó desde Dios-sabe-dónde, trayendo una mirada helada a Parker, haciéndolo sentir como si hubiera viajado en el tiempo a la estación fría.

Aparte de ser frío, el viento era acre e indistintamente sonaba como los trágicos gritos de una mujer.

Parker avanzó con cautela mientras caminaba sobre las rocas en busca de la dirección de donde venía el viento frío.

De repente, un parche de diminutas motas de luz que parecían un mar de estrellas apareció en la oscuridad ante él.

Parker se congeló. Preguntándose qué era eso, procedió aún más cuidadosamente ahora.

Se acercó y vio que era como esperaba: muchos cristales de ocho caras estaban incrustados en la pared de piedra.

En aquel entonces, cuando vino Winston, todavía era la estación fría, por lo que probablemente no había notado el frío anormal, por lo que se perdió este gran lote de cristales.