Un nuevo mundo

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Parker estaba recogiendo flores de algodón en el pueblo cuando su corazón palpitó repentinamente. Su cuerpo tembló y miró hacia arriba.

 

"¡Qingqing!"

 

Corrió de vuelta a casa con la bolsa de flores de algodón. Cuando no vio a Bai Qingqing en casa, sintió una sensación más fuerte de que algo andaba mal.

 

Estaba a punto de salir corriendo del castillo de piedra cuando notó por el rabillo del ojo que Curtis parecía estar perfectamente bien. Dudó y no dijo nada. Se dio la vuelta para salir.


 
 

Si Qingqing estaba en peligro, podría convocar a Curtis. Como no lo hizo, debería estar buscándolo a él.


 
 

Parker tenía dos pistas. En primer lugar, estaban las huellas de Bai Qingqing. En segundo lugar, estaba la conexión espiritual que compartían los compañeros.


 
 

Por eficiencia, Parker eligió el segundo método. Por eso no notó ninguna pista en su camino.


 
 

No fue hasta que no logró encontrar a Bai Qingqing, incluso después de salir de la aldea, que se dio cuenta de que ella estaba en peligro.

 

Sería retrasar el tiempo para volver a encontrar pistas e informar a Curtis. Parker dejó escapar un bramido furioso y corrió aún más rápido.


 
 

Cuando Bai Qingqing estaba a una distancia suficiente, Curtis también notó que algo andaba mal.

 

Buscó a su alrededor y se dio cuenta de que Parker, Bai Qingqing y An'an no estaban a la vista.


 
 

Curtis se enfureció al instante. Incontrolablemente, se convirtió en su forma de bestia completa y salió corriendo de la aldea.

 

"Aullido-"

 

Cuando los cachorros de leopardo lo encontraron, levantaron la cabeza y lo llamaron.

 

Cuando Curtis los vio, su cuerpo se detuvo por un momento y su furia se calmó un poco.


 
 

Los niños todavía estaban en casa. Snow no los dejaría atrás. Podría haber entendido mal las cosas. Snow no lo abandonó.

 

La figura de serpiente de Curtis desapareció rápidamente de la visión de los cachorros de leopardo. Intercambiaron algunas miradas desconcertadas y comenzaron a hablar entre ellos.

 

El mayor dijo: [¿Curtis salió a cazar? Aullido-]

 

Segundo dijo: [Debería ser. Volvamos a casa a esperar la comida. Aullido-]

 

Tercero asintió: [¡Aullido!]

 

Luego se pararon junto a la estufa, planeando tomar algunos aperitivos de entrañas antes de la comida. Sin embargo, se sentaron allí hasta que el cielo se oscureció, pero la comida aún no llegó.

 

Los tres cachorros de leopardo solitarios estuvieron tristes por mucho tiempo. Luego, cada uno cogió la comida que le gustaba y tuvo un festín.


 
 

Cuando Bai Qingqing se despertó, vio un techo de madera. El aire era caliente y húmedo, haciéndola sentir pegajosa por todas partes.

 

"Te has despertado". La cara de la pequeña serpiente apareció en su visión.

 

Bai Qingqing miró la cara de la pequeña serpiente y recordó los eventos que habían ocurrido antes de que se desmayara. Ella se incorporó enfadada.

 

“Pequeña serpiente, ¿qué estás haciendo?”

 

Llámame Curtis. La pequeña serpiente colocó su mano sobre su cabeza y la acarició suavemente.

 

Bai Qingqing quedó atónito y luego se le puso la piel de gallina por su toque. Ella abofeteó la mano de la pequeña serpiente.

 

"¿Qué dijiste?" La mirada de Bai Qingqing estaba llena de dudas cuando miró a la pequeña serpiente.

 

¿Qué le pasaba a este niño? ¿Podría haber sido poseído por Curtis?

 

La pequeña serpiente parecía un poco disgustada, pero rápidamente se contuvo, mirándola con adoración y dijo: "Snow, soy Curtis".

 

"¡Bofetada!" Bai Qingqing golpeó con fuerza la cabeza de la pequeña serpiente, furioso.

 

La pequeña serpiente tensó su rostro frío, mirando a Bai Qingqing con sus ojos carmesí. Su expresión compartía un gran parecido con Curtis.

 

Era solo que era demasiado joven y no tenía la disposición de un hombre bestia fuerte como Curtis.

 

Pero esto fue suficiente para asombrarla.

 

Bai Qingqing miró a su alrededor y encontró a An'an durmiendo a su lado. Se sintió un poco más tranquila.

 

No tenía idea de dónde estaba este lugar y miró furiosa a la pequeña serpiente. Cargó a An'an y se levantó, saliendo rápidamente de la casa de madera.

 

La pequeña serpiente no la detuvo y simplemente la siguió en silencio.




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