Un plan perfectamente imperfecto

Capítulo 3

No me lo podía creer, ¿por qué lo hicieron? Nunca me espere que hicieran eso. Noah nunca fue de esos, siempre fue tan lindo y respetuoso, ahora sé que solo era una máscara para acercarse a mi hermana. Y a pesar de todo, yo pensaba que Regina de verdad amaba a Axel, como para traicionarlo de esta manera.

Y ahora yo estaba aquí, sentada en una banca, en medio de la noche. A pesar del dolor por su traición, no solté ni una sola lagrima, estaba más enojada que triste, quería golpear algo y más si tenía una foto pegada de esos dos.

Voltee hacia arriba y mire la luna, era tan bonita y reconfortante. Cerré los ojos dejando que el aire me pegue en la cara y esperando que mi mente se despeje.

Pasaron los minutos y ya era demasiado tarde, era mejor irme, aunque obviamente a mi casa no.

Caminaba por la enorme calle, solo escuchaba la música que salía de mis audífonos y estaba a punto de marcarle a Emily, si no fuera porque un carro se estaciono delante de mí con demasiada prisa. E de admitir que me a primera impresión me asuste, si no fuera porque la lujosa camioneta fuera de Axel.

Él bajo el vidrio y me acerque.

—¿Qué haces? —pregunte asomada en su camioneta.

—Es muy tarde para que estes aquí sola—me miro y pude notar lo rojo de sus ojos, no me imagina el dolor que ha de estar sintiendo—. Sube, te llevare a tu casa.

Solté una risa.

—¿Crees que tengo ganas de regresar ahí? —el negó.

—Pero no te puedo dejar aquí—vi como bajaba de la camioneta y se acercaba a mí. Abrió la puerta y me extendió la mano.

—¿Qué haces aquí? ¿Me seguías? —el negó con rapidez.

—No, no, iba para tu casa—fruncí el ceño. ¿Qué iba a hacer en casa? ¿Quería regresar con Regina? ¡Se acaba de enterar que le pusieron el cuerno!

El pareció saber lo que pensaba porque su cara cambio de inmediato.

—No voy a ver a Regina—y esta vez mi confusión incremento.

—¿Y qué ibas a hacer en mi casa?

—Te iba a buscar a ti—este hombre quiere asustarme ¿o qué?

—¿Cómo por? —alce una ceja.

—Ya no importa. ¿A dónde te llevo? —me termine subiendo a la camioneta.

—A la casa de Emily—puse en mi celular la ubicación y el arranco.

Los dos estábamos en silencio, era un silencio muy incómodo. Los dos habíamos sufrido exactamente lo mismo, con las mismas personas y para colmo yo vivía con Regina.

Axel se para en un semáforo en rojo, para luego mirarme.

—¿Cómo te sientes?

—Bien, mi novio se cogió a mi hermana, no podría estar mejor—el bajo la cabeza y cerré los ojos con frustración—. Lo siento, es que estoy—solté un suspiro—tan enojada.

—Lo entiendo, yo también—el carro volvió a avanzar.

—¿Para qué querías verme? —el negó y puso su mirada al frente.

—Nada—alce una ceja.

—No me dejes con la duda—rezongue

—Es solo una tontería—me cruce de brazos—. Solo fue un impulso que tuve y te iba a proponer algo, pero lo pensé bien y solo iba a cometer un error al comentártelo.

Lo mire con aun más curiosidad que antes. Ahora se tenía que aguantar todas mis preguntas.

—¿Qué me ibas a proponer? —él se limitó a solo negar—. ¡Dime! Por favor—le agarre la manga de la playera y la agite, pero el solo miraba al frente—. ¡Ándale!

En todo momento me ignoro hasta que por fin llegamos a la casa de Emily, pero no me salí, me quedé a su lado cruzada de brazos y mirándolo fijamente. El no pudo evitarlo y también me miro.

—No me voy a bajar de aquí hasta que me lo digas—ser molesta es la mejor de las herramientas.

—Ni tú quieres oírlo, ni yo contártelo. Es mejor así—se bajó del carro.

Abrió la puerta y me dio la mano, pero me quede inmóvil en mi asiento.

—SI quiero saberlo.

—Te aseguro que no—intento finalizar, pero al ver que no lo iba a dejar ir, a menos que me dijera, termino cediendo—. Estoy enojado y…—soltó un suspiro—soy impulsivo. Solo quería vengarme y proponerte… quería que fingiéramos salir.

—¿Salir? ¿Tipo…?

—Tipo novios—abrí los ojos como platos—sé que es una tontería. Lo siento, pero estaba muy molesto. Bueno lo sigo estando, pero te vi y…

—¿Y?

—Nada, que te valla bien—me baje de la camioneta y él se fue.

Toque la puerta de la casa de Emily y su mamá me abrió.

—¡Samantha! —dijo con emoción—no sabía que ibas a venir. Emily no está—yo baje la cabeza con decepción. No sabía que iba a hacer, pero ni de loca regresaba a mi casa.

—Lo siento, me voy—dije algo decepcionada, me gire para irme, pero la señora Ariana me agarro el brazo.

—¿Estas bien? —me giré con los ojos llorosos y me metí a la casa con ella. Siempre vi en ella una figura maternal.



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En el texto hay: amor, fingiramor, amor infidelidad

Editado: 29.08.2023

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