Un plan perfectamente imperfecto

Capítulo 4

AXEL

Hace varios días había notado comportamientos extraños de Regina. De hecho, me acababa de enterar que me había engañado con un amigo, por eso había estado algo distante con ella, pero yo la perdone, ella me prometió que nunca lo volvería a hacer.

Ayer yo no le había avisado que la iba a visitar, le tenía una sorpresa. Pero cuando llegue nadie me habría, por suerte sabia de la llave secreta que tenían y logre entrar. Y buena sorpresa fue la que yo me lleve, cuando entre en la habitación de Regina, me encontré con esta misma y con el chico que había estado saliendo Samantha. Al salir creo que azote la puerta y escuche los gritos de Regina tras de mí, pero no me detuve. Fui directo a mi carro y me fui sin mirar atrás.

Las llamadas de Regina no tardaron en llegar, pero no iba contestar ni una sola. Ya me había engañado una vez, otra no se la iba a perdonar. Respiré profundamente y decidí que lo mejor era estacionarme, no era buena idea manejar enojado, podía ocasionar un accidente.

Me estacioné en la orilla de un parque y puse algo de música, la rabia se estaba apoderando de mí, aprete mis dientes con rudeza, quería olvidarme de Regina, pero no lo lograba y fue inevitable que pequeñas lagrimas salieran de mis ojos. Pasaron los minutos y a lo lejos vi pasar a Samantha, a diferencia de mí, ella no tenía ni una sola lagrima en sus ojos, pero estaba realmente enojada. En cada paso que daba notaba la rudeza que habitaba en ella, siempre fue así, una mujer fuerte que con solo la mirada podía intimidar a quien sea. Pero estaba seguro de que si en este preciso momento, si alguien se atrevía a molestarla no saldría ileso.

Verla tan enojada, hizo que yo me enfureciera más. Quería desquitarme, ya sea con ese chico o con Regina. ¿Qué le dolería a Regina? Mi ira ya se había apoderado de mí.

¿Cómo que, qué? ¿Solo hay alguien que logra causarle tanta envidia?

Me gire para ver a Samantha. No sabía que era lo que pensaba, pero no sé si sea buena idea.

No eres el único que esta dolido, ella también lo está. Samantha es una mujer igual de bonita que Regina, es perfecta.

 

 

Cada vez se hacía más tarde, pero no me iba a separar de ella ni un solo minuto, no la iba a arriesgar y que algo le pasara.

Samantha se levantó de su asiento y la vi caminar, no sabía hacia donde iba, pero no era para su casa. No iba a estar todo el camino detrás de ella, lo mejor era acercarme. Me posicione enfrente de ella y al solo ver mi camioneta se dio cuenta de que era yo.

Por un minuto se me paso la cabeza la loca idea de decirle lo que había pensado, pero se esfumo en cuanto la visualice de cerca. Mi pensamiento había sido egoísta y no pensé en lo que ella podía sentir.

La lleve a la casa de Emily, en donde me obligo a decirle. Al ver su cara de confusión, afirme que mi idea era una locura.

 

 

Sola había pasado un día, pero no quería pensar en lo que me había hecho Regina. Todo se lo conté a mi mejor amigo Jean. Al escuchar todo, me dijo que lo mejor era distraerme con algo y lo mejor que se le ocurrió fue una fiesta, yo le dije que no, pero no le importo. Sabia que tarde o temprano iba a ir, éramos vecinos y una fiesta era una buena tentación.

Me dolían los ojos, no pude ni dormir, pero aquí estaba listo para olvidarme de Regina.

Apenas y logre tomarme una cerveza. Mi madre me decía que era muy delicado por no poder soportar el sabor tan fuerte de esta. Pero no era mi culpa, no soy fanático del alcohol.

—Hay una chica que te anda buscando, Axel —Jean me miro de forma picara.

—¿Quién es?

—No lo sé. Es alta, rellenita, morena. Muy bonita la verdad —fruncí el ceño con confusión.

En ese momento llego Emily, la conocí al mismo tiempo que Samantha, siempre estaban juntas y les gustaba hacerle bromas a Regina, eran mínimas, pero Regina se enojaba mucho, era muy gracioso.

—Emily —me levante de mi asiento. Estaba cabizbaja y eso era algo muy raro en ella.

—Samantha me conto lo que le dijiste… —suspire. No quería regaños sobre mi estúpida idea— Y creo que es una gran idea —abrí los ojos con sorpresa.

—No lo creo. Solo fue un impulso y si vez a Samantha, por favor dile que lo lamento mucho, no la quería ofender o hacerla sentir incomoda —Emily negó con rapidez y me detuvo haciendo una seña con sus manos.

—No, no. Para nada, quiero que se venguen de la perra de Regina. Hoy paso algo —Me acerque a Emily con preocupación.

—¿Qué paso?

—Pasamos a la casade Samantha por algo y… Se encontró con Regina, no sé bien que fue lo que paso, pero Samantha se le fue encima.

—¿Se pelearon? —abrí los ojos como platos—¿Y como esta?

—¿Regina o Samantha? —la mire como si fuera obvio.

—Samantha.

—Ella está bien, al menos físicamente —la mire con curiosidad—. Samantha se veía realmente mal. Por eso te digo que me gusta tu idea, entre menos tiempo pase será mejor, más le dolerá a Regina. Y no me vallas a decir que no sé lo merece, porque los dos sabemos que sí —no sabía si esto era buena idea y al parecer Emily lo noto—. Y antes de que tomes una decisión, te recuerdo que Samantha esta igual de dolida que tú. Y solo está aquí para emborracharse, supongo que al igual que tú —fruncí el ceño.



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En el texto hay: amor, fingiramor, amor infidelidad

Editado: 29.08.2023

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