Odió sin antecedentes

Toda mi infancia la compartí con Luisa, sabía que la veía de lunes a sábado donde aquella señora cariñosa que nos cuidaba, mi madre trabajaba demasiado, así que solo estaba con ella mientras dormía, a pesar de eso, como cualquier niña a mi edad, ella era mi todo. Solo estábamos ella, mi hermana y yo, y a pesar de eso no compartía mucho con ninguna de las dos, de alguna forma competía con mi hermana por el cariño de mi madre y a pesar de eso siempre salí

victoriosa, era la hija ejemplar que no sale, hace caso a todo lo que ordenan sus padres y le va bien en el colegio. Hasta los 14 años todo fue así, después de esta edad mpecé a ver otra realidad, a dudar de mis principios y paradigmas, a descubrir lo que realmente soy. Todo empezó con algo leve; la religión, llega ese momento en el que te empiezas a cuestionar lo que siempre has creído de “Dios” pues ahí empezó y llegue a la conclusión de que es un invento para justificar injusticias, comportamientos y personas, entonces deje de creer en él, mi madre me repudiaba por ello, sin embargo me importo poco o nada lo que ella dijera, pues ya había decidido dejar de ser la hija que esperaba; empiezo esta guerra silenciosa donde ocultaba mi odio y mis palabras para que no descubrieran mi parte débil, empecé a aprender de la ciencia y la realidad, salí de aquella sombra en la que me tenia mi mamá y de alguna forma la empecé a odiar, no se como paso o como llego hasta este punto en el que me encuentro hoy pero creo que nació de un odio que ella implanto, soy consiente de lo que hago y lo arrepentida que voy a estar luego, pero a pesar de que el futuro no es recordado y por ende lo podemos cambiar, no intentare hacer nada para adaptarme a esta realidad.  
Hace un año no hablo con mi madre, es algo inargumentable de mi parte, que no puede salir, pero que sabe perfectamente que debe ser excluido, siempre he actuado silenciosamente, pero con impactos fuertes, no lo pensé antes de enseñar al resto a odiar a alguien que yo odiaba, no me medí y me equivoque, ahora soy yo la rechazada.