Capítulo 1: Regalo de Dios

Autor: Oronguin-sensei.

Titulo: Un príncipe azul para una villana

Capítulo 1: Regalo de Dios

Un joven de cabello color negro y ojos azules se encuentra corriendo a una gran velocidad por un bosque solitario que con un ojo perspicaz puedes ver un leve rastro de un camino.

El nombre de este joven es Kofa y tiene veinte años de edad, encontró por casualidad a unos hombres llevándose a muchos niños de manera sospecha y decidió seguirlos para ver qué pasaba.

Kofa al llegar al final del camino vio con una mirada fría una casa de madera con una luz encendida y de manera inmediata envío la ubicación a uno de sus únicos familiares con vida que de manera inmediata entendido ese mensaje y marco a las autoridades.

Kofa destrozo el celular y avanzo con pasos lentos, no se olvidó de sacar una navaja que llevaba siempre.

Al entrar vio que la puerta está abierta y sin pensarlo dos veces se abrió paso de manera silenciosa como un ninja, al entrar olio un aroma que conocía bien. Sangre, mientras más se acercaba más fuerte es el aroma y entonces vio la fuente del olor.

Una escena asquerosa y triste, dos niños de ocho años están acostados boca arriba sin ningún órgano y los ojos abiertos con miedo, al acercarse vio la carita llorosa y asustada del pequeño que abandono este mundo de manera siniestra.

Kofa se acercó a ambos cadáveres y cerró los ojos de estos dos ángeles puros, con una voluntad y fuerza de luchar avanzo.

Sin ningún tipo de miedo avanzo con una navaja en mano lista para actuar.

Más al fondo escuchó unos sollozos y pequeños lamentos diciendo—Mami, Papi ayúdame—los lamentos son débiles y tristes.

Kofa avanzo y vio una jaula enorme llena de muchos niños pequeños en muy mal estado, todos manchados con sus propias heces y flacos.

También vio a un tipo delgado fumando sentado en una silla de plástico, al lado del tipo un bate de béisbol se encuentra ensangrentado.

Kofa se mezcló entre la oscuridad, soportando la respiración y bajando las caderas para reducir el impacto lo más que podía, al llegar al tipo que parece estar bajo efectos de sustancias ilícitas no lo dudo.

—Slash— Un sonido de grito que rápidamente fue ahogado por una mano en la boca por cortesía de Kofa que bloqueo la salida de sonido del tipo, girando con fuerza la navaja en el ojo del tipo hasta que la empuñadura quedaba muy escondida en la cuenca de un ojo inexistente.

Kofa giro unas pocas veces más para asegurarse de que se encontrara muerto al ver que lo logró, respiro hondo para no vomitar y notó que sus ojos se habían puesto borrosos por las lágrimas que caían de ellos.

Se limpió y avanzo rápidamente a la jaula, la abrió para sacar a todos al hacerlo los llevo afuera, muchos de los niños no podían caminar y Kofa no llegó muy lejos.

Afuera unos dos tipos estaban siguiendo los rastros obvios que dejaron los niños por el camino y aunque trata de limpiarlo no fue suficiente.

Kofa habló con suavidad y dijo—Ustedes angelitos sigan avanzando, los alcanzaré en un rato— termino de hablar con una voz llena de consuelo, los niños más mayores asintieron y se llevaron a los más pequeños en brazos.

Un joven Kofa suspiro aliviado al ver esta escena y centro toda su atención a los dos recién llegados.

Dos hombres, uno alto y fornido con una larga barba y calvo, el otro hombre un moreno obeso con muchos tatuajes en toda la cara.

Kofa un joven con un físico atlético con músculos llenos de velocidad y fuerza los miro y habló— Será mejor que se detengan, voy a tratar de ser misericordioso y les daré una muerte muy rápida—,termino de hablar con los ojos abiertos y una sonrisa que enseña los dientes.

Ambos hombres se miraron en un acuerdo tácito y se acercaron a una distancia decente entre Kofa.

No hablaron solo se miraron con unos ojos rojos llenos de intenciones asesinas dirigidas a Kofa.

Kofa observó en un silencio tenso con la navaja apretada y lista para utilizarse, la mente estaba riéndose del miedo que sentía al poder sentir que podría morir.

Aun así decidió que vale la pena este precio por rescatar más vidas.

La pelea fue brutal y decisiva, Kofa tomo impulso y realizo una feroz línea de ataque dirigida al corazón del tipo más grande que este logró escapar de la muerte, pero a cambio de ser penetrado en su estómago, la sangre no se hizo esperar y el hombre cayó al suelo.

Kofa se sintió muy contento con este resultado y la confianza llegó a mares, sin posicionarse realizo otro golpe similar, pero el resultado fue muy diferentes a lo que esperaba.

Ese tipo sacó un arma de fuego y disparo todos los cartuchos directamente a la cara de Kofa, los disparos fueron ruidosos en este silencioso bosque, los policías escucharon desde lejos y aceleraron.

Al llegar vieron dos cuerpos tirados. Un cuerpo con las entrañas de afuera y el otro decapitado con muchos rostros de lo que alguna vez fue una cara.

En un lugar muy lejano y lejos de lo que conocemos un niño de nueve años abre la dos hermosos ojos color azul y ve al techo de una lujosa habitación adornada con finas sábanas de seda y decoraciónes especiales.

Kofa despierta de golpe con una serie de inhalaciones para recuperar oxígeno, al hacerlo ve alrededor y no reconoce esta habitación llena de lujos que nunca hubiera podido comprarse.

Se levantó de la lujosa y cómoda cama para inspeccionar alrededor con una mirada tensa, también vio un enorme espejo con bordes de oro y al acercarse no vio su reflejo con el que estaba acostumbrado durante toda la vida.

En cambio, vio aún niño de nueve años con un cabello color negro azabache y unos ojos color azul oscuro llenos de asombro.

Kofa se inició a tocar la cara y en diferentes lugares para ver si estaba en algún sueño lucido, pero sin estar preparado la puerta se abrió de golpe y al voltear deslumbró a una niña con cabello rubio corto y unos ojos hermosos color azul claros llenos de infantilimo y un vestido color amarillo con una flor roja en medio, parece una muñeca de porcelana.