Un principe azul para una villana

Capítulo 16: Alucard ennegrecido

Capítulo 16: Alucard ennegrecido

Alucard junto a compañía se encuentran camino a la corte real Welgotolok, no porque vayan a entregar a los bandidos.

Todos los bandidos fueron asesinados por órdenes de Layta, sabía que no se podría negociar la vida con alguien como Layta Lomok una chica muy vengativa que no dudará en asesinar para cumplir sus metas.

Aun así, Alucard no se sorprendió al ver las cabezas rodeando sobre el suelo.

La tés pálida del sirviente que lo acompaña fue extremadamente pálida y débil.

En su corazón sabía que algo estaba muy mal, de manera indiferente habló con uno de los caballeros que Layta trajo - Usted, corta la cabeza de mi sirviente- Dijo un Alucard de manera simple.

El caballero no se movió de inmediato y miró en dirección de Layta para ver lo que ordenaba. Layta un poco sorprendida por esa petición, asintió a la dirección del caballero para darle vista buena a la orden de Alucard.

El sirviente con una piel pálida y débil, grita del miedo y suplica —¡M-Maestro! ¡Amo! — las lágrimas salen de los ojos. Alucard no se inmutó por esta escena lamentablemente, al ver que el caballero se acercó y levanta la espada —¡Slash— un corte preciso en el cuello del sirviente fue más que suficiente para que la cabeza cayera al suelo aún manteniendo la expresión llena de horror y miedo sin saber por qué había muerto.

Alucard asintió en reconocimiento al caballero y se acercó a la puerta de la carroza para sentarse un rato. Layta lo siguió inmediatamente al verlo desaparecer dentro del carruaje.

Lo que no sabían fue que esta escena peculiar fue vista por un ave creada de madera que los observa con unos ojos color negros sin iris.

Una voz sale del pico del ave — Continúa así, mi querido elegido. Muéstrame tu oscuridad e iniciemos el caos— termino de escucharse una voz escalofriante

Dentro del carruaje.

Alucard sintió el extraño mirar, lleno de curiosidad por parte de esta dos chicas y no sintió que hubieraPor qué algo mal.

Layta habló — ¿Porque pediste algo así? — preguntó con curiosidad clara en la voz.

Alucard escucho esto y responde — era molesto. Desde hace rato no soportaba ese llanto — Termino de responder con una voz sin tono.

Layta sintió un escalofrío recorrerle la espalda y al mirar por la ventana del carruaje deslumbró una ave muy tenebrosa que los mira, no. Mira a Alucard de manera silenciosa y directa con una sonrisa juguetona.

Tratando inútilmente de sacar valor, miró a Alucard que no está viendo a la extraña ave y esto la molesto bastante porqué no sabía qué hacer.

Hace unos minutos. Alucard se acercó a abrazarla y eso la tomó por sorpresa y le hizo olvidar que otra niña estaba abrazándolo, después de eso caminaron rumbo a la corte real Welgotolok.

Todo estaba bien, pero ella había notado una personalidad diferente en Alucard, como si de una persona diferente se tratara y no su Alucard que conoce.

Eso la aterro, pero rápidamente lo dejo de lado. Ahora que miro a esa extraña y aterradora ave la dejo con muchas preguntas en su corazón sin saber como llevarlo a cabal, se sentía extremadamente confundida y débil.




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