Capítulo 19: Un príncipe azul para una villana

Capítulo 19; Un príncipe azul para una villana

Un joven apuesto de entre doce y quince años , ya se ha parado en la azotea, mirando sin pensar a la luna y esta lo ilumina como un Dios que quiere escuchar a sus súbditos.

Este joven de aspecto delicado, cabello largo color negro, ojos azules oscuro y un físico fuerte, pero atlético. No es otro que Alucard Welgotolok o ahora solo Alucard.

Unos pasos ligeros fueron escuchados y sin voltear la mirada, Alucard sonrió con dulzura poco después una hermosa joven de aspecto muy delicado unos ojos color azul brillantes que contrarrestan con loa azules oscuro de Alucard. Además, un cabello corto rubio brillante que le hacen ver más hermosa de lo que ya es, una Estatura pequeña llegándole a los hombros a Alucard. Esta chica no es otra que la princesa Layta Baiyamon o ahora la Reina del reino amarillo.

Alucard sonrió cuando sintió los delgados y delicados brazos de Layta envolviéndolo en un abrazo cálido y recargando la cabeza en su hombro.

Layta habló — Alucard, es hora de que vayas a la academia. ¿Cómo te sientes? — preguntó de manera lenta.

Alucard reflexionó un momento sobre esta pregunta y responde — Layta, estás en tu último año. Naturalmente, me sentiré triste, pero estoy seguro de que voy a saltar los cursos para graduarme de la academia junto a ti— dijo con una voz seria y confianza.

Layta Baiyamon aún después de estar juntos durante tres años no se acostumbra a estos momentos de dulzura por parte de Alucard y espera que nunca terminen.

Ella suspiró el aroma de Alucard y asintió, cerró los ojos y se relajó. Ambos Mayordomo y Amo, mirando a la Luna........

Alucard miró de manera seria a Layta que se sorprendió por la audaz declaración de Alucard sobre convertirse en su mayordomo personal y lo más importante lo dice enserió.

Ella sabe lo importante que es esta decisión para Alucard, si lo acepta Alucard será abandonado por su familia y ella no puede hacer algo así.

Alucard miró con determinación a Layta y observo como la niña de parecer muy feliz, ahora está en un charco de lágrimas y mocos, las lágrimas salen como un mar desenfrenado.

Alucard se acercó a Layta y la miró con seriedad, vio como su pequeño cuerpo delicado e inmaduro tiembla por la tristeza.

No quería verla en ese estado nunca si fuera posible, se acercó aún más para envolverla en un cálido abrazo que ella aceptó con mucha rapidez. —Desesperada- Eso fue lo que Alucard se dijo en su corazón.

Dándole ligeros masajes en la espalda para tranquilizarla le susurró — Layta, por favor déjame servirte, déjame protegerte de ese destino cruel e inhumano, prometo que voy a defenderte de todo corazón. Para lograr todo eso, necesito que me ayudes, que me aceptes en tu vida, quiero que me des la oportunidad de convertirme en tu mayordomo personal. Por favor Layta— dijo con una voz rota al último casi llorando por los horribles recuerdos donde Layta era abusada por esos bastardos, jamás sintió una inmensa sensación de impotencia, aún en su antigua vida cuando estaba en desventaja. Logro salvar a esos niños, pero ahora aquí se siente débil, débil por no lograr controlar el destino, pero eso cambiará.

Layta Baiyamon escuchó las palabras susurradas de Alucard y se estremeció por el amor que estas le generan, aún cuando nunca sintió amor, de alguna manera ella lo comprende ahora. Alucard en realidad la ama, está dispuesto a dejar todo solo por protegerla.

Layta levantó lentamente la cabeza y miró a los ojos azules brillantes con lágrimas no derramadas de Alucard y dijo — Yo Layta Baiyamon, princesa del reino amarillo y próxima heredera al trono. Acepto a Alucard Welgotolok como mi mayordomo personal— termino de hablar y un círculo pequeño de color azul los envolvió, dando como terminado el pacto.

Alucard sonrió y lo aceptó con una mirada feliz.

Layta miró los ojos de Alucard y se sintió avergonzada muy tímida, como si fuera la primera vez que se ven.

Alucard habló en un susurro casi inexistente — Soy un príncipe azul para una villana, mi villana Layta Baiyamon— dijo con una sonrisa.