Un Principe En Problemas

Capítulo 2

Empezaba a considerar que fue mala idea aceptar venir. El lugar estaba abarrotado de personas jóvenes. La música y muchas discotecas en todo el alrededor. Mi hermano me jalaba del brazo, ambos estábamos vestidos demasiado informal para mi gusto, pero esperaba que esta ropa hiciera que quedamos camuflados con el resto de personas.

—Esto será divertido—La euforia de mi hermano no pasa desapercibida.

¿En serio le gusta esto?

No le encontraba atractivo a un lugar que no luce nada bien a mis ojos. Sin olvidar la basura que vimos mientras nos dirigimos a esta zona. Debería preguntar si al menos pasará la basura pronto, porque no era algo de mi agrado, aunque nadie me mandó a venir a este lugar.

—Esto no se ve seguro ¿Seguro que no hay algo mejor?

Me atemorizaba el lugar donde nos encontrábamos. 

No quiero girar para ver a unas chicas que les falta bastante ropa, tal vez no tienen el suficiente dinero para poder comprarse ropa nueva. Me costaba entender eso, al yo nacer y rodearme siempre de personas con dinero que tenían para comprar.

—¿Me trajiste al lugar más pobre de Bogotá?—me mira y se ríe.

¿Sí lo hizo?

En mi cabeza surgían demasiadas dudas al respecto de este lugar. No entendía como mi hermano logró traernos acá. No lograba entender nada de lo que sucedía a nuestro alrededor era una buena idea, pero a él nada resultaba importarle.

—Hermano ¿No les alcanza para comprar ropa de su tuya?—Me mira y parpadea varias veces.

Mira a nuestro alrededor y logra entender mis palabras, pero se ríe con algo de fuerza. Entro en pánico y le cubro la boca, sé que no debería hacerlo, pero era muy riesgoso que llamara tanto la atención. 

—Hay personas que les gusta mostrar su cuerpo—Me sorprendió eso ¿Por qué?— Mira, no todos se visten recatados como la realeza, algunos solo les gusta cubrir unas partes o ni siquiera cubrirlas, son gustos.

—Pensé que usaban ropa de cuando eran pequeños—se volvió a reír.

—Para tener más libertad que yo, no sabes nada de las vestimentas típicas de discoteca—Me lleva adentro y las personas con poca ropa se multiplican.

El ambiente es cálido. La música fuerte y las personas bailan sin parar.

—Ya vi a donde vamos—Me arrastra  hacia una mesa donde se encuentra una chica.

¿Conocida de él? ¿Novia? Mi hermano tenia una relación con alguna chica extranjera y por eso decidió traerme a este lugar.

—¿Estás sola?—Le pregunta mi hermano a una chica.

¿No la conoce?

No sabía que estaba intentando hacer en estos momentos. Quise jalarlo de regreso, pero ese no era el comportamiento de un príncipe, de igual forma tampoco deberíamos estar aquí metidos. Si nuestros padres se dan cuenta lo que estamos haciendo, íbamos a generar un gran problema para la corona.

—Sí—La voz de la chica me resulto suave.

No he tenido la oportunidad de conocer muchas extranjeras, pero la voz de esta chica me gustaba. Por lo oscuro que era el lugar no podia verle bien su rostro, pero lo que alcazaba a preciar me hace ver que es simpática.

—¿Te molesta si mi hermano y yo te acompañamos a tomar?

Estaba loco. No le basto con venir aquí, sino que se acerca a una persona desconocida.

—Claro que no, siéntense.

Mi hermano me forzó a sentarme. Detallar a la chica fue un poco más fácil y algo que no paso desapercibido fue su cara. Aunque aún me costaba ver bien los detalles, ahora podia admirar un poco mirar mejor sus facciones.

—No nos he presentado, es una gran falta de educación—Ahora se preocupa por la educación—. Mi nombre es Harry y este es mi hermano Nicholas.

Tome un poco del trago que sirvieron. Hice una mueca al ver que mi hermano sin problema dice nuestros nombres. No conoce el término de mantener todo en secreto y más a desconocidos que pueden reconocernos.

—Mucho gusto. Mi nombre es Tania—Tiene un nombre muy bonito.

Sabía que era posible que estuvieran mintiendo con su nombre, pero tampoco podían asegurar que ese fuera mi nombre real. Ademas si se emborrachaban podían contar sus mentiras.

—¿Son británicos?—El pánico se apodero de mi.

Necesitábamos salir corriendo, negar todo y tomar el avión de regreso a casa. 

—¿Como lo sabes?—Sabía que todo esto era una mala idea.

Pellizco a mi hermano. Le jalé un poco el brazo. Cualquier señal que necesitara para levantarnos e irnos lo antes posible. Ni siquiera se movió, antes parecía divertido por lo que sucedía.

—Fui… —No lo digas, por favor.—, fui con unas amigas de vacaciones el año pasado.

Me genero algo de curiosidad y me tomé todo el vaso de golpe. Esta situación lograba sobrepasar mi resistencia de muchas maneras. Mi hermano me iba a escuchar cuando saliéramos de esta fiesta. Estaba muy seguro de eso.

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.