Un Principe En Problemas

Capitulo 3

Esperar a mi hermano siempre era trabajo difícil. Observar a las personas que pasaban frente al palacio y se tomaban fotos. Todos mis años en el palacio siempre se me tenia prohibido salir de casa y más asomarme para verlos. Con el tiempo dejé de querer verlos y ya no llama mi atención. Me quedo mirando por la ventana y veo, unos ojos verdes bastante únicos

—¡Ahhh!

Todo dentro de mi se sobresalta.

—¡Ya desperté! —Grite mientras caía de la cama.

El golpe que me di fue bastante duro. No lograba entender qué sucedía, mi cabeza daba vueltas y no sabía qué pasaba a mi alrededor que no lograba identificar. Escuche un ruido, pero solo me senté en la cama y toque mi cabeza buscando algo de alivio para el golpe y la resaca que cagaba.

No debí ir de fiesta.

Mire a mi alrededor y vi una chica encima de la cama y mi hermano en la puerta. Estaba muy confundido y no sabía como había llegado a este lugar, ni que había pasado después de unas cuantas copas.

—¿Qué sucedió anoche?

La chica estaba aterrada y no sabía qué hacer al respecto. Observe mi cuerpo un momento y descubrí la falta de ropa en mi cuerpo. Me encontraba gravemente arrepentido de aceptar la salida, de no forzar a mi hermano a volver a casa para evitar un regaño de nuestros padres, pero había tomado la decisión de ceder.

—Necesito irme de acá.

Necesitaba preguntarle si logra acordarse de algo, pero podia dejar el tema en el olvido para no hacerlo más incómodo. Si ella se acuerda seguro quedo como un idiota.

—No sean santurrones— ¿Mi hermano de donde aprendió esa palabra?—Vístanse, nadie saldrá corriendo de este lugar.

La situación parecía divertirle. Parece que se le olvidaba que éramos príncipes y cualquier situación podría perjudicarnos a todos. 

—Necesito volver a casa.

—No vas a poder. —Mi hermano no entendía la gravedad del asunto, ni menos que no podia tener a una prisionera.

—¿Por qué no se puede ir? Es libre de hacerlo.

No estoy preparado para enfrentarme a una demanda por privar de la libertad a una mujer. Aunque ahora que miro más mi alrededor sabia que estábamos en el avión y seguro ya despegamos. ¡¿Como pudo dar la orden de despegar si traemos a esta chica?!

—Estamos en un avión de camino a Inglaterra.

Esta es la peor situación posible y espero que no pueda empeorar.

—Pónganse algo de ropa—Coloca una bolsa en la mesa—. Hablaremos con más calma afuera, les contaré todo lo que pasó anoche.

La chica se mete en el baño, en eso me pongo de pie y me visto. Necesito tomar agua porque mi garganta se sentia seca. Veo una mirada de diversión en mi hermano y me quedo mirándolo raro.

—Nuestros padres nos van a regañar, idiota—Paso a su lado y busco con urgencia una botella de agua.

—¿A mí? Yo no hice nada, tú fuiste el que se caso anoche—En eso toda el agua que estaba en mi boca salió disparada a la cara de mi hermano. 

¿Hice qué? Esto debía ser una de sus estúpidas bromas para hacerme pagar por lo que hice, ya era bastante malo despertar con una desconocida en la cama y ahora, resultaba que mencionaba un matrimonio.

—No era necesario—Mi hermano se limpia la cara con una toalla.

—No debiste hacerme ese tipo de bromas—Tomo asiento esperanzado de que lleguemos pronto y no haya ningún escándalo de lo que hicimos anoche.

—No es una broma, es verdad—Me estira un papel y lo agarro mirando que se trata de un acta de matrimonio firmada.

****

—Eres como una flor de primavera—Le susurro al oído mientras le escucho reírse.

Tiene una voz muy dulce, una mirada que me roba el corazón cada vez qué logro apreciarla. Es una chica perfecta, única e inigualable.

—Quiero llevarte conmigo, soy un príncipe ¡Vivamos en un castillo! —Grito lleno de euforia—. Una luna de miel por lo alto y muchos príncipes tendremos.

Ella se vuelve a reír.

—Yo quería un esposo, pero tú eres un esposo muy bueno ¡Gracias universo! —Grita y todo el aire de mi pecho se va.

—Seguro nuestros hijos heredan esos hermosos ojos verdes—Le doy un beso.

—Espero que hereden tu belleza, su majestad.

Su voz es melosa y fantástica. Su mirada era todo lo que he estado buscando. Un año soñando con ella y por fin encuentro esa linda mirada una vez más.

************

Sentia rojo todo, no sabía por qué había hecho esas cosas, pero tenia curiosidad. Necesitaba ver esos ojos, detallarla muy bien, porque cuando desperté apenas y la vi. Ni siquiera recuerdo de qué color era su cabello o su piel. Lo único era su nombre porque estaba en el acta matrimonial.

La puerta se abrió y miré a la chica. Sentí como mi alma abandono mi cuerpo al verla y observar esos bellos ojos color verde. Si eran los que estaba buscando y más al poder analizarla, sabía que fue la misma chica que había visto hace un año.




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