Capítulo 12

-Steve -balbuceo con la voz echa un lío.

-¿Steve? -En su voz puedo escuchar el desconcierto -¿Quién diablos es Steve?

Realmente llevó mal hablar de mis cosas, sobretodo cuando estoy más nerviosa que Lindsay Lohan en uno de sus juicios.

¡Maldición!

Me pongo de pie y empiezo a caminar, no puedo quedarme tranquila, solo no puedo. Esto me está volviendo loca ¿Qué hace Steve aquí?

-¿Sara? ¿Quién demonios es Steve y por qué te oyes tan nerviosa? -La voz de Mike al otro lado me hace sentir bien, más o menos bien.

Suspiro -No es nadie, perdón -. Vuelvo a sentarme. Parezco una loca, casi literal.

-Venga Sara, me hablas a mí. A Mike tu mejor amigo de la niñez, te conozco y se que pasa algo. Dime que pasa hermosa.

-¿Has sentido que tu mundo se cae? Luego de amarlo con todo mi corazón, adorarlo con toda mi mente todo se acabo. No pude aguantar tanto amor y sin nadie a quien dárselo porqué a quien yo quería, a quién yo quería no me quería a mí -Aquí vuelvo a estar histérica -. No quise aceptarlo al principio, siempre me dio contra señales, me dijo que me quería ¿Lo dijo en serio? No lo se.

»Duele hablar de esto. Tanto que si no fueras tú probablemente ya te habría colgado.

Tantas cosas juntas en mi pecho, haciendo un revoltijo y por fin deje algo de todo eso salir. Las manos me sudan y los vellos detrás de mi nuca están de puntas. Miro detrás, pero no hay nadie. Sin embargo siento otra presencia, me gustaría creer que son los dioses del olimpo pero se que están bien cómodos tratando de no perderse ni un segundo de este patético show que es mi vida.

-Yo también pase algo así -Su voz me traspasa -. Aunque esa vez todo fue culpa mía; me enamore de ti, cabe decir que era casi imposible no hacerlo, una linda niña de ojos verdes que traspasan tu mente, un lacio pelo rubio -Deslizo los dedos por mi corto pelo y ahora me arrepiento de haberlo hecho -y la sonrisa más siencera que jamás alguien podría regalar. Caí rendido a tus pies. El niño gordo.

-Eras llenito -resoplo indignada.

-Era gordo -La carcajada al otro lado es dulce -, muy gordo y aun así te hiciste mi amiga. La primera vez que me hablaste creí que solo lo hiciste para ganarte mi confianza y luego traicionarme como todos los demás...

-... Nunca haría algo así -Me defiendo.

-Lo se. La cosa es que era muy inseguro, ni en mis mejores sueños donde había chocolate y dulces pude soñarte. Sinceramente me sorprende no habértelo dicho antes, Sara. Eres especial a tu manera y nadie puede quitarte eso, siempre estuviste ahí para mí incluso cuando los demás niños te hacían bullying o cuando me mude lejos. Ahí tuve que abrir los ojos y enfrentarme a este cruel mundo, todo sin ti.

»Fue duro, tan duro que empecé a extrañar tu estupida habitación de sirena que espero hayas tirado.

Imágenes invaden mi mente, el llenito Mike odiando mi habitación yo riendo. Ambos llorando por culpa de niños que nos echaron tierra en todo el cuerpo. Miles de recuerdos, buenos, malos y agridulces, pero en todos juntos.

-Tuve que hacerlo, descubrí que era muy rosa -digo tratando de no reírme mientras hablo. Sinceramente era ridículamente rosa.

-La cosa es Sara que fuiste y siempre seras mi primer amor, no tuve el valor de decírtelo en ese tiempo y por eso lo hago ahora. En nuestra vida conoceremos muchas personas que nos robaran el alma y apresaran el corazón, pero también tendremos que dejarlos ir. Aprovechar lo que nos den y cuando decidan irse abrirles la puerta y despedirlos con un beso.

-¿Y si no puedo?

-Siempre vamos a poder, hermosa.

-¿Seguro?

-Tan seguro que estoy a punto de acabar con mi adversario.

-¿Estas jugando vídeos juegos?

-Nop, voy a pintar. Es una muy larga historia que no voy a contarte ahora porque me tengo que ir. Te quiero y siempre voy a estar para ti.

Cuelga antes de que pueda responder, ¿Pintar? ¿Qué tanto de su vida me he perdido? Apago el celular y lo dejo sobre mis piernas, tal vez tome el consejo de Mike y tome el amor que le tengo a Brad y lo despida de mi vida con un beso en la mejilla y la puerta abierta. Un adiós más en el resto de mi vida.