Capítulo 13

Las demás chicos interponiéndose entre mi camino, quiero correr tan rápido como mía piernas me lo permitan mas no puedo. Ellos siguen en el medio. ¡Dejenme pasar!, quiero gritarles, pero la voz no me sale. El nudo en mi garganta me impide hasta respirar, llorar en medio de la secundaria es como autoproclamarte una loca sin vergüenza. Que el dolor me llene no significa que llorare en todos lados y a todas horas, yo sabia que esto podía pasar, se lo dije muchas veces a mi corazón, el no me quiso escuchar, nunca escuchó lo que quise decirle cuando moví mis labios y susurré: "Los mejores amigos no pueden enamorarse porque luego solo se hacen daño". Sí, maldición, sí lo dije. Igual no me escucho.

Ahora mira como estamos corazón, a doloridos y sin saber que hacer. ¿Cómo culpo a Brad? Si la única culpable fui yo. Sí, solo yo.

Respiro profundo cuando por fin llego a la biblioteca, me anoto en la hoja de visitantes y dejo la mochila en un lado. Saco el libro que siempre esta en mi mochila y lo tomo. ¿Por qué mi vida no es como en los libros? Voy a la esquina mas alejada y me dejo caer en una de las sillas. No lo pienso solo me dejo transportar por lo suave de la hoja en mis dedos, de las letras que deboran mis ojos y elevan mi mente a otro mundo donde si hay amor.
 

Ella sintió que su respiración se aceleraba, que sentía un nudo en el estómago, y 
su cuerpo se veía atraído por aquella presencia. Pero era todo físico. 
 

¿Sentire yo eso alguna vez? La pasión explotar en mi estomago y subir hasta que mis labios se sequen por la intensidad, que mi cabeza quiera salirse de mi cuerpo y literalmente volar por los cielos azules y sublimes. Muevo la cabeza y trató de quitar todos esos pensamientos, igual no voy a llegar a ningún lado.
 

La adrenalina corre por mi cuerpo mientras mas leo, los protagonistas luchan contra las banalidades de su hermanastras mientras que el hombre muestra su amos de manera diferente, ella solo aguanta hasta que al final todo se aclara. Los problemas, los dolores, los celos, todo se pierde cuando él la mira y ella se derretí en su mirada oscura y penetrante que velan su alma hasta el más hondo rincóncitó.
 

-Vaya -murmuró dejando el libro caer en la mesa cuando lo termino.
 

Sencillamente divino, lo malo es que eso no pasa en la vida real. Siento su presencia antes de verlo o que se siente a mi lado.
 

-Hola -La leve ronquera en su voz me causa estragos en todo por mi.
 

La imagen de él besándose con Sharlyn en la cancha detrás de las gradas me rompió rápido, brusco y violento.
 

-Hola -murmuro evitando su mirada clara como el cielo. Tengo que volver a respirar profundo y que la angustia no me gane porque estoy es lo único que de verdad tendría.
 

-Hace rato que te busco por todos lados, creí que te habías perido o que los zombies vinieron a buscarte -Su voz tiene ese timbre divertido que tanto me gusta -, hasta que recordé lo mucho que te encanta la biblioteca.
 

-La biblioteca es el único lugar en el siempre puedo ser yo, también puedo sentarme sola sin que los demás se molesten en hablarme porque les doy pena. Solo yo y mis libros -y mis sentimientos. No digo lo último porque entonces él empezaría con las preguntas que yo nunca podre responderle sin rompernos a ambos.
 

-A mi nunca me has dado pena, pero si te hablo siempre.
 

-¿Sabes? Siempre me has protegido pero llegara un momento en que no puedas hacerlo -Lo miro un segundo y luego vuelvo a mirar nada -, el dolor sera mayor que tu protección o la que nadie pueda darme. Simplemente pasará y lo mejor o peor de todo es que tendré que soportarlo porque soy muy humana y siento al igual que los demás.
 

»Solo quiero decirte que cuando eso pase, siempre recordaré todo lo que has hecho por mí y saldré adelante, luego hablaremos de esos momentos y nos reiremos como siempre. Como los mejores amigos.
 

Ambos hacemos silencio, la tensión de su cuerpo es casi palpable por el mío. No creo haber dicho nada que me haya delatado. No es como que haya dicho -:"Oye, soy cliché en carne y hueso, así que me enamore de ti".
 

No, no lo hice. Ni siquiera tengo el valor de decirle que lo vi pasando gérmenes boca a boca con otra chica. Lo peor es que no me importaría que pase todos sus gérmenes a mi boca.
 

-¿Sabes? -Rompe el silencio -Mientras yo pueda evitarlo no sufrirás, si es por un chico le romperé la cara, si es por una chica le romperé el corazón solo por ti. Nadie te hace daño mientras yo pueda hacerlo y cuando digo nunca es nunca.
 

-¿Y si tú eres el que me hace daño?
 

-Lo remediaré como sea, pero nunca te haré daño.
 

Pero ya me hiciste daño, le quise susurrar. Él me tomó en sus brazos y me envolvió antes de que yo pudiera decir nada. 
 

Ahí me di cuenta de que todo fue verdad, él me hizo daño y ahora trata de resolverlo haciendo lo imposible y mucho más. Ese día se nos olvido mencionar que a veces todo no es suficiente.