Un Recuerdo De Lo Nuestro

Cap. 6

Presente

Me dijeron que para enamorarte

tenía que hacerte reír, pero el

problema es que cuando te veo reír

el que se enamora soy yo.

 

—Sen, ¿por qué parece que eres tú la protagonista del libro, y no Elisa? —la pregunta que solo 3 personas sabían la respuesta.

—Quizás, solo quizás y estes equivocada, pues puede que incluso tú, seas la protagonista, ¿pero dime Sophie, que te hace pensar eso?

—Solo es una suposición mía, no me hagas caso.

 

Elisa Beltrán
octubre 2022

Cuando me rompí con Erick y este me abrazo, enseguida encontré en sus brazos una tranquilidad, que desde hace tiempo no sentía, mi cuerpo experimento una descarga de emociones que ni yo misma entendía, y eso solo aseguraba una vez más que… Erick me gustaba.

Me gustaba más de lo que yo quería. Y no sabía si eso era bueno o malo.

Cuando me obligue a mí misma de llorar, me aleje de él, y lo observe por unos instantes, tratando de mantener esa tranquilidad por un instante más.

Quería saber qué era lo que pasaba por su mente, descifrar esa mirada que por un momento estaba dispuesta a decirme muchas cosas, y cuando estaba a punto de hacerlo, una barrera dura como el acero se interpuso en ellos.

—Sera mejor que nos vallamos antes de que se haga más noche. —murmura para después comenzar a caminar.

—Claro.

El camino es largo, pues el departamento está un poco retirado de la cafetería, y esta está cerca del parque de diversiones.

—Erick… Creo que será mejor que tomemos un taxi, el departamento está un poco retirado, y si gustas me pudo ir yo sola. —digo en un susurro.

—No pienso dejar que vallas sola. No como están las cosas ahora. —se detiene— Elisa… nada olvídalo. Tomaremos un taxi. —solo asiento.

A decir verdad, no sé qué decir, pues cada vez que lo veo temo tartamudear, y por eso mi silencio.

También por qué hablar ahora no sería una opción.

Comienzo a vagar por mi mente tratando de recordar las voces de mis padres, pues tantos años después ya ni siquiera recuerdo cómo eran.

En uno de esos recuerdos, viene el lago, donde solíamos ir todos los fines de semanas, y un sinfín de preguntas llegan, entre ellas ¿seguirá siendo tal y como lo recuerdo? Con la vegetación a sus lados, ¿Los pajaritos aun cantaran en la mañana? ¿Los mosquitos aun picaran?

—No puede ser, pero que preguntas Elisa… —digo para mí misma mientras me rio un poco ante esa pregunta.

—De que te has acordado he. —pregunta Erick también sonriendo.

—Es que me he acordado de un lugar y recuerdo que había mosquitos, y bueno me hice una pregunta un poco tonta.

—Déjame adivinar, ¿Los mosquitos aun pican? —reímos ante mi silencio—No puede ser Elisa ¿Es enserió?

—Muy enserio.

—Bueno y ya siendo muy preguntón, de qué lugar te has acordado para que esa pregunta saliera a flote.

—Bueno… —le digo… si le digo—Cuando era niña en el lugar donde vivíamos había un lago, y en el solíamos pasar los fines de semana, cundo papa no trabajaba. Y me acorde de él, solo eso.

—Entiendo, sabes cuando era niño vivíamos en LA, pero después nos mudamos a Seattle, fue difícil y raro, por que habíamos vivido allá cerca de 8 años… y que de un día para otro dejáramos todo eso, para mí fue difícil. Pero los cambios a veces son buenos.

—Lo sé, pero también depende la manera en cómo sean, por ejemplo, si te vas del lugar donde creciste y pasaste muchos momentos felices, porque te obligaron, no es lindo, no para mí.

—Comprendo, bueno y ¿cómo se llama ese lugar?

 —¿Para qué quieres saber eso?

—No lose, quizás y ya he ido —se encoje de hombros mientras seguimos caminado.

—No lo sé… —suspiro— Edimburgo, allí es donde esta ese lago… ahí fue donde pase los 5 años más felices de toda mi vida.

—Wow, eso quiere decir que entonces no eres de Seattle, sino que Edimburgo. —asiento— Y si es así, ¿Por qué lo dejaste?

—Por todo lo perdido.

—Tu respuesta quiere decir que no te alegraría ir ahí una vez más, ¿o me equivoco?

—Si me gustaría ir ahí, pero tengo miedo a no poder disfrutarlo, Edimburgo no es un lugar en el que toda mi vida el haiga pasado bien, si no que es un lugar que me dejo marcada con… —respiro profundo— Con la muerte de mis padres. —Por fin lo dije, por primera lo dije sin derramar lágrimas, que quiere salir, y lo único que puedo hacer es cerrar los ojos tratando de eliminarlas, pues no pienso hacer el ridículo una vez más poniéndome sentimental enfrente de él. No otra vez, mejor esperare estar en el departamento para poder llorar todo lo que quiera.



#4081 en Novela romántica
#1195 en Chick lit

En el texto hay: #amor #drama #dolor

Editado: 19.06.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.