C3: Pasado. Mi amistad con Tobías.

En el fondo él sabía que la estaba pasando mal, sabía que mi buen humor ante todo estaba al borde de un acantilado, por lo tanto, permanecía a mi lado gran parte del día y cuando no podía lo hacía Cecilie o Jake y la mayor parte del tiempo funcionaba, pero había ocasiones en las que me sentía atrapada, pues no había momento en el que no tuviera compañía siempre eran una, dos o tres las sombras que se autoproclamaron mis protectoras.

Sombras que protegían a un alma que comenzaba a sentirse torturada, atrapada e imposible de sanar alguna vez. Me estaba perdiendo de la peor manera que pudiera existir y ni siquiera tenía el valor de decirlo porque de alguna manera en mi cabeza creía que si lo decía me dirían que cómo era posible que fuera tan mal agradecida cuando tenía la posibilidad y la comodidad de una vida de lujos y posibilidades eternas.

Esas posibilidades y comodidades que me mantenían de cierto modo presa, porque de un momento a otro tras un casi desastroso verano y tras la llegada mi querido y casi bien amado chico Brown mi percepción de la vida cambió por completo. Eso sin contar que tenía una enorme presión en mis hombros llamada Universidad, sabía que debía mantener mis buenas calificaciones, que debía pronto aplicar con solicitudes a universidades y que también tenía que comenzar con mi búsqueda de la casa de estudios perfecta para mí, mis comodidades y sobre todo mi intelecto.

Entonces me di cuenta en un momento de silencio ya casi normal en mi y ya casi aceptado por mis amigos como mi método de duelo no adecuado, que me di cuenta de que no sabía que quería para mí y mi futuro y tampoco sabía cuál era el rumbo para mi vida. Así que todo desde mi perspectiva se estaba volviendo un caos mediático.

Necesitaba urgentemente estar sola.