CAPÍTULO CUATRO

Seguí con mi vida, pero encontré a alguien llamado Oliver.

Sí, claro que el siguiente capítulo de mi vida iba a llamarse como el nombre de un hombre. En su momento me pareció interesante, pero como siempre pasa, todo lo que sube baja tarde o temprano, pero bueno supongo que algunos nombres de hombres deben de tener el pacer de llamarse como algunos capítulos de nuestra vida.

Yo creo que recuerdo perfectamente este capítulo de mi vida porque era claro que me estaba perdiendo en más de una forma, y no, no se trataba del hecho de que yo “tuviera el corazón roto” o puede que sí. Pero creo que se trataba más de cómo yo me había obligado a romperme el corazón por algo que jamás había experimentado; fue muy estúpido que me sintiera así, pero tampoco me guardo rencor porque si lo pongo en perspectiva a diferencia de lo que pasaría unas semanas después supongo que el que Tobías dejara de ser mi novio no sería tan grave como la llegada de Oliver.

Pero… ¿Quién rayos fue Oliver?

Lo diré sin rodeos. Oliver fue el real primer amor en la vida de Romina, la Reina de los Mezcla Rara, así que, que cuando lo conocí no me pareció raro que no pudiera leerlo y no sintiera siquiera alguna corazonada respecto a él. Así que lo llamaremos de vez en cuando el alma eterna en la vida una Reina.

Daré un pequeño spoiler, Oliver fue como una bocanada de aire fresco, pero también fue la chispa que ayudó incendiar lo poco que me quedaba de cordura.

Bienvenido Oliver a este final de historia.

En el pasado de una adolescente curiosa por la vida,
Oliver & Ro primero fueron tardes esporádicas.

Cuando pensaba en mi vida, lo único que se me venía a la mente era lo afortunada que era por tener una casa, padres que me otorgaban todo lo necesario para que yo pudiera tener éxito y también porque no tenía que preocuparme por nada en absoluto referente al dinero para una buena preparación académica. Así que sí, tenía todo lo necesario para no sufrir más allá de los exámenes y la universidad.

Sin embargo, había ocasiones o momentos como los que tuve en esa época que me hacían pensar en cómo era posible que aun teniendo todo no me sitiera bien conmigo misma, que comenzara a dudar de mi persona, de mi potencial. Lo que más me asustó fue el hecho de que yo comenzara a sentir como la ciudad en la que vivía y amaba por muchas razones me estaba asfixiando. Eso sí que me pareció increíble.

Tanto que cuando pasaba cada tarde que se me permitía en una de mis playas favoritas comencé a llorar con fuerza y sin oportunidad de poder calmarme. Ahí entendí que me estaba asfixiando y que debía hacer un cambio abrupto.

Por eso tomé la decisión de decirle a mis padres que necesitaba alejarme un momento de todos porque me estaba sintiendo muy agobiada el ambiente con respecto a las aplicaciones de Universidades. Tuve que decir una pequeña mentira respecto a que me agobiaban todos y no me podía permitir romperles el corazón, ahora pienso que debí hablar con la verdad y ahorrarles meses e incluso un par de años de preocupación.

Oliver, querido Oliver gracias por meses de sexo increíble, pero tu amor me comenzó a destruir porque no me daba cuenta de que tú eras alguien de libertad eterna y yo simplemente era alguien clásica que se negaba a aceptarlo; y a decir verdad conocí mejor sexo que el tuyo o puede que no porque lo complicaste bastante.

***

No me es difícil trascender hasta esa tarde porque en mis memorias permanece como algo que hace apenas ayer sucedió y es que yo, como era de esperar me encontraba manejando ese escarabajo que aún conservo solo por mero recuerdo a la vida adolescente que llevé por mucho tiempo, creo que solo me faltaba la tabla de surf en ese entonces, pero eso eran solo sus palabras despreocupadas por la vida.

El nombre de la ciudad no lo recuerdo porque aquí no se trata de nombres ni lugares estandarizados para aquellos que quieran vivir de mis memorias en crear imágenes; sino que más bien se trata de imaginar la ciudad que solo se le plazca. Eso al final no me molesta, pero lo que sí me molesta fue que desde un principio no me di cuenta de ti y de tus intenciones estúpido mezcla rara…