Un secretario muy especial.

Capitulo 57:

–Helena, si no quieres que Alejandro se entere de que tú eres Martin Gutiérrez, ven a este lugar –le pasa la dirección de su departamento–. Tú y yo tendremos una charla de mujer a mujer.

–Pues, lo lamento, Alina… no caeré en tu juego. Yo misma hablaré con Alejandro y le diré toda la verdad. No voy a permitir que me chantajees –dice Helena con mucha seguridad. Ya es hora de que Alejandro conozca la verdad de su doble identidad. Confía en que su amor es realmente sincero y podrá perdonar su engaño.

–Entonces te arrepentirás, niña tonta. Alejandro nunca te perdonará… odia las mentiras –exclama con su sonrisa malvada, poniéndole fin a la llamada y dejando a Helena temblando de los nervios.

Las lágrimas de Helena corren rápidamente por sus mejillas. Le duele y tiene ganas de vomitar. Los nervios la consumen. No puede creer todo lo que está ocurriendo, necesita hablar con Alejandro en este momento. No tiene tiempo que perder o Alina podría adelantarse y contarle la verdad a su manera.

Se pone el salto de cama sobre el pijama y sale de su habitación hacia la de Alejandro. Son la una y media de la mañana y, aunque despierte a toda la casa, tiene que escucharla.

Golpea suavemente la puerta para que Alejandro, si está dormido, no se asuste. Sin embargo, ha golpeado muchas veces y no recibe respuesta del otro lado. Tantea la manija de la puerta y descubre que está sin llave. Abre y observa que la habitación está completamente vacía. Alejandro no está allí, no durmió en casa, y el terror termina por destruirla. Sus lágrimas comienzan a caer otra vez, esta vez con más desesperación, y Helena se deja caer al suelo, sin fuerzas, desconsolada.

En ese momento, la puerta de la habitación de Tony, que está frente a la de Alejandro, se abre y, al ver el estado en que está su amiga, se acerca a ella y la abraza, intentando consolarla.

–Helena, Dios mío, ¿qué te sucede? –pregunta preocupado. En todos los años que la conoce, jamás la ha visto en un estado tan desesperado como está en este momento. Helena no deja de llorar ni de temblar, por lo que Tony la levanta del suelo y la lleva a su habitación para no alertar a los demás habitantes de la casa.

Minutos después, Helena parece empezar a calmarse y reaccionar. En su estado de nervios, había perdido el sentido de la orientación y del tiempo.

–Helena…

–¿Tony? ¿Dónde estoy? ¡Oh, Tony! –al darse cuenta de que es su amigo y se encuentran en la privacidad de su habitación, ella lo abraza, mientras él la envuelve en sus brazos, intentando tranquilizarla.

–Helena, nunca te he visto en este estado. Dime qué sucedió, por favor… ¿qué hacías fuera de la habitación de Alejandro, llorando desconsoladamente? –pregunta acariciándole el cabello como a una niña, mientras ella se cobija en el pecho de su amigo, buscando su consuelo.

–Tony… tengo miedo –las lágrimas comienzan a caer otra vez–. Alina es capaz de cualquier cosa con tal de verme destruida y lejos de Alejandro.

–¿Alina? ¿Qué pasó con ella? ¿La viste? ¿Está en la casa? –exclama muy preocupado. Esa mujer es una bicha, pero no permitirá que le haga daño a Helena, no sin antes pasar sobre su cadáver.

–No está aquí, me llamó por teléfono… diciéndome que… –las palabras se quedan en su garganta, le cuesta respirar, le tiemblan las manos y la voz–. Sabía mi sucio secreto y que no le temblaría el pulso en confesárselo a Alejandro si no me alejaba de él definitivamente.

–¿Sucio secre…? Espera… –dice Tony sorprendido, dándose cuenta de por qué la desesperación de Helena–. ¿Esa mujer sabe que tú eres…?

–Martin Gutiérrez…

–Oh, Dios mío, ¿cómo lo supo? Solo mi abuela, Micaela y tú sabíamos sobre eso…

–Me dijo que ella se dio cuenta desde el primer día que nos vimos en la empresa. Yo estaba vestida como Martin Gutiérrez.

–Maldita sea… ¿y qué más te dijo? –pregunta intentando saber hasta dónde llega el cinismo de esa mujer. Solo por despecho y no porque ame a su hermano, todos saben que solo quiere el dinero de los Montenegro.

–Me pasó la dirección de su departamento –añade Helena–. Me dijo que debíamos hablar de mujer a mujer…

–¿Y qué pasó? –pregunta ansioso–. ¿Vas a ir?

–No… le dije que no caería en su juego… que yo misma hablaría con Alejandro y le contaría la verdad y ahora… no sé qué hacer –dice llorando mientras vuelve a los brazos de Tony.

–Tranquila, Helena, encontraremos una solución. Me alegro de que no hayas caído en el chantaje de esa mujer…

–Vine a hablar con Alejandro, para contarle antes que Alina, pero no está por ningún lado…

–No debería decirte esto, pero… esta noche Alejandro y Alina se encontraron en un bar.

Helena abre sus ojos llorosos de par en par, desencajada.

–¿Qué dices, Tony? –pregunta atónita–. ¿Por qué?

–Tranquila, no es lo que te imaginas, todo lo contrario… Alejandro quiso verse con Alina para terminar su relación con ella y, al parecer, no lo ha asimilado muy bien que digamos.

–Quiere que me aleje de él, renuncie a ser la CEO y no firme contrato como Butterfly para Ediciones Montenegro.

–Helena, Alina solo quiere el dinero de mi hermano y hará lo imposible por separarlos, pero mañana, en la oficina, hablaremos con él. Yo te apoyaré, juntos le contaremos la verdad.

–Solo espero que ella no se nos adelante y cuente la verdad a su manera…

–Alejandro te ama, estoy seguro de que entenderá la situación llegado el caso. Además, la abuela también podrá defenderte.

–Nunca me perdonará el engaño… –exclama con tristeza, ansiosa porque llegue el día de mañana.

–Tranquila, mi hermano es inteligente, sabrá entender por qué las cosas se dieron así –dice Tony intentando tranquilizar a Helena, aunque no está muy seguro de lo que dice… Es verdad que Alejandro odia los engaños y las mentiras, no será tan fácil que la perdone, pero Tony confía en que el amor de su hermano por ella sea más fuerte que todo–. Ahora vete a descansar unas horas, las necesitarás. Mañana será un día muy largo y tienes que estar con la mente preparada y descansada.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.