Un Secreto entre tu y yo

Capítulo 2

Fabiola estaba preparando una broma para la maestra Cleo, hay como se iba a divertir con la broma a la pesada maestra.

- Fabiola estas segura de lo que vas hacer, sabes que esto haría que nos expulsen. - dijo Emilia.

- Que voy hacer contigo no tienes idea de lo que es divertirse - contesto Fabiola.

- Esta bien, te apoyo en lo que hagas.

- Vez por eso eres mi mejor amiga, apúrate que ya vamos a clases, hay como me voy a reír hoy.

Todas la alumnas de encontraban en el salón bien uniformadas y pulcramente peinadas, el internado tenía un reglamento, el uniforme consistía en una camisa blanca mangas tres cuarto con un corbatín y una falda color beige, terminando el uniforme con zapatos negro combinados con medias pantis.

- Llego la hora chicas. - Exclamo Fabiola

Cuando la señorita Cleo abrió la puerta para entrar al salón un balde de agua fría le cayó encima, su traje de blazer y falda quedo echo un fiasco, gracias a las demonizas que tenía por alumnas.

En el salón se escuchaban las risas de las chicas, algunas casi se hacían pipi de tanto reír, era muy divertido ver a una mujer tan serena perder los estribos, ya que la misma empezó a vociferar cuanta palabra le llego a la boca, hay que vergüenza que le hayan hecho eso.

Fabiola observaba desde una esquina con una mirada estoica, la maestra Cleo era insoportable y ya era hora de que ella saliera de su camino.

- Quien fue la niña malcriada que hizo esto - Exclamo la maestra.

Todas estaban en silencio, hasta que entro la madre superiora.

- Alguna de ustedes me puede explicar que paso aquí - se escuchó a la madre superiora, Emilia cariño tú me podrías decir quien fue el causante de esta broma.

- Yo, - Exclamo Emi.

- Si tú.

Fabiola le echo una mirada a Emilia, ya ella sabía lo que tenía que decir, cuando Fabi le daba esa mirada.

- Madre perdóneme, no quise.

En ese momento todas las chicas dieron un paso al frente, y todas se culparon de haber planeado la broma y le cantaron a la madre cada una de las palabras desagradable que les dijo la maestra.

Emilia en cuanto termino el alboroto salió de prisa del salón de clases, se sentía mal, ya que por culpa de una broma que se suponía que era inocente la maestra Cleo se podía quedar sin empleo.

- Que te pasa por que saliste como loca del salón - le pregunto Fabi.

- Es que Fabi, yo no pensé que esto iba a llegar tan lejos, oh Dios me siento tan culpable por nuestra culpa, alguien perdió su empleo - contesto Emilia.

- Ese era mi plan - Emilia miro a Fabiola como si hubiera cometido el peor de los crímenes - No me mires así la maestrucha esa me debía unas cuantas y créeme que por su causa no me iba a graduar, pues se equivocó.

- Esto no está bien, si tenías problemas con su clase me hubieses dicho y yo te ayudo.

- Hay Emilia, que tonta eres, crees que la loca esa me iba a dar chance me había amenazado que iba a repetir su clase, además ella solita se buscó su despido escuchaste todas las malas palabras y los insultos que nos echó, te informo que aunque nosotras confesemos ella aquí no vuelve a entrar.

Emilia suspiro, como Fabiola hacia esto sí solo bastaba que pusiera de su parte para terminar el curso, ahora el instituto no iba a contratar más maestros las clases que faltaban de literatura , las iban a solventar con trabajos y ya de antemano Emilia sabía que era trabajo doble, porque Fabi quería que ella le hiciera los suyos.

Cada día se acercaban más los exámenes para fin de año escolar y todas la chicas regresarían a sus casas y otras irían de vacaciones con sus familias, hay como le hubiera encantado a Emilia que al terminar la escuela alguien la esperaba en México, todavía no sabía si se quedaría en Estados Unidos o volvería a sus raíces mexicanas, no se acordaba de su tiempo en México, hablaba perfectamente español porque las monjas le decían que no podía olvidar de donde venía.

Se sentía bien leer la historia de su país de origen y las tradiciones tan hermosas que tenía, algún día estaría allá y viviría, disfrutaría cada cosa que pudiera conocer.

- Emilia, esta noche vamos a salir con David, quieres venir - le pregunto Fabi.

- No estoy segura.

- Hoy es sábado las monjas y la generala nos dejan en paz, ándale no seas aguafiestas, te vas a divertir porfa di que siiii.

- Esta bien, pero no tengo que ponerme.

- No te preocupes por eso escoge lo que quieras de mi closet y nos vamos.

Emilia escogió un conjunto negro de short, se le vía muy bien, Emilia era una chica alta de cabello castaño largo hasta la cintura, ojos marrone, siempre llevaba el pelo amarrado de cualquier manera, pero esta noche se sentía una reina, se ondulo el pelo y se maquillo un poco con tonos suaves ya lista salió del baño para que Fabiola la viera.

- Wooow, esta divina, me siento celosa de ti quien diría que debajo de ese horrendo uniforme guardabas esto - exclamo Fabi.

- Te parece, no estoy acostumbrada verme así y estos zapatos cielos no se caminar con ellos - dijo Emilia.

- Con que mantengas tus ojos lejos de David está todo bien - Emilia no entendía porque Fabi le estaba diciendo eso sonaba a una amenaza-. David te va a presentar a un amigo por favor deja de ser mojigata delate de sus amigos mira que es primera vez que vas a la disco con nosotros.

- No te preocupes, pero sabes que no he salido a esos lugares no sé cómo actuar, además cuando he salido con ustedes es a restaurantes y para que se vean de a ratos.

- Esta vez vamos a bailar y a tomarnos unos tragos, ya vámonos.

Estando afuera del internado llego David, junto con otro chico. David era alto rubio con ojos claros, tenía su cuerpo bien definido a simple vista se notaba que iba al gimnasio o practicaba algún deporte.

- Mamacita, que buenorra estas - la dijo David a Fabiola que iba vestida con un mini vestido que dejaba muy poco a la imaginación.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.