Un Último Deseo

Roto en pedazos...

Al abrir la mochila y ver las dos mitades del CD, no pude evitar las lagrimas. No por el hecho de que se hubiera roto; más bien me dolía porque Alex me había regalado el disco que yo anhelaba con todas mis fuerzas y ahora algo que me recordaría el día en que mi sueño se convirtió en realidad, ya no existía…

Bone: tranquila hermosa, podemos ir a la tienda, compramos otro y ya está! No empañes esos ojitos con lágrimas. Por favor por lo menos no ahora (tomando entre sus manos mis manos que sostenían los trozos del disco al tiempo que nos incorporábamos).

Ebeyaly: Dios! Se rompió. Yo solamente me limitaba a mirar el disco roto, pero en el fondo yo estaba feliz… a pesar de todo, él estaba allí, conmigo haciéndome sentir todo aquello que solamente existía en mis más profundas ilusiones.

Después de secar mis lagrimas, se inclinó y cogió la mochila, la colocó en uno de sus hombros, me tomo de la mano y sonrió mientras iniciaba a caminar sin decir palabra alguna. Caminábamos por la calle que conducía a la tienda de discos, y al pasar frente a un deposito de basura, Alex se inclinó hacia él para depositar los restos de mi disco… yo lo observaba detenidamente mientras los pensamientos inundaban mi mente…

Ebeyaly: (Dios mio, es tan perfecto… cómo hacer para dejar de mirarlo) En ese momento me di cuenta de lo que Alex iba a hacer: Oye! Que haces??!! Nooooo, porque lo vas a tirar?

Bone: Está roto, ahora no sirve de nada. Preciosa, vamos a la tienda y compramos otro, este ahora es inservible, ¿para qué lo quieres?

Ebeyaly: Noooooooo (grité, mientras tomaba el disco roto de entre sus manos) esta obra de arte no pertenece a la basura. No me importa que este roto, lo conservaré para recordar este día tan especial, quiero verlo junto a los demás CD’s en mi habitación, para que cada vez que lo vea recuerde que tú me lo regalaste!

Los ojos de Alex se iluminaron, la sonrisa que me regaló fue como la de un ángel, y en ese momento me arrebato una de las mitades del CD y me dijo:

Bone: Ahhhh, ¡¿quieres guardarte el recuerdo para ti sola?! Por supuesto que no, claro que yo también quiero la mitad de este día especial! Yo también quiero poder mirar este pedazo de CD que a la vista de otros parece inservible, pero que tú me has hecho ver que es algo que solamente tú y yo podemos entender y poder recordar estos momentos a tu lado… eres tan especial niña, es difícil creer que alguien pueda valorar tanto algo que pareciera insignificante. No quiero irme, quiero estar aquí contigo siempre…

(Quiero estar aquí contigo siempre…) Esa fue la última frase que le escuche decir en esos momentos. Yo solamente podía mirar su rostro lleno de ternura al hablar, al decir todo lo que él sentía en ese preciso momento, mirándome a los ojos. En ese instante, me faltaba fuerza en las piernas, todo mi cuerpo temblaba y en mi pecho sentía algo indescriptible, sentía unas ganas inmensas de gritar y decirle al mundo lo feliz que me sentía por estar frente a frente con mi hermoso AJ!..

El tiempo transcurrió sin darme cuenta, el sol se ocultaba y yo aun no había vuelto a casa después de clases. De pronto, de mi mochila salió la voz de Alex –Hi it’s me, what’s up baby? I’m sorry listen I’m gonna be late tonight so don’t stay up and wait for me ok?”- Era solamente que mi celular estaba sonando…¡mi mamá!, por un momento pensé en no contestar, Alex se limito a mirar mi teléfono y a sonreír al escuchar el tono. Inevitablemente, algo dentro de mí me obligo a contestar:

Ebeyaly: Hola má!... si, ya sé, ya es tarde…. Mmmhhh… si, en eso estoy… si, ajá, ajá, ajá… Ok, si, ya má, perdón se me fue el tiempo pero….

Ella colgó el teléfono después de decirme furiosa que ya era tarde y que además me había olvidado de ir a visitar a mi abuela. Mi madre tenía ganas de matar a alguien y de solo pensar en lo que me esperaba, quería desaparecer de la faz de la tierra. Yo estaba hundida en mis preocupaciones, y aunque parezca increíble por un momento olvidé que Alex seguía parado frente a mí. De repente, sentí su mano cálida en mi hombro, y al voltear, olvide todas y cada una de mis preocupaciones, solamente pude escuchar la voz de Alex:

Bone: “The call” ¿ehh? Es genial, pero la verdad no me trae muy buenos recuerdos.

Sonreí y mirando directo a esos ojos de niño tierno, le dije: yo amo que mi celular suene con esta canción porque es tu voz es la que me avisa que tengo una llamada. Y cuando dices: “Hola, soy yo, nena”… me imagino que en verdad eres tu avisándome que llegaras tarde a casa… Jajajajajaja! Una más de mis ilusiones, y la verdad es que me encanta escucharte ¡decirlo!




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