Ebeyaly tomó el poster que Lore le entregó, sin percatarse de que ese poster estaba firmado por AJ, Brian, Kevin, Howie y Nick. Lo dobló con mucho cuidado y lo puso dentro de su bolsa. En su bolsa estaba la mitad de CD que había guardado el día que conoció a Alex. Al verlo, se extraño aun más y volteó a ver a su mamá.
Ebeyaly: ¿Tú lo pusiste aquí?
Lilia: Si hija…
Ebeyaly: ¿Para qué? Lo puedo perder má!
Lilia: Alguien me lo pidió…
Hay bueno, ya, lo guardaré bien para no perderlo… y ya díganme ¿a donde vamos?
Gaby: No te preocupes pronto lo sabrás.
19:00 hrs:
Al doblar la esquina para llegar al zócalo, alguien cubrió los ojos de Ebeyaly. Ella se asustó al sentir aquellas manos sobre sus ojos. Lilia, Gaby y Lore sonrieron al ver a Alex, y se limitaron a seguir caminando sin decir palabra alguna. Lilia y él ya habían acordado lo que harían.
Ebeyaly: (tratando de zafarse) ¿Quién es?
Nadie respondió…
Ebeyaly: ¿Quién es?
Nadie respondió. Pero aun detrás de ella destapó los ojos de Ebeyaly. Y en una mano sostenía una rosa roja.
Ebeyaly reconoció aquellas manos por los tattoos, las uñas color negro y los anillos en los dedos. Rápidamente dio media vuelta. Casi se desmaya de la impresión al confirmar que el que estaba detrás de ella era Alex. Las rodillas no pudieron sostener el peso de su cuerpo cuando vio a Alex sonriendo y sosteniendo aquella rosa roja entre sus manos ofreciéndosela.
Las lágrimas brotaron de sus ojos, no pudo evitarlo. La felicidad que sentía era indescriptible, no creyó que fuera posible verlo una vez más. Alex solamente la abrazó fuertemente y junto a ella lloró al recordar lo que Lilia le había dicho a cerca de la enfermedad que la estaba matando lentamente… pero lo que ahora cruzaba por su mente era hacerla feliz. Mañana habría tiempo para pensar en alternativas que pudieran salvarle la vida.
Ebeyaly: ¿Tú?
Bone: Si… yo. Aquí estoy dispuesto a hacer que esta sea la noche más hermosa de tu vida.
Ella no podía pronunciar palabra alguna, se limitaba a mirarlo y sonreír. Las lágrimas no cesaban, y aun viéndolo frente a ella, no podía creer lo que estaba pasando. Ella extendió sus manos, toco el rostro de él, sus brazos, sus hombros. Era tan difícil creer que lo estaba viendo antes de partir. Alex se limitaba a verla y sonreír, le decía “no es un sueño… estoy aquí contigo” y le volvió a ofrecer la rosa roja. Eby sonrió, tomó la rosa, lo abrazó y lo beso en la mejilla. Al fin pudo hablar:
Ebeyaly: Es que no lo puedo creer… no creí que regresaras después de lo que pasó con todas tus fans la última vez.
Bone: Me prometí regresar y aquí estoy.
Alex extendió su mano y seco las lagrimas de las mejillas de Eby. La volvió a abrazar y así permanecieron un muy largo rato. Después, Alex le susurro al oído:
Bone: ven conmigo… tengo algo que mostrarte:
La tomo de la mano y la llevó a un auto estacionado al otro lado de la calle donde se encontraban. Al llegar, Alex le abrió la puerta del auto, espero a que ella abordara y enseguida la cerró. Rodeó el auto y abordo también. Se dirigió hacia el lado contrario, pues aun no era tiempo de que ella viera la sorpresa que le tenía preparada.
Alex manejó durante 15 minutos, eran ya las 19:15 hrs cuando llegaron a la salida de la ciudad de Eby. Alex detuvo el auto, lo rodeó, abrió la puerta del lado de Eby y extendió su mano para invitarla a bajar. Ebeyaly tomó su mano y juntos caminaron hacia una cabaña que ahí se encontraba. Cuando entraron, comenzó a sonar “More tan that”… Ebeyaly sonrió al escuchar la música.
Cuando iniciaba la canción se encendieron luces tenues que acompañaban a las velas que ya estaban encendidas desde su llegada. Alex permitió que ella entrara, al fondo de la habitación había una terraza que ofrecía la vista de toda la ciudad. La noche estaba comenzando a caer y las luces encendidas llenaban de magia todo el lugar. En la terraza, una mesa perfectamente decorada, rosas rojas por todo el lugar y velas que proporcionaban un calor especial.
Editado: 18.08.2018