Capítulo I

(…) Una voz grave, profunda y clara se escuchó desde el armario en una pequeña habitación.

– antes de comenzar debes saber algunos aspectos de mí, de otro modo no tendría sentido que este contigo ahora. Tal vez quieras saber mi nombre, pues por ahora puedes decirme Damián; ya habrá tiempo de presentarnos formalmente. 
No tengas miedo si aparezco solo en la oscuridad, la luz refleja mi verdadera naturaleza o por otro lado sólo me escuches cuando estés sola, el silencio es quien me llama. 
No estoy aquí porque seas débil al contrario a nosotros nos gustan las personas como tú, fuertes y profundas como un roble. 
Iré contigo a donde quiera que vayas, estaré contigo aún que no lo desees, cuando rías, llores, o te enfades. Sentirás un alivio junto con un pequeño escalofrío al decir mi nombre. 
Es suficiente de mí por ahora. 
Me gustaría conocerte mejor –

– ¿Yo? – titubeó ella… – Tengo dieciséis años, pronto cumpliré diecisiete. Desde hace semanas sentía una presencia pero por más que miraba a mí alrededor no había nadie incluso en lugares amplios como en aquél parque ¿Eras tú? –

– Si, era yo – él responde firme

– ¿Por qué apenas hoy decidiste hablarme? Y ¿cómo sé que no eres un producto de mi imaginación? ¿Siempre te quedarás en la oscuridad?... – pregunta desesperada

– todo a su tiempo. No me iré si por alguna razón pensabas que soy algo pasajero. Tenemos un vínculo ¿Recuerdas aquel sueño? –

–… Si – contesta confundida

– formamos un vínculo en aquel “sueño” en el que dejaste entrar al cachorro a tu vida –

– espera – dijo confundida… – Fue un sueño. No acepte ningún vinculo solo recogí aquel cachorro moribundo. Lo recuerdo bien… Aparecí en la calle, parecía estar oscureciendo estaba cerca de una cancha de fútbol y un pequeño bosque a mi espalda, caminaba hasta encontrar algo familiar algo que reconociera. Camine tanto por las calles que me pareció extraño que no hubiera casas cerca hasta que llegue a un parque, decidí rodearlo por miedo a que apareciera un ladrón al momento que cruzara el parque, seguía anochecido, la luna era enorme. 
Rodeando el parque al dar la vuelta en la esquina pude ver una pequeña iglesia con unas enormes puertas. Escuche que golpeaban a un perro dentro de la iglesia así que corrí a las puertas de la iglesia, las empuje; no estaban cerradas. Entonces entré…No había nada, estaba vacío solo un pequeño altar al fondo y unas cuantas velas que humeaban como si acabarán de apagarlas no había nada a los lados ni parecía haber puertas al fondo, así que salí por las puertas que entré. Una vez afuera con la iglesia a mi espalda pensaba en que pudo haber sido todo eso entonces… A un lado de la iglesia se escuchó como si hubiesen arrojado un enorme bulto, me asuste así que no sabía si ir a ver o correr de ese lugar… Gire lentamente la cabeza para saber que pudo haber sido. Se escuchaba como si algo enorme se arrastrara por el piso, gire completamente hacia donde provenía el ruido daba pequeños pasos acercándome lentamente por el costado de la iglesia entonces… A punto de llegar vi una pata, parecía la de un cachorro me acerque más rápido para verlo mejor; en efecto era un cachorro estaba ensangrentado parecía agonizar esforzándose por vivir lo abrace y cargue en brazos para llevármelo entonces alguien grito “entrégalo tiene que ser destruido” corrí con el cachorro en brazos, pero una vez más aquella misteriosa voz gritó “entrégalo tiene que ser destruido” me detuve no había nadie alrededor, ya no podía ver nada más allá del camino. Ahora la voz dijo “si te lo llevas será parte de tu vida, se quedará en ti siendo parte de uno del otro. ¿Aceptas?”… Lo pensé un poco pero acepte, no podía dejar al cachorro después de ver como estaba de maltratado. La voz solo dijo “cierra los ojos y estira tu mano” 
Lo hice cerré mis ojos, estire mi mano; entonces alguien agarro mi mano, sostuvo mi frente mientras suavemente me empujó hacia atrás. Luego desperté en mi cama pensando en que había pasado con el cachorro. Me arrime al espaldar de mi cama entonces tú me hablaste. 
Pero todo eso fue un sueño – dijo confundida

– no fue un sueño, todo eso paso en realidad. Revisa tu mano tienes la marca que me une a ti, no soy tu mascota si eso crees. Me unieron a ti porque no pudieron destruirme. 
Ahora estoy encadenado a ti con un vulgar cachorro –

– ¿Encadenado a mi? ¿Cómo es posible eso? ¿Quién lo hizo? –  

– Si a ti, cuando no logran eliminar algo como yo los demonólogos nos encierran a objetos que no podemos destruir y si el objeto es destruido nos perdemos en el tiempo, lo más conveniente para ellos fue encadenarme a ti, después de todo siete objetos no fueron suficientes para detenerme antes

– demonólogos… Entonces ¡eres un demonio!

– soy un demonio así llamado, pero no busco poseer cuerpos o retumbar ventanas. Quiero liberarme: Si te seguía a ti fue por tu fuerza espiritual, pretendía usarla

(…) ella se levantó, se miro al espejo y expresó – no creo que la fuerza espiritual sea lo mío, mucho menos la fuerza física –  

– hay cosas que no ves de ti muchacha –

– ¿Me mataras? – pregunta ella preocupada –

– esa pregunta no es apropiada debido a que ya te explicado la situación. Por otro lado si piensas que luego de liberarme de ti te mataré… puede pasar – comentó  con una risa burlona  –

– ¡Que! – exclamo asustada

(…) desde el primer piso se escuchó gritar a Ana (mamá de Karlie) – Karlieee ¿Por qué hablas sola?... Es tarde, baja a desayunar –

– solo eso me faltaba que mi mamá piensa que soy esquizofrénica –

– a lo mejor lo que ella piensa no es del todo falso – rio con más fuerza

– ¡Qué! –

– mejor haz caso a tu madre y baja a desayunar antes que llame a un psiquiatra. Yo estaré aquí cuando vuelvas –

(…) haciendo caso a las palabras de su madre, Karlie bajo hacia el comedor en pijama – ¿Karlie con quien hablabas? – pregunta Ana al verla entrar al comedor