XIV

(...) Treidsek había logrado su cometido: escapar del bajo astral.

Viendo que el cuerpo que poseía estaba desnudo, tomó ropa del cajón y se vistió para salir a la calle. La ropa que escogió fue un Jean ajustado que pronunciaba las caderas de Emma, una blusa muy escotada que resaltaban los pechos y unos tenis.

Una vez fuera de casa camino varias cuadras hasta que llego al parque en el que el mago solía pasar las mañanas. Ahí se encontró con un grupo que estaba libando; dicho grupo comenzo a gritar – te persiste mi amor. La calle es peligrosa, ven te cuido bebe – otros silbaron sin saber que ese cuerpo era poseído por Treidsek.

Treidsek en el cuerpo de Emma preguntó – ¿Te refieres a mi, cariño? – mientras se acercaba a ellos – vamos bebé tomate un trago con nosotros para entrar en calor – resaltó el líder.

Treidsek se acercó a él para susurrarle al oído – despídete de tus amigos, bebé –... Treidsek Tomó al líder con las manos, lo levantó con fuerza arrojándolo contra la ventana de una casa. El resto del grupo trató de enfrentarse contra Treidsek; en vano fueron sus intentos ya que en cada golpe que daba Treidsek rompía los huesos de alguno de ellos. Rápidamente el piso se lleno de sangre el grito de uno de ellos despertó algunos vecinos alrededor. Entonces Treidsek desapareció dando un salto al cielo.

[mientras en casa de Karlie]

(...) Damián y Karlie habían llegado hace unos minutos y apenas llegaron se fueron a dormir.

Pasaron las horas y temprano en la mañana Ana fue a la habitación de Karlie a despertarla, abrió su puerta, movió la cama mientras dijo – despierta amor mío –

– es sábado mamá déjame dormir o mátame, lo que gustes – Karlie contestó irritada

– es un hermoso día – anunció Ana

– sería más hermoso si me dejaras dormir unas cuantas horas más – contestó somnolienta

– te tengo una sorpresa amorcito, despierta –

– lo que sea no lo vale mamá – dijo cubriéndose con la cobija

– le diré eso a tu padre entonces – pronunció Ana

(...) Karlie emocionada por la noticia aventó las cobijas por los aires, corrió al pasillo, se deslizó por la baranda de las escaleras. Miró alrededor de la sala... no había nadie, fue a la cocina y tampoco había nadie. Ana bajó detrás de ella para decirle – él no está aquí, nos estará esperando en la cafetería del centro. Vamos vístete nena –

(...) Karlie subió a su habitación, enseguida se desnudo sin importarle que Damián estuviese allí. Damián sólo veía por entre la rendija de las puertas como Karlie se preparaba para salir, en cuanto ella estaba lista, Damián salió a preguntar – ¿Puedo ir? –

– no lo creo – dudo... – Es una reunión familiar no estaría bien que estés de mi lado en tu forma canina, mucho menos en tu forma actual.

No veo a mi padre muy seguido, pasan semanas, meses, incluso años para que lo vuelva a ver. Es astro físico, su empleo demanda mucho tiempo, por ello no vive con nosotras.

Espero entiendas, puedes quedarte aquí si deseas – dijo al salir corriendo

(...) Ana y Karlie salieron de casa rumbo al centro ha encontrar a Francisco. Damián se quedó en la habitación de Karlie dando vueltas por unos momentos mientras pensaba – como se atreve a decirme que no, mocosa ingrata –... Molesto por ello emprendió el vuelo para seguir a Karlie.

[Mientras en casa de Emma]

– viste lo que hicimos con esos bastardos de la calle, eso sólo fue un poco del poder que hay en nosotros. En cuanto hicimos el vínculo, juntamos nuestras esencias, nuestros seres comparten la energía del otro. Eres fuerte Emma, el odio te ha llevado a despertar la energía que refunda en tu ser – proclamó Treidsek

– no sólo lo vi, sentí como el poder recorría mi cuerpo. Una sola cosa, no quiero que vuelvas a poseer mi cuerpo – dijo sería

– sólo fue por esta ocasión, para que sepas el alcance que tienes, así puedas tener control de la energía y lo que quieras hacer con ella – dijo con una mueca en su rostro

– veamos que puedo hacer – dijo mirando por la ventana... – ¿Te parece si vamos por esa pequeña rata?

– eso es lo que he estado esperando - dijo con su rostro lleno de satisfacción

[mientras tanto en el centro]

(...) Ana y Karlie llegaron a la cafetería. Karlie apenas vio a su padre de lejos corrió hacia él para abrazarlo. Su padre emocionado por verla la abrazo muy fuerte mientras preguntó – ¿cómo has estado, mi estrella fugaz? –

Se acerco Ana, Francisco la beso, Karlie interrumpiendo exclamó – luego se dan cariño, vamos a desayunar –

La familia estaba reunida en lo que sería un día memorable.

Damián había les había perdido la pista, así que revolaba la ciudad hasta dar con ellos.

La familia se ponía al día con sus anécdotas, uno que otro chiste. Salieron de la cafetería. Francisco invitó a ambas al cine, Karlie emocionada eligió la película "Guerra y Armas", película que se basaba en hechos reales retomando varios conflictos mundiales, donde lo último que se escuchó fue "necesitamos armas porque existen guerras, existen guerras porqué creamos armas" un soliloquio que dejó el soldado protagonista de la película antes de morir.

Luego de la película, todos salieron por un helado, Francisco eligió de menta, Ana eligió de avellanas, Karlie escogería su favorito, de chocolate. Así pasaron hasta la tarde en el centro comercial, entre risas y emociones.

Eran las cuatro de la tarde, así que la familia fue a tomar un descanso cerca de un enorme ventanal, con el sol tapado por las nubes parecía que anochecería pronto. En cuanto Karlie se dio cuenta de ello pregunto a su padre – ¿iras con nosotras a casa, papá? – su padre un poco melancólico contestó – no nena, sabes que no quedó quedarme, ya hemos pasado por eso – Karlie decepcionada respondió – lo sé pero tenía la esperanza de que esta vez no te fueras –

Treidsek y Emma encontraron a Karlie, la vieron desde el parqueadero del centro comercial, a través del cristal charlando con su madre y padre – atacaremos en cuanto salgan de allí – dijo Treidsek en su forma canina... – atacaremos ahora o tienes miedo de que te vean – enunció Emma.