Un viaje infinito

XX

(…) Mientras la habitación se llenaba del mal tinieblas, Karlie intentó seguir peleando, pero el aire que respiraba estaba contaminado y en unos segundos se desmayó. Damián se acercó a ella, la levantó del piso, mientras la veía exclamó – dispersión – para eliminar el mal tinieblas al instante. Con Karlie en sus garras Damián pensaba alegre – si que golpea fuerte –. Luego la recostó en la cama y allí la dejó para luego él salir a descansar al techo

(…) más tarde Ana entraría con minino en sus brazos a dejarlo en la habitación de Karlie – mi nena se durmió temprano – pronunció Ana, para después salir cerrando la puerta procurando no hacer ruido.

[A las tres de la madrugada]

(…) Karlie despertó tosiendo. Algo asustada se levantó de la cama para ir directo al armario en busca de Damián. 
Al no encontrarlo en el armario Karlie pensó asustada – se fue – para enseguida cambiarse de ropa y salir a la fría noche. Salió de su cuarto bajo las gradas y a punto de salir escuchó susurrar  – ¿A dónde vas? –. Era Damián quién estaba sentado en las gradas

– ¿A dónde fuiste? – Karlie preguntó furiosa

– a ningún lado, te deje descansar… ¿Recuerdas lo que pasó hace unas horas? – preguntó dudoso

– … si – contestó pensativa  

– subamos a tu habitación. Te explicaré algunas cosas – dijo al ponerse de pie  

(…) Karlie algo desconfiada camino detrás de él hasta la habitación, dónde lo primero que preguntó fue – ¿Cuáles son tus intenciones?

– lo logré – proclamó sonriente –

– lograste hacerme odiarte – anunció  furiosa –

– logré despertar tu energía espiritual… Cada vez que hablabas de tu padre, tu corazón sufría varias exaltaciones, así que decidí probar por ahí. El amor a tu padre despertó tu energía espiritual. Aún sigue fluyendo en ti ¿Logras sentirla?

– si, puedo sentirla, y más que eso, siento que puedo usarla – dijo mientras movía sus manos  

– esas fueron mis intenciones de principio, pero debemos seguir practicando para que aprendas a usarla a la perfección –

– de acuerdo… solo que ahora tengo una condición – dijo mirándolo fijamente a los ojos

– ¿Cuál es? – preguntó serio –

G– a la primera intención que tengas de lastimar a cualquier persona de mi familia… te voy a enfrentar a sí eso  signifique perder la vida. Y tú sabes perfectamente lo que pasará si muero, ¿verdad? –

– lo sé – contestó molesto –

(…) Con la nueva condición de Karlie, Damián se sentía atado a ella y lo hacía añorar más la libertad. Luego de esa platica ambos fueron a descansar.

[a la mañana en casa de Emma]

– te dejaré sola un tiempo Emma. Debo apresurarme en la búsqueda de los objetos restantes, y esperar a tu compañía me retrasaría. Me aproximare a las otras ciudades. Volveré en unas semanas junto – anunciaba Treidsek

– ¿Y me dices esto por? – Emma  preguntó indiferente

– te lo digo por qué se las ansias que tienes en contra de esa chica Karlie. No hagas nada hasta que regrese –

– no prometo nada – expresó sonriente –

– sólo no la mates, con eso basta –

– eres muy aburrido – contestó ella… – de acuerdo no la lastimare… De hecho le propondré una tregua –

– te dejó esto – anunció mientras le entregó un libro… – se llama “El libro negro”. Puedes aprender más acerca de que hacer con la energía que tienes. Podrás doblar la materia, tener el control de otras personas, incluso invocar demonios para tu control. Todo depende del control que tengas sobre tu energía.

(…) Con esa premisa, Treidsek pretendía dejar clara la importancia que Karlie representaba para su propósito. 
Horas más tarde Emma se encontraría con Karlie durante el receso en la secundaria.

– hola ratita, has estado esquivándome –

– para nada Emma – Karlie contestó firme… – pero no quieras buscar pleito o haré algo que no te gustara – anunció segura de si misma, mientras empuño sus manos frente a ella

– no seas ridícula ratita, baja esos puños – contestó mientras tomo sus puños y los bajó con facilidad… – te propongo una tregua – anunció

– tregua, porqué no puedo usar mi energía si la siento recorrer en mi – pensó Karlie

– vamos ratita di algo, no voy a esperar todo el día… ¡reacciona! –

– acepto – contestó dudosa –

– listo, tenemos una tregua. Durante dos semanas a partir de hoy puedes estar segura que no haré algo en tu contra. Adiós ratita – sé despidió sonriente

– ¿Estará tramando algo? – pensaba

(…) Emma era astuta, pensó en la tregua a su favor, con la ello aseguraba que Karlie o Damián no la atacaran durante dos semanas; tiempo que Treidsek estaría ausente. 
Horas después Karlie salió deprisa de la secundaria, directo a su casa con una duda en su mente – ¿por qué no puedo usar la  energía que fluye en mi? – 
Sin perder tiempo llegó a su casa, busco a Damián para recibir una respuesta al respecto.

– tengo algo que preguntarte – anunció Karlie al toparse con Damián –

– me lo dices a mi – él contestó indiferente –

–… sí, ¿Estás molesto? –

– yo no diría molesto, la palabra correcta sería furioso – contestó al dirigirse a la ventana

– espera, tengo algo que preguntarte – realzo su voz… – ¿Por qué no puedo usar mi energía espiritual? – preguntó gritando

– contesta: si yo u otro ser intente atentar contra la vida de alguien de tu familia ¿Cómo pretendías defenderlas si no sabes usar tu energía espiritual? – preguntó molesto para luego salir por la ventana

(…) Karlie se quedó pensativa, pues era cierto, no tenía idea de cómo usar la energía. “minino” salía debajo de la cama para posarse a los pies de Karlie. Tomó a “minino” mientras enunciaba – tiene razón. No tengo idea de cómo hacerlo –

[Mientras en las calles de Baldwin]

(…) Damián recorría los cielos, pues hace unas noches había sentido una extraña energía aparecer de la nada. Él creía que tal vez podía ser algún objeto sagrado acercarse. 
Pasaron las horas hasta que llegó el anochecer. Damián agotado, descansaba en el tejado de una casa de tres pisos… De pronto, sintió una energía diferente los objetos sagrados emerger a pocas cuadras de él. Sin tiempo que perder  fue hacia aquel lugar. Apenas llegó la energía que sintió desapareció. 
Él se ocultó detrás de una chimenea, procuraba no ser visto, pero en las calles no había nadie más que un señor cuarentón que usaba un sombrero, confundido por lo que había pasado decidió seguir aquel señor. Descendió del cielo y se transformo en su forma canina para seguirlo, lo siguió hasta una panadería, lo siguió hasta una florería, así continuó siguiéndolo por lugares banales hasta que Damián se canso de seguirlo y decidió regresar con Karlie.



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En el texto hay: demonios, terror, aventura misterio

Editado: 22.03.2022

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