Un viaje sin destino

Entre lágrimas

Recuerdo que el pecho me quemaba y la sangre que veía me recordaba que gota a gota la vida se escapaba entre mis manos , entre tanto una extraña sensación recorrió todo mi cuerpo, ¿era acaso la extraña sensación de estar sosteniendo entre mis brazos a quien había sido el amor de mi vida ?.

Mi mente, empezó a recorrer infinitos lugares, cúal viajero que va por la vida visitando  hermosos lugares que talvez sólo hubiesen existido en su  imaginación, pero, recordar aquellos momentos vividos que habían sido tan felices me producían un eterno sufrimiento, recordé la noche en la cual por una extraña razón terminé en un lugar desconocido, lleno de personas que buscaban divertirse. En aquella noche de entre la oscuridad surgió una sonrisa encantadora, y por un instante, pensé, que en mi vida había visto algo más hermoso, y es entonces que un sentimiento que para mí había sido tan extraño, casi inexistente pero que en aquel momento empezó a surgir y estremecía todo mi cuerpo.

 

Mi pecho era cálido, pues la sangre con su voz de desesperanza lo abrigaba al mismo tiempo que me despedía de la persona que había amado toda mi vida, mi mano derecha me pesaba, aquella mano repugnante que cargaba con la culpa de mi desgracia, solté el cuchillo, cómplice de un acto que hasta el Dios más misericordioso habría castigado sin piedad alguna, de repente escuché una risa malvada que hizo aún más grande la desgracia que lastimaba mi corazón, una lágrima brotaba de mis ojos, pues sabía que el fin se acercaba. Maldito destino, con su risa repugnante lanzaba una señal de victoria, aunque había sido tan feliz, me sentía vacio, sentía como mi felicidad se alejaba de mi cuerpo y se mezclaba con la sangre derramada, mi corazón estaba apunto de colapsar y aunque había cometido el peor crímen, tú fuiste quien secó aquella lágrima. 

**

Te veías tan hermosa aquella noche, talves eras la chica más hermosa de aquél extraño lugar, mis manos temblaban, mis ojos encantados y mi corazón latía con una intensidad que sólo quienes sabrán de amor podrán explicar, recuerdo que ella vestía de una manera muy extraña, pero lo extraño es hermoso para quién odia lo cotidiano, puesto que es aburrido.  Mi suerte era muy conveniente, tanto que coincidimos hasta en nuestros asientos, tus ojos hermosos ahora los miraba claramente, talves un simple Hola hubiera bastado para iniciar una conversación y así conocer a la chica de quien me había enamorado, el amor a primera vista, tan estúpido e irreal creía yo, pero existe y de verdad llega en el momento más inesperado. Mi mente divago por un largo tiempo,y tú te marchabas  dejando atrás a tu hombre enamorado, impotente y un total cobarde me sentía al verte salir de aquel lugar. 




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