Una Castaña en Apuros

La boda, confusiones y culpabilidad.

A primera hora de la mañana Tessa fue por mi a la habitación con lentes de sol y cabello desordenado. Me extrañe al notar que Kathleen no estaba allí pero Tessa menciono vagamente que ya se encontraba arreglandose por lo que no le di más vuelta al asunto. Kelly, Tessa, Erica y yo hicimos algunos viajes llevando los arreglos florales al salón de fiesta donde Amanda daba ordenes al personal para indicar el lugar de cada cosa. Tan rápido como llegabamos, salíamos, porque al parecer todas tenían una resaca de los mil demonios y los gritos de Amanda no ayudaban a hacerlas sentir mejor. 

 

En la cocina, luego de llevar todo al salón de fiestas, prepare un desayuno rápido y café que serví con una aspirina a un lado para todas. Las llame y arrastrando los pies se sentaron comiendo cómo si no hubiera un mañana. Julia entro a la cocina dejando algunas bolsas con compras en la encimera  disculpandose por no estar allí para hacer el desayuno. La calmamos pero no tuvo paz hasta que tomó los platos llevándolos al fregadero. 

 

- Marion y los estilistas ya deben estar por llegar. -comunico Tessa, levantándose- Creo que todas deberíamos ir a darnos una ducha caliente y larga para volver a nuestros cabales. 

 

Abandonamos la cocina y nos refugiamos en nuestras habitaciones nuevamente. Tome mi celular dejándome caer un momento en la cama tecleando un mensaje para Kathleen. 

 

Hola, ¿que tal estas? ¿mucha resaca? Llamame si me necesitas. Xx

 

Aguarde unos segundos mirando la pantalla pero no obtuve respuesta. Suspire y deje el celular a un lado para hacer lo que se suponía debía. Luego de la ducha me entretuve viendo un par de capítulos de mi seria favorita ya que aun eran las diez de la mañana y las bodas no se celebrarán hasta, no se, ¿cuatro de la tarde? Sinceramente no tenia ni idea a que hora se celebraría la boda de Kathleen, solo iba siguiendo la marcha, lo que demostraba mi falta de comunicación para entrar en detalles sobre la boda. 

 

- ¡Vega, ya están aquí! 

 

El grito de Tessa seguido de sus pasos apresurados me hizo cerrar de golpe la portátil. Llevando mi celular conmigo llegue a la sala principal donde Tito movía los muebles para que los estilistas y Marion pudiesen ubicar lo que habían traído para ponernos decentes. 

 

- Vega, ven. -Tessa agitó su mano pidiendo que me acercará. Me entrego un linda bata de satin rosa con mi nombre en la espalda que no dude en colocarme- El maquillaje que Amanda eligió nos pareció muy exagerado, así que lo cambiamos por algo menos dramático. -puso una hoja frente a mi- Solo falta tu aprobación. 

 

- Esta perfecto. -afirme con la cabeza- Me parece bien. 

 

Mis palabras fueron el combustible para que todos en la sala se pusieran manos a la obra. Elegí a un chico de maquillador porque una vez escuche que eran los mejores, y lo confirme cuando me mostró el resultado en el espejo. Era un maquillaje sencillo, pero que resaltaba las partes necesarias. Le agradecí y fui hasta Marion que rápidamente me enfundó en el vestido calzando cómo guante, abrió una caja colocando en el piso tacones de punta cómo los que acostumbraba a usar mi pelirroja amiga. Reí. Kathleen disfrutará esto. 

 

Las puertas del ascensor se abrieron y Amanda anuncio su presencia con pasos pesados y fuertes. 

 

- ¿Alguien ha hablado con Kathleen? -inquirió, dejándose caer en la silla donde estaba el estilista que trabajaría en ella. 

 

- Solo la vi esta mañana dejando el apartamento. -contesto Tessa. 

 

- ¿Por qué? ¿Pasa algo? -indago Kelly. 

 

- Tenemos problemas con el ramo. -tecleaba rápidamente en el celular sin descanso- Y además, Liam arruinó su traje. 

 

- No hagas los problemas más grandes de los que son, Amanda. Relájate y deja que te preparen. 

 

- ¿Relajarme? -Amanda dejo de teclear de golpe hablando con voz chillona- Que fácil decirlo, ¿no? Ojalá pudiera darme la vida como tu mientras me hago la defensora de la pueblerina. 

 

Eso no podría tener un bueno efecto. 

 

Tessa se puso de pie tan rápido que la silla que ocupaba fue a parar al piso provocando que el lugar cayera en un silencio. Amanda no tardó en responder de la misma manera y en dos pasos se encontraban frente a frente. 

 

- Recoge tu lengua, Amanda. No quiero arruinar la boda de Kathleen pero tampoco creas que me voy a quedar callada. -la molestia en la voz de Tessa era más que evidente. Mire a las demás para encontrarlas igual de estáticas. 

 

- En lo que a mi concierne, esta boda se arruinó desde que Vega -me lanzo una mirada rebosante de asco-, puso un pie aquí. Lo que sea que hagas solo será el plato para el pastel que Vega ya se encargó de hornear y decorar. 

 

Tessa apretó la mandíbula, exasperada. Tenia mucho que decir, pero lo mantuvo al margen. Hablar con Amanda en estos momentos seria como hablar con una dura pared. Con una sonrisa hipócrita, se llevó al estilista y su vestido dejando la sala principal sumergida en la incomodidad y a una Tessa con rabia efervescente dentro de sí. 

 

Las brochas, secadores y planchas volvieron a trabajar y una hora más tarde Tito nos llevaba a la iglesia en un auto distinto al de las otras. Ir en un mismo auto significaba pelea. Revise mi celular encontrándome con un mensaje nuevo, lo desbloquee y alegría reemplazo el sentimiento de preocupación en mi pecho al ver que el remitente era Kathleen. 

 

Tenemos que hablar, por favor. Estoy en una pequeña casa para las novias junto a la iglesia, ven al momento que llegues aquí. Xx 

 

Junte mis cejas. Salió a primera hora de la mañana, no contestaba las llamadas y ahora enviaba ese texto. Algo no me gustaba. Cualquier sentimiento de alegría fue asesinado por la preocupación insistente que mi pecho soportaba desde anoche y solo se había intensificado por las palabras de Amanda, y ahora el texto la volvía incontenible. Guarde mi celular y mire por la ventana para despejar mi mente. ¿Que demonios era lo que estaba sucediendo y por qué nadie dice nada más que amenazas? La puerta fue abierta de repente y Tito me tuvo que tomar de los brazos para no caer directo al piso. Me ayudó a ajustar mis pies, sonreí en agradecimiento y sin esperar comencé a caminar para dar con la dichosa casa donde estaba Kathleen. 



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En el texto hay: amorverdadero, venganza, boda mentiras secretos

Editado: 16.06.2020

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