Una chica curvilínea | Bilogía Complejos I | Finalizada

24 Secretos

—¡Aléjate de ella! —grita Asher dejando escuchar su reclamo por los altavoces con ese silbido agudo de por medio.

Eddie no hace nada, se queda en el piso observándome. Me levanto del taburete y camino hacia la salida.

—¡Irene! —grita Mary, y en cuanto me da alcance la miro y la abrazo—. Tranquila..., ya pasó.

—¿Qué fue todo eso? —pregunto confundida.

—No sabía que Eddie iba a estar aquí, mi reina —dice afligida—. Perdón.

—No... —calmo tratando de sonar tranquila—. Él me dijo que no mencionó nada de que trabajaba aquí.

—¿Estás mejor? —pregunta al ver que busco controlar mis respiraciones.

—Sí, eso creo. Será mejor irnos.

—Pediré un Uber..., vinimos con Collin, así que... —Asiento recargándome sobre un auto estacionado.

—¡Primero cálmate! —Escuchamos la voz de Collin.

—No hasta que se lo diga —replica Asher, zafándose del agarre de Collin.

Mary y yo nos miramos preocupadas.

—Asher... —llama Collin, pero Asher lo ignora.

—Irene..., puedo explicarlo —dice y se acerca a mí con los ojos llorosos.

Mary se acerca disimuladamente a Collin, creo que le está diciendo lo del Uber porque Collin niega con la cabeza y ella guarda el celular.

—¿Estás jugando conmigo? —pregunto aguantando las ganas de volver a llorar.

—No —responde de inmediato acercándose a mí, tomando mis manos—. No estoy jugando contigo. Eso que pasó adentro..., yo..., yo no fui yo quien la besó.

—Lo sé, lo vi.

—Entonces... ¿Por qué...?

—Porque ella te besó y tú no la apartaste.

—¡Claro que lo hice! —Me mira incrédulo—. La aparté y le dije que estoy contigo. Volteé buscándote para que viera la hermosa mujer que está a mi lado, y no estabas.

Miro a Mary y ella asiente avalando lo que Asher dice; Mary no me mentiría.

—¿Saben qué? —interviene Collin—. No parece buena idea que permanezcamos aquí afuera. Es claro que ustedes tienen qué hablar. Vamos —ofrece en dirección a su auto y nos subimos.

Nadie dice nada durante el camino, pero Asher parece incómodo, desesperado, preocupado. Llegamos a la propiedad de Collin que definitivamente no es una casita, es una maldita mansión.

Bajamos del auto y Mary me mira con una sonrisa, es claro que está feliz porque Collin por fin la trajo a su casa. En cuanto entramos a la mansión, nos dejan solos y Asher toma mi mano para caminar hacia un jardín que tiene una piscina con hermosas luces de colores bajo el agua.

Nos dirigimos hacia la orilla. Asher se quita los zapatos, se arremanga el pantalón y se sienta en la orilla sumergiendo los pies, invitándome en un gesto a hacer lo mismo. No tengo problema al hacerlo, me quito únicamente los zapatos y me siento a su lado.

—Lamento arruinarte la noche, y lamento el malentendido. Te pido perdón si no actué rápido al alejarla de mí. No quise ser grosero...

—¿Quién es ella?

—Es..., una ex.

—Una ex que también es tu vecina.

—¿Cómo...? —inquiere dudoso, preguntándose cómo es que lo sé.

—El día que embargaron el departamento, ella firmó como testigo de que estaban haciendo las cosas legalmente. Después me dio alcance en el ascensor y me dejo muy claro que yo era enormemente agradable. Quería que te diera su mensaje, de que ella estaba para apoyarte.

—Lo de ella y yo fue hace años, Corazón. Yo... Yo, antes de entrar a la facultad de medicina..., me desvestía.

—¿Qué? —Volteo sorprendida a verlo. Me mira fugazmente y baja la mirada—. ¿Eras Stripper?

—Pasaba todas las noches trabajando, y ahí la conocí. En una ocasión ella llegó y..., las cosas se dieron, pero no fue todo.

—Asher, si es algo que no quieres decirme, no tien...

—Si es para no perderte, tengo que decírtelo. No quiero secretos, ni que se sigan prestando más malentendidos, Irene. ¿Cómo te hago entender que eres importante en mi vida? Si guardar un secreto así me va a perjudicar, prefiero que sea ahora y no después cuando en verdad no tenga una salida, porque te lo dije... Estoy hecho un pendejo por ti y cada día que paso a tu lado crece.

—Bien..., dímelo entonces.

—Ella me invitó a probar sustancias para rendir en mi trabajo, comencé a andar de fiesta en fiesta. No sabía cómo manejar el accidente y descuidé a Peter. Él me necesitaba y yo solamente pensaba en mí buscando refugio en ella y en esas fiestas que me alejaban de mi hermano. Hasta que él se quiso quitar la vida, fue entonces que dejé ese trabajo y terminé con ella.

—Y... ¿Solamente te quitabas la ropa o...?

—¡Sí! —responde alarmado—. Yo solamente hacía eso. No quería que lo supieras porque..., me avergüenzo de ello. Es un pasado del que no estoy orgulloso.

—¿Por qué golpeaste a Eddie?

—Porque no soporto verlo cerca de ti, pero no es algo que yo decido. Me disculpo por mi actitud, pero no me arrepiento de eso. Tengo miedo de que él termine por convencerte y perderte... Después de todo, no siempre hago bien las cosas, y conocerte es lo mejor que me ha pasado en la vida, después de saber que al menos Peter había sobrevivido al accidente. Y sí, le hablé a Lauren de ti, porque es como si quisiera gritárselo al mundo.




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