26 Idiota | Collin

Collin

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—Vete por favor, Vane —exijo tratando de controlar mi ira. Nadie, ninguna de las chicas que pisan esta casa una vez, lo hace dos veces.

—Pero, Collin... ¿Qué te pasa? —pregunta confundida.

—¡Que te quites mi ropa y te largues de mi casa! —grito furioso, ella se sobresalta un poco, pero no se mueve.

—Creí que la estábamos pasando bien...

—¡Pues no! Solamente fue una noche y ya, nadie te invitó. ¿Por qué vienes sin previo aviso? ¿Eres consciente de que has dejado a una mujer sin empleo?

—Bueno, no tiene que ser para tanto... Dios...

—¡Vete de mi casa! —grito nuevamente, y ella regresa por las escaleras maldiciendo. Puedo escuchar que me llama idiota mientras se aleja.

—No puedes ser más imbécil, ¿cierto? —reclama Ash mirando a Vane.

—¿Dónde está Mary? —pregunto sin poder apartar de mi mente su cara..., llorando.

—¿Crees que es mucho mejor solamente preguntar dónde está en vez de ir tú a buscarla?

—¿Tú crees que va a querer hablar conmigo después de eso? —inquiero señalando en dirección a donde se fue Vane.

—No la culpo.

—Lo estábamos pasando bien..., no sé qué pasó. ¡Todo es tu culpa!

—¿Mía por qué?

—Porque tú la trajiste a mi vida, carajo.

—No creo que debas culparme por eso. Sí, yo la traje de cierto modo a tu vida, pero fue tu elección acercarte a ella y no fue la mejor que digamos.

—Es hermosa. ¿Por qué creíste que no me acercaría?

—Pues, es la mejor amiga de mi novia. Si solamente querías con ella una de esas citas exprés, era obvio que debías evitarlo porque la volverías a ver.

—Esa chica es preciosa por dentro y por fuera, sabes que no iba a dejarla pasar.

—Exacto, eso es lo que no entiendo. Vas acostándote una tras otra por no dejarlas pasar. Se te facilita llevártelas a la cama y en instantes te olvidas de ellas. ¿Por qué no haces eso con Casey? Olvídala ya que no va a volver a ti. Entiéndelo, te dejó, se casó, ahora tiene familia —recuerda y me duele en el alma cada una de sus palabras, pero me duele aún más que tiene toda la puta razón—. De paso, olvídate de Mary también. Necesitas sanar primero, y después decides si acostarte con muchas chicas es un puto estilo de vida.

—Eres un idiota —dice Vane arrojándome la camisa que llevaba puesta y sale de aquí.

Asher sonríe con ironía negando con la cabeza.

—Sam de la facultad la reconoció y dijo era una chica de cero compromisos... —Intento justificar, pero sé muy bien que solamente busco la manera de no verme tan hijo de puta.

La primera vez que estuvimos juntos, fue inevitable no verla de nuevo, y no precisamente por el tema de Irene. Mary tiene algo que me atrae y que no me termino de explicar.

—Si era de cero compromisos, ¿por qué carajo seguiste viéndola?

—No lo sé..., y traerla aquí obviamente fue un error.

—Tienes qué pensar muy bien el cómo la vas a recuperar —menciona con seguridad asumiendo que no quiero perderla.

—¿Qué te hace pensar que quiero eso? —inquiero confundido.

—Collin, tú traes aquí a las chicas con las que te acuestas una sola vez —evidencia pensativo—, y no las vuelves a ver. ¿Te has preguntado por qué a Mary no la habías traído aquí?

Porque quería seguir viéndola, es lo que quiero responderle.

—No sabes nada —mascullo molesto. Más que nada porque no puedo contradecirlo, no tengo argumentos para hacerlo y tampoco quiero darle la razón.

—¿Lo dice el que está hecho mierda por algo que según no le afecta? Mírate, Collin. Si ella no te importara, no estuvieras así de preocupado —Lo miro sin decir una sola palabra—. Mary es una buena chica. Quizá es de cero compromisos como te dijeron, pero es claro que, si te ha buscado más de una vez, es porque al menos ella no pensó en ti como una cita para una sola ocasión.

—Juro que no fue mi intención —menciono sin mirarlo. No me atrevo a mirarlo.

—Te creo.

—¿Qué? —Ahora sí lo miro, y estoy bastante confundido.

—Que te creo, pero por ahora no hay mucho qué hacer —dice mirando su celular—. Dice Irene que acaban de subir a un Uber, me ha compartido el viaje.

—Carajo, no... —susurro sentándome sobre el sofá, experimentando esos sentimientos de culpa por no hacer las cosas bien. Apoyo mis codos sobre las piernas y hundo el rostro en mis manos. Si puedo llorar y desmoronarme frente a alguien, es únicamente con Ash.

—Collin, en serio viejo, ¿piensas pasar así tu vida? —pregunta sentándose a mi lado colocando su mano en mi espalda.

—¿Qué más puedo hacer? —sollozo sin mirarlo—. No sé qué siento por Mary, pero sé que quiero estar con ella, me gusta pasar tiempo a su lado..., con ella no pienso en nada más, y yo...

—Es lo mismo que me pasa con Irene. Así que, supongo que hemos llegado a una conclusión.