Una Chica de Color

Saca tus garras, Gatito

-Είσαι ηλίθιος(1) - Dice Alexander entre dientes dirigiéndose a Franco luego de ponerse hielo en el moretón que tiene en el ojo.

- ¡¿Se puede saber que les pasa?! - Les casi grito al borde de la locura.

Y sí, se peleó este par en mi presencia hablando incoherencias en otro idioma pero yo solo entendía algo como si estuvieran leyendo garabatos, ahora mismo parezco a mi madre cuando mis hermanos y yo hacíamos alguna travesura. 

¿Desde cuando soy tan vieja?

- Nada Morena - Responde el jefe haciéndome rodar los ojos con fastidio.

Él estará próximamente en mi lista negra

- Cálmate Alexander - Le dice Franco por lo bajo pero yo alcancé a escuchar. - Καταστρέφετε κάθε ευκαιρία μαζί της(2) - Continua en su idioma de garabatos.

Pongo mis manos en mis caderas, suelto un bufido y camino acercándome hasta mi silla. Me dejo caer en ella soltando un suspiro de cansancio cierro mis ojos, son las 11 y ya hay peleas, apodos y ya odio a mi jefe, abro los ojos cuando escucho un murmullo cerca a mí, veo a Alexander cerca a mi con su ceño fruncido y una notable cara de preocupación.

- ¿Estás bien?¿Tienes algo? - Me pregunta muy rápido, yo volteo a ver a su amigo que lo mira con cara de asombro y satisfacción a la vez, por lo que me confundo mucho más.

- Mmmm...eh s-si ¿Ustedes lo están? - Respondo desubicada sin poder dejar de mirar el hipnotizante color miel de su iris, veo un amago de sonrisa asomarse en sus labios,

- Yo si lo estoy, pero, este... debo irme - Dice Franco cerca a la puerta con un tono algo sospechoso, yo entrecierro los ojos mirándolos con rareza. - Μην με απογοητεύσεις, ρωτήστε την γατάκι. Βγάλτε τα νύχια σας(3) - Le dice dándole una mirada de diversión y Alexander suelta una carcajada.

Yo soy turista, no tengo ni idea de que hablan

Franco sale del cubículo, mientras Alexander niega con una sonrisa, lo veo caminar hasta apoyarse en los reposa brazos de la silla obligándome a salir de debajo del escritorio para mirarlo a los ojos. Aunque me doy cuenta que está muy cerca, peligrosamente cerca, abro mis labios intentando decirle que se aleje pero no sale ninguna palabra.

- Morena, yo... 

- Marcela - Lo interrumpo de inmediato hablando entre dientes 

- Déjalo así, que complicada - Dice con exasperación y continua - Yo, soy algo terco y ahora estoy aceptando que me atraes, así que... quiero invitarte a salir, para que nos conozcamos y todo ese rollo, entonces, te invito a cenar hoy conmigo, Morena - Termina poniendo su frente sobre la mía, lo que me hace impulsarme con mis pies hasta salir de su alcance.

Está haciendo mucho calor o es mi percepción ¿Dónde está el control del AC? Lo necesito lo más bajo posible

El relame los labios y mira mis ojos con determinación, se levanta y se sienta en el sofá en el que estaba, me mira interrogante y al ver que no respondo habla de nuevo.

- Estoy esperando, morena - Ruedo los ojos al ver que continua con su apodo.

¿Sera familiar de Dory?¿Tiene memoria a corto plazo? ¡CENTRATE!

Si digo que sí, quizá lo malinterprete y me tome como una cualquiera, pero no puedo negar que es un hombre muy guapo, tiene unos lindos ojos, unas facciones duras que lo hacen ver serio e interesante, tiene una pequeña barba que parece de unos dos días, un cuerpo escultural tal como un dios griego y una voz gruesa que me hace hiperventilar. Si lo rechazo no perdería nada, quizá me odie y termine desempleada pero son cositas insignificantes.

¿A quien quiero engañar? Me atrae muchísimo este hombre.

- Está bien, pero deja de llamarme así - Le digo con cansancio

Ahh ¿Desde cuando lo tuteas? DESCARADA!!!

Hoy en la noche, paso por ti a las 8, ponte linda, morena - Me guiña un ojo y sale cerrando la puerta.

Suelto todo el aire que no sabia que estaba reteniendo y suelto un bufido. Al parecer no va a dejar de llamarme así, tiempo después salgo a almorzar con Anna y aprovecho para contarle lo que pasó hoy y que tengo una cita. El resto del día se pasó volando y me vine a casa.

- Voy a tu casa para arreglarte - Me dijo cuando le conté, según ella iba a estar deslumbrante.

.

.

.

.

Llevo sentada frente a mi tocador mas o menos media hora desde que Anna se puso en modo: maquillista profesional, le pedí un maquillaje discreto pero importándole cinco pesitos lo que yo le dije me hizo uno super complicado pero no puedo decir que no me gusto. También revolvió en mi guardarropa hasta que consiguió un vestido "acorde a la ocasión" según sus palabras. Mis rebeldes rizos afro están sueltos haciendo lo que quieren como siempre.

Mis rebeldes rizos afro están sueltos haciendo lo que quieren como siempre

Finalmente termina a las 7:57, corro a ponerme unos tacones del mismo color del vestido, tomo mi cartera con mi celular, mi ID, un poco de dinero, el labial para retocarlo y me pongo un collar pequeño, unos aretes a juego y salgo a la sala en el m...

Finalmente termina a las 7:57, corro a ponerme unos tacones del mismo color del vestido, tomo mi cartera con mi celular, mi ID, un poco de dinero, el labial para retocarlo y me pongo un collar pequeño, unos aretes a juego y salgo a la sala en el mismo instante que suena el timbre.



#32591 en Novela romántica

En el texto hay: jefes, colombiana, afro

Editado: 10.06.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.