Una Demonia para un Ángel y Un Ángel para la Demonia

CAPÍTULO 02

❦ ❦ ✿ISIS ❦ ❦

—Hagamos un trato si estar con los humanos no me gusta entonces regresó al instituto de aquí, pero si ustedes no lo hacen en verdad me iré al inframundo y no es amenaza o chantaje papá, cumpliré mi palabra —digo con voz segura.

—Se que detrás de esto debe haber una razón—. Dice mamá tomando mis manos. —Y me lo dirás cuando te sientas preparada ¿verdad? —. Mira a papá con esa mirada con la que él siempre dice sí. —Amor se que eres muy sobreprotector con las niñas para no decir que demasiado, demosle la oportunidad a Isis, de salir a explorar el mundo.

—No lo sé amor, es demasiado riesgoso y más si es convivir con los humanos.

—Pero prometo no mostrarme ante ellos como lo vengo haciendo desde años atrás—. Miro a papá con suplica.

Papá se levanta.

—Lo siento amor, pero no puedo, no quiero que nada te pase mi princesa, te amo demasiado, no soporto la idea de que te vayas lejos de mí.

—Darían es dejarla ir a estudiar con los humanos o que se vaya y se convierta en el ángel de la muerte, ¿Qué prefieres? —Habla mamá ya con su tono de mando, la he visto siendo la diosa del inframundo.

—No me hables así, no soy uno de tus demonios, se trata de nuestra hija y los peligros que correría al ir con los humanos—. Si papá supiera que aquí corro más peligro de lo que correría con los mortales o mejor dicho esos estúpidos perros corren peligro. —Aquí la podemos proteger del peligro y haya quien la protegerá.

—Ella se sabe defender muy bien, deja de pensar que tu hija necesita de tus perros—. Mamá se cruza de brazos, eso significa que está enojada y más si papá le habló así y se refirió a los demonios en ese tono tan despectivo.

—Mamá papá no es para que discutan entre ustedes y mucho menos que se peleen—. Digo sintiéndome culpable de su discusión.

—No amor es que tu padre a veces necesita que le halen la oreja.

—Si y a tu madre que le bajen los humos de deidad—. Mamá rueda los ojos.

—Darían, no seas tan protector, no siempre podrás proteger a las niñas y eso lo sabes mejor que nadie, ellas están creciendo pronto encontrarán a sus destinados, bueno solo Isis, ya que Danisha sabemos de sobra quién es, y antes que Isis, encuentre a su destinado déjala disfrutar de la vida así como lo hacen los niños.

—Pero es mi niña, ella tiene que estar con nosotros.

—Darían, no seas así, en verdad que cuando se trata de tus hijas eres un caso perdido.

—Esta bien tu ganas, ustedes ganan, irás con los humanos, pero con una condición irás y vendrás, además te pondré un chófer—. Niego.

—No papá, no hay trato, no quiero chófer, quiero ser alguien normal, no quiero a nadie detrás de mi por favor papá.

—Darían por favor.

—Esta bien irás sola con Vallolet, hablaré con Joseph, no quiero que estés sola.

—Vallolet, sí pero no quiero a ningún otro licántropo tras de mí, de acuerdo, donde me de cuenta que hay alguién me voy con la abuela Abu Yaria.

—No será necesario mi amor.

—Así es mi princesa.

—Gracias papá, mamá los amo mucho—. Los abrazo a ambos.

—No tan rápido jovencita, tienes que terminar tu semana aquí y mientras tú madre hará el papeleo en la escuela de los humanos.

—Tendré que esperar cuatro días más.

—Si mi amor, podrás soportarlo ¿verdad? —. Mamá acaricia mi rostro, no sé, si sabrá algo de lo que sucede o solo habla de la ansiedad que tengo por empezar en un lugar nuevo.

—Si mamá.

—Y ahora como le digo a Joseph que quiero mandar a su hija con los humanos.

—Yo iré a terminar una tarea que tengo pendiente—. Le doy un beso a cada uno.

Lo bueno es que no seguiré soportando a los perros pulgosos, solo serán cuatro días y ya.

Al día siguiente toda la familia sabía que me iría a estudiar al mundo de los mortales.

—¿Por que te quieres ir Isis, acaso no la pasas bien en el Instituto? —Pregunta Danisha.

—No es eso, solo quiero ver nuevas cosas y ver si las enseñanzas de los humanos es igual o mejor que la de los seres sobrenaturales—.

—Es la misma creo yo—. Dice Yandar.

—Yo opino que deberías quedarte Isis, tal vez y no te guste estar con los humanos—.

—No lo creo Zarek.

—Si quieres me voy contigo Isis, no voy a dejar que estés sola con ellos, que tal si se enteran que eres una demonio—.

—Gracias Arian, pero es algo que le pedí a mamá y a papá, en verdad quiero estudiar con los mortales, iré y vendré no me voy a mudar, papá no lo permitiría ya de por sí fue difícil lograr que me dejara ir.

—¿Cómo lo hiciste? cuenta Isis, papá no es tan fácil de convencer.

—Pues no te lo diré, pero tuve ayuda de mamá.

—Niños ya ha desayunar o se les va hacer tarde, no crean que por ser hijos del Alpha pueden llegar tarde.

—Si nana, dónde está mamá y papá—. Dice Danisha mirando el puesto vacío de ambos.

—Buenos días—. Saluda el tío Joseph junto a la tía Briana, Jasbier, Vallolet y Emilia.

—Buenos días tíos, también se les pego la sábana como a mamá y papá —Siempre Danisha con sus cosas.

—Buenos días sentimos la tardanza —Danisha aspira.

—Huele a lujuria por aquí —El rostro de mamá queda rojo y papá sonríe burlón.

—Danisha, podrías por favor dejar de utilizar tus dones, utilízalos para otras cosas no para andar de chismosa—. La reprende mamá.

—Lo siento se me olvida.

—Emily tu misma te delatas—. Dice él tío Joseph, mamá le da una mirada aniquiladora.

—Ya ha desayunar—. Reprende papá.

—Mamá este fin de semana iremos a la isla.

—Si necesito un pequeño descanso—. Mamá pone cara de sufrida.

—Genial..

Y así pasamos el desayuno en familia, nos despedimos de nuestros padres y vamos al Instituto.

El único que no está con nosotros es Maikel ya que él se fue hace meses a Estados Unidos, pronto tomará el cargo de Alpha y su padre le está enseñando según, pero Maikel sabe de sobra, él aprendió con el mejor Alpha de todos, ósea mi padre. Pero como dice mamá no todas las manadas se rigen igual.




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